La Fiscalía de Valencia mantiene la petición de tres años de prisión para el expresidente de la Generalitat Valenciana y de Bancaja, José Luis Olivas, por cobrar 580.000 euros por intermediar y asesorar al empresario Vicente Cotino en la venta de unas acciones eólicas del grupo Sedesa a Iberdrola, aunque finalmente se las quedó Sedesa.
El fiscal acusa a Olivas de un delito de fraude fiscal, al igual que a Cotino, para quien reclama la misma pena. Por su parte, el abogado del Estado pide dos años y medio de prisión a los dos acusados y añade en su escrito a la mujer del expresidente de la entidad financiera, con la misma petición de condena.
Las acusaciones han cuestionado así mismo la "ética" de Olivas por la operación sobre la que está en tela de juicio. En concreto, la Abogacía ha dicho: "Merece un reproche ético la actitud de Olivas por representar a todas las partes, a compradores y vendedores en la misma operación. Su posición queda bastante en entredicho", ha subrayado.
El juicio comenzó el pasado 18 de octubre en el juzgado de lo Penal número 6 de Valencia, donde Olivas negó que cometiera algún tipo de fraude fiscal en la operación que realizó con el sobrino del expresidente de las Corts Juan Cotino, y defendió que le cobró por el asesoramiento y por mediar en la venta de unas acciones de su empresa eólica en una operación que fue "beneficosa" tanto para el empresario como para Bancaja e Iberdrola.
Según Fiscalía, el empresario pagó 580.000 euros a una sociedad de José Luis Olivas -que compartía con su mujer- por unos trabajos que no existieron y por lo que Vicente Cotino se desgravó la factura, causando así un perjuicio a Hacienda.
Olivas defiende su inocencia
Olivas ha vuelto a defender su inocencia en el último día del juicio y ha lamentado que antes y durante la vista se hayan vertido "insinuaciones maliciosas con una estrategia clarísima: sentarme en el banquillo" de los acusados.
El expresidente de Bancaja, que está imputado en Madrid por la quiebra de Banco de Valencia, ha defendido que realizó el trabajo por el que cobró a Cotino: "Yo intervine desde el principio en la operación y mi trabajo consistía en asesorar a Cotino sobre el momento en el que vender y el precio", ha puntualizado.
Olivas ha añadido, además, que hay otra cosa que le ha dolido "muchísimo" en este tiempo, en relación con la incompatibilidad de sus cargos para asesorar a Cotino: "Yo no tenía incompatibilidad para representar a Bancaja en unas negociaciones en las que ganó 33 millones de euros, y tampoco en defender los intereses de Cotino. Exactamente igual con Iberdrola, donde no formé parte de los órganos de gobierno". En resumen, ha proclamado: "No cometí ninguna ilegalidad ni infringí ningún código ético de Bancaja ni de Iberdrola", ha apostillado.