La relación del candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, con las mujeres se convirtió en asunto de campaña tras la aparición de un vídeo con comentarios machistas. Pero ahora el magnate se enfrenta algo más serio con las denuncias de acoso sexual de cuatro mujeres.
Dos de ellas han denunciado este miércoles en el periódico The New York Times que Trump las asaltó sexualmente, en un caso en un avión hace tres décadas y en otro en 2005, en un ascensor. La tercera es una periodista de la revista People que asegura que Trump la besó durante una entrevista; y la cuarta, la trabajadora de uno de sus hoteles que denuncia tocamientos.
La campaña del magnate ha sostenido que todo lo publicado es una "ficción".
Varios dirigentes republicanos retiraron su apoyo a Trump tras aparecer el vídeo con comentarios machistas, que también le ha costado varios puntos en las encuestas ante su rival demócrata, Hillary Clinton. El pasado día 9, Trump contraatacó compareciendo junto a un varias mujeres que denunciaban haber sido víctimas de abusos del expresidente y marido de la candidata, Bill Clinton.
Tocamientos y besos sin consentimiento
Jessica Leeds, que ahora tiene 74 años, ha explicado al diario neoyorquino que el empresario, sentado en primera clase junto a ella en un vuelo a Nueva York, le tocó los pechos e intento meter su mano debajo de la falda apenas unos minutos después del despegue y sin que se hubieran conocido antes. "Era como un pulpo", ha sostenido la mujer, que salió corriendo para sentarse en las últimas filas el resto del vuelo.
"Fue una agresión", ha asegurado Leeds al diario, que explica que la víctima no denunció los hechos al personal del avión porque "en esa época las mujeres de negocios a menudo tenían que soportar esos comportamientos de sus compañeros varones".
El segundo testimonio es el de la joven Rachel Crooks y se refiere a hechos supuestamente ocurridos en el ascensor de la Trump Tower de Manhattan en 2005. Según la mujer, cuando se presentó al empresario al coincidir en el ascensor, Trump la besó en la boca: "Me besó directamente en la boca", cuenta al diario la mujer, que ha afirmado que no fue un accidente sino una violación, según relata el periódico.
“Fue muy inapropiado (...) Estaba tan cabreada de que él pensara que yo era tan insignificante como para poder hacerme eso“
"Fue muy inapropiado (...) Estaba tan cabreada de que él pensara que yo era tan insignificante como para poder hacerme eso", ha indicado Crooks.
Este segundo episodio habría ocurrido en 2005, el mismo año en el que se grabó el vídeo con los comentarios machistas de Trump a un grupo de hombres. "Cuando eres una celebridad, puedes hacer lo que quieras con las mujeres", decía Trump en la grabación.
Testimonio de una periodista de la revista People
El tercer testimonio que ha salido a la luz es el de la periodista de la revista People Natasha Stoynoff. Stoynoff entrevistó a Trump y a su mujer, Melania, en 2005, cuando esta última estaba embarazada. La entrevista tuvo lugar en el hotel Mar-a-Lago, propiedad de Trump, en Palm Beach, Florida.
"Cuando nos tomamos un descanso para que la muy embarazada Melania subiera al piso de arriba y se cambiara de ropa para más fotos, Donald quiso mostrarme la mansión. Había una habitación 'tremenda', él dijo, que yo tenía que ver", explica la periodista en un artículo en la revista.
“Me giré, y en segundos, él me empujó contra la pared, y metió su lengua hasta mi garganta“
"Entramos solos a la habitación, y Trump cerró la puerta (...) Me giré, y en segundos, él me empujó contra la pared, y metió su lengua hasta mi garganta". Stoynoff asegura que Trump estaba "gordo" y que no pudo hacer nada para frenarle.
Al cabo de un minuto, el mayordomo interrumpió para avisarles de que Melania estaba casi lista para seguir con la entrevista. Aunque le explicó lo sucedido a un colega, además de a algunos amigos y familiares, Stoynoff decidió mantenerlo en silencio porque estaba "avergonzada" y "temerosa" de lo que Trump le pudiese hacer.
Por último, el diario Palm Beach Post informa de otra supuesta denuncia de acoso. Mindy McGillivray, de 36 años, asegura que Trump la manoseó hace 13 años cuando trabajaba en el mismo hotel como asistente de un fotógrafo.
"Es todo una ficción"
El equipo de Trump ha respondido a las dos primeras denuncias. En un comunicado, explican que las informaciones publicadas por el New York Times son "ficción" y "completamente falsas".
"Es absurdo pensar que uno de los líderes de negocios más reconocibles del planeta, que ha apostado por el empoderamiento de las mujeres en sus compañías, haga esas cosas alegadas en la noticia; y que, además, justamente se hagan públicas décadas después en el último mes de la campaña presidencial".
En la nota sostienen que la historia solo viene a reforzar la candidatura de Clinton y no es nada más que un "ataque político". Horas más tardes, una fuente de la campaña, citada por Reuters, ha señalado que Trump está preparando una demanda contra el periódico.
Clinton, por su parte, ha declarado que "esta inquietante historia tristemente encaja con todo lo que sabemos sobre cómo Donald Trump trata a las mujeres".