El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha alertado de que los riesgos económicos que afronta Portugal pueden generar un efecto de "espiral negativa" y ha señalado que no logrará cumplir la meta de déficit, que Bruselas ha fijado en el 2,5% del producto interior bruto (PIB), sin medidas de ajuste adicionales. De hecho, prevé que cierre 2016 en el 3% del PIB.
Así lo ha recogido en un informe publicado este jueves con las conclusiones de la cuarta visita de la troika tras el rescate, celebrada en junio, en el que este organismo avisa de que, si Portugal no resuelve sus debilidades, podría entrar "en una trayectoria en el medio plazo insostenible y dejar al país vulnerable a choques".
"Pequeños choques en el sistema bancario, las finanzas públicas o el escenario macroeconómico pueden conducir a la pérdida de acceso a los mercados", ha subrayado el organismo, que considera que los problemas surgidos en una de esas tres áreas pueden contagiar a las otras y generar un efecto de "espiral negativa".
Además, ha llamado la atención sobre los niveles de deuda y ha sugerido un ajuste equivalente al 0,5% del PIB (unos 900 millones de euros) en 2017 y 2018, que "deberá estar apoyado por medidas creíbles" y centrarse en los salarios públicos y las pensiones, "dada la elevada carga fiscal de Portugal". "Cualquier desarrollo que empeore la dinámica de la deuda pública puede desencadenar un cambio repentino en el sentimiento de mercado", lo que tendría un efecto dañino sobre la economía y los bancos, ha indicado.
El PIB avanzará un 1% en 2016 y un 1,1% en 2017
El FMI ha alertado sobre la pérdida de impulso de la economía y ha estimado que el PIB luso avanzará sólo un 1% en 2016 y un 1,1% en 2017, en ambos casos un nivel inferior al crecimiento logrado el año pasado, el 1,5%.
El Fondo también ha dedicado una parte del informe a los bancos y ha dicho que abordar los problemas que afronta este sector debe ser una "prioridad urgente". "La necesidades de capital del mayor banco del país, la Caixa Geral de Depósitos (CGD), y las posibles pérdidas derivadas de la venta de Novo Banco podrían implicar más inyecciones de dinero público", ha apuntado el FMI, que aboga por una "mayor consolidación" en el sector financiero.
En ese sentido, ha avisado de que las preocupaciones sobre ambos bancos "pesan sobre las perspectivas del sector" y los mercados "están recelosos" sobre las necesidades de capital de la CGD, sobre la que ya hay acordado un plan de recapitalización con Bruselas que no será calificado como ayuda pública.
Portugal estuvo bajo el programa de rescate financiero del FMI, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo entre 2011 y 2014, cuando le concedieron un préstamo de 78.000 millones a cambio de implantar un severo programa de ajustes y reformas.