La decisión de los británicos de abandonar la Unión Europea, el temido Brexit, ha disparado las primas de riesgo de todos los países del viejo continente y ha provocado un desplome generalizado en todas las Bolsas europeas. El IBEX 35, el principal selectivo de la Bolsa española, ha sido de los más castigados con un desplome del 12,35% hasta 7.787,70 puntos, la mayor caída de su historia. De este modo, el índice madrileño ha perdido un 6,87% semanal y ha incrementado sus números rojos en el ejercicio hasta el 18,40%.
Los grandes bancos españoles, Banco Santander -que cuenta con una potente filial en Reino Unido Santander UK- y BBVA, han caído un 19,89% y un 16,18%, respectivamente. También han cerrado con grandes pérdidas el resto de blue chips: Telefónica (-16,12%), Repsol (-10,94%), Iberdrola (-10,20%) e Inditex (-6,80%).
IAG, el holding aéreo que surgió de la fusión de Iberia y British Airways, ha liderado las caídas del IBEX al dejarse un 26,86%. El grupo ha rebajado sus previsiones de beneficio operativo para el ejercicio 2016 por la incertidumbre que generará la salida del Reino Unido de la UE.
El Brexit también ha golpeado a la banca mediana que cotiza en el IBEX: Bankia se ha dejado un 20,78%, CaixaBank, un 18,13%, Banco Popular, un 15,29%, y Banco Sabadell -que compró el banco británico TSB en 2015- ha caído un 19,29%.
Las Bolsas europeas cotizan en rojo
El resto de Bolsas europeas también ha cerrado con caídas. En Londres se han mitigado hasta el 3,15% con los bancos experimentando un serio correctivo con pérdidas de un 18,04% en el Royal Bank of Scotland (RBS), de un 17,68% en Barclays, y de un 21% en Lloyds Banking.
El CAC 40, principal índice de la Bolsa de París, ha perdido un 8,04%. También en la plaza parisina el castigo ha sido fuerte para el sector financiero: Société Générale ha caído un 20,57%, BNP Paribas lo ha hecho un 17,40% y Crédit Agricole un 14%.
Fráncfort se ha dejado un 6,82% y nuevamente han sido los bancos los más penalizados por los inversores: Deutsche Bank (-13,65%) y Commerzbank (-12,69%).
El descenso del índice FTSE MIB de la Bolsa de Milán ha sido mayor incluso que el del parqué madrileño, al sufrir un desplome del 12,48%, con los principales bancos cayendo más de un 20%: Banca Popolare Emilia Romagna (-24,61%), Banca Popolare di Milano (-24,28%), Unicredit (-23,79%), Banco Popolare (-23,30%) e Intesa San Paolo (-22,94%).
También se ha visto sacudida por el Brexit la Bolsa de Atenas, cuyo índice general se ha hundido un 13,42%, la tercera mayor caída de los últimos 30 años.
Escalada de las primas de riesgo
En el mercado de deuda, la prima de riesgo de España ha escalado hasta 168 puntos básicos -su mayor nivel desde finales de marzo de 2014-, con la rentabilidad del bono español a 10 años en el mercado secundario situada en el el 1,646%.
Mientras, el interés del bono alemán -cuyo diferencial con el español marca el riesgo país- ha cerrado en el -0,042%. El bund alemán se considera valor refugio en momentos de duda o de incertidumbre, como los actuales, después de que finalmente ganara la opción del Brexit.
El miedo ha afectado al resto de los países periféricos del euro, encabezados por Grecia, el más volátil, cuyo riesgo país se ha disparado hasta 887. También ha subido el riesgo país de Portugal, hasta los 343 puntos, mientras que la prima italiana ha cerrado en los 153 puntos.
Caída de la libra
En el mercado de divisas, la libra esterlina se ha depreciado más de un 7,5% frente al euro y un 11% frente al dólar, hasta caer a mínimos de 1985 en una sola sesión. El resultado del referéndum ha causado que la libra pasara de los máximos anuales registrados este jueves, en 1,4877 dólares, a los mínimos del año, 1,3237 dólares, que ha tocado durante la sesión. No obstante, al cierre de las Bolsas se ha situado en 1,371 dólares.
Los comunicados de los principales bancos centrales, que han asegurado que "están preparados" para inyectar más liquidez en los mercados si fuese necesario, han contenido la depreciación de la libra tras los temores iniciales de los inversores. Así, el Banco de Inglaterra ha comunicado que tiene preparados 250.000 millones de libras (unos 310.000 millones de euros, al cambio) adicionales para sustentar al sistema financiero británico. Su gobernador, Mark Carney, ha advertido de que la salida de la UE conllevará un periodo de "incertidumbre y reajuste". También el BCE ha anunciado que está listo para ofrecer liquidez adicional en euros y en otras divisas si es necesario.
El euro finalmente ha sufrido una caída del 2,1% en su cruce con el dólar hasta situarse en el nivel de los 1,1158 dólares, por encima de los 1,09 dólares, su nivel mínimo diario.
Según analistas internacionales, la salida del Reino Unido de la UE ha causado el fortalecimiento de valores refugio como el yen japonés y el oro. De hecho, la revalorización del yen ha lastrado la Bolsa de Tokio, que ha perdido casi un 8%. Los inversores también se han refugiado en el oro, que ha llegado a subir un 8%, hasta 1.355,52 dólares la onza, aunque su precio se ha ido estabilizando y ha cerrado en el mercado de Londres en 1.315,50 dólares, un 4,2% más que al término de la sesión anterior.
Por otra parte, el precio del barril de Brent de entrega en agosto, el de referencia en Europa, se ha situado en 48,60 dólares, un caída del 4,31% con respecto al cierre este jueves.
Peligra la triple A de Reino Unido
La agencia de calificación Standard & Poor's ha avanzado que el Reino Unido perderá su calificación crediticia de triple A después del resultado del referéndum a favor de la salida de la UE.
El país no mantendrá la máxima nota de solvencia porque el rating AAA "es insostenible dadas las circunstancias actuales", declara Moritz Kraemer, responsable global de riesgo de la agencia al diario británico Financial Times.
Otras agencias internacionales como Fitch o Moody's ya habían quitado la triple A al Reino Unido para la deuda soberana antes de que diera comienzo la campaña por el plebiscito. Estas agencias han señalado que el Brexit afectará a la mayoría de los sectores productivos del Reino Unido y conllevará una rebaja de la calificación sobre la deuda soberana.