El ministro británico de Economía, George Osborne, ha señalado que puede verse obligado a aplicar un presupuesto de emergencia, con implicaciones para el gasto público y las finanzas de la población, en caso de que gane el Brexit, la salida del Reino Unido de la UE.
Ante el avance en las encuestas del apoyo a la salida británica de la UE en el referéndum del día 23, Osborne desveló las medidas de emergencia para lidiar con el choque que pueden sufrir las arcas públicas si prospera la ruptura, pues calcula un "agujero negro" de 30.000 millones de libras (39.000 millones de euros).
Sin embargo, la dura advertencia del ministro, a pocos días del plebiscito, fue criticada por 57 diputados conservadores euroescépticos, que prometieron bloquear cualquier intento del Gobierno de imponer un "castigo" por votar a favor de la salida.
En una campaña cada vez más agresiva, Osborne ha dicho en el sureste de Inglaterra junto al antiguo titular de Economía laborista Alistair Darling, que "la realidad es que la economía sufrirá un golpe" y que su "responsabilidad" es alertar sobre las consecuencias de salir del bloque europeo.
Osborne estima que el Brexit provocará una caída de la inversión por parte de las empresas y éstas contratarán menos gente, lo que supondrá un duro varapalo para las familias.
Darling anticipó que las consecuencias se sentirán durante décadas y admitió que el gobierno de turno se verá obligado a tomar "medidas desagradables". "Si uno ensucia algo, tiene que limpiarlo después, por lo que es mejor no ensuciarlo en primer lugar", afirma el exministro laborista.
Un presupuesto de emergencia
Como parte de este presupuesto de emergencia, Osborne planea un recorte de 2.500 millones de libras (3.250 millones de euros) en el Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés), una reducción de 1.200 millones de libras (1.560 millones de euros) en el presupuesto de defensa y un tijeretazo del gasto para educación de 1.150 millones de libras (1.299 millones de euros).
Estas cifras están calculadas a partir de un análisis del Instituto de Estudios Fiscales (IFS, siglas en inglés), que calcula, además, que habrá que elevar en dos puntos porcentuales el tipo del impuesto sobre la renta, hasta el 22%, e incrementar la carga impositiva sobre productos como el alcohol y los combustibles.
"Como ministro de Economía, tendría la responsabilidad de restablecer la estabilidad en las finanzas públicas y eso significaría aplicar un presupuesto de emergencia en el que tendríamos que aumentar los impuestos y recortar el gasto", insiste Osborne.
Rebelión de 57 diputados conservadores
Estos planes salen a la luz cuando se intensifica la campaña para la consulta de la próxima semana y los rupturistas avanzan en los sondeos. Los partidarios del Brexit tienen una ventaja de unos siete puntos frente a la que defienden la permanencia británica en la UE.
“Los partidarios del brexit quieren completar la retirada de la UE para 2019“
Los que abogan por la salida del Reino Unido de la UE confían en completar la retirada del bloque europeo para 2019, si gana el referéndum, según Chris Grayling, representante del Gobierno en la Cámara de los Comunes del Parlamento.
Ante la advertencia de Osborne, 57 diputados conservadores -entre ellos el exministro de Trabajo Iain Duncan Smith y el extitular de Defensa Liam Fox- calificaron en una declaración conjunta de "increíble" que el titular del Exchequer haga este tipo de amenazas frente al referéndum.
"Es absurdo decir que si la gente vota por recuperar de la UE el control (de sus asuntos internos), él quiera castigarla de esta manera. No creo que sea posible que encuentre apoyo en el Parlamento con estas propuestas de recortes para el NHS", señala la nota.