El primer ministro británico, David Cameron, ha advertido este martes del peligro que representa el 'Brexit' en una de las citas más esperadas de la campaña para el referéndum del 23 de junio sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), el debate televisivo contra el líder del eurófobo Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP), Nigel Farage.
"Hay un extraordinario consenso alrededor de esta cuestión. Nueve de cada 10 economistas, el Banco de Inglaterra y el FMI dicen que salir de la UE sería una conmoción para la economía, reduciría los salarios y abriría potencialmente una recesión", ha expresado Cameron durante su intervención.
Cameron y Farage han respondido en dos turnos a las preguntas del público, que les ha cuestionado sobre las consecuencias que tendría romper con Bruselas para la industria británica, el mercado laboral y la sanidad pública, entre otros asuntos.
La inmigración, una de las bazas de Farage
El líder de UKIP, que en las últimas elecciones generales, en mayo de 2015, obtuvo cerca de cuatro millones de votos, ha aprovechado uno de los actos con más visibilidad de esta campaña para subrayar los aspectos negativos de la inmigración europea: "Nuestro mercado laboral sufre un exceso de oferta dramático y eso ha hundido los salarios en los últimos años", ha argumentado.
Para Farage, la salida de la UE puede ser la "última oportunidad" de Reino Unido para tomar las riendas de su política de inmigración.
Cameron ha respondido a las críticas del líder de UKIP y ha reconocido que la llegada de inmigrantes es un "reto importante" para el país. Sin embargo, el control de las fronteras no debe anteponerse a los beneficios para la economía que a su juicio proporciona la permanencia en la Unión Europea.
"Hay buenas y malas maneras de controlar la inmigración. Una buena forma es decir que la gente puede venir, pero que tienen que pagar antes de recibir", ha explicado el jefe del Gobierno, que ha defendido las reformas pactadas con sus 27 socios comunitarios en febrero, que permiten a Londres limitar las ayudas disponibles para los europeos recién llegados a las islas británicas.
"Bruselas sigue necesitando reformas. Francamente, no me gusta mucho el Parlamento europeo. Pero la pregunta es ¿Estamos mejor fuera o dentro?", ha reflexionado Cameron, que ha argumentado que el Reino Unido debe seguir en la UE para "luchar" por sus puestos de trabajo, sus inversiones y su seguridad. El primer ministro además ha acusado a los partidarios del 'Brexit' de estar dispuestos a "sacrificar puestos de trabajo" a cambio de abandonar la Unión.
El lider 'tory' también ha mostrado su preocupación por la posibilidad de que el voto por abandonar la Unión pueda precipitar un segundo referéndum sobre la independencia de Escocia y se produzca una "ruptura" del país.
El referéndum divide al Partido Conservador
Cameron también ha querido subrayar que la campaña por la permanencia ha servido para "dejar a un lado las diferencias" entre actores normalmente enfrentados, como el Partido Conservador, la oposición laborista, los sindicatos y representantes empresariales.
Sin embargo, la formación del primer ministro está dividida. El exalcalde de Londres Boris Johnson se ha erigido como líder oficioso de los partidarios del 'Brexit' y ha subrayado su perfil como candidato a suceder a Cameron al frente de la formación.
Johnson ha criticado este mismo martes que Farage haya sido el elegido para contraponer sus argumentos a los del primer ministro y ha pedido a Cameron que reconsidere su negativa a participar en cualquier debate o entrevista conjunta con los miembros de su partido que se han alejado de la postura oficial del Gobierno, partidario de seguir en la UE.
A poco más de dos semanas para la consulta sobre la UE, algunas encuestas publicadas en los últimos días apuntan hacia una ventaja del bando del 'Brexit'.