El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha subido a la tribuna de oradores con la llama viva del incendio creado por las duras acusaciones de Podemos contra el PSOE, el PP y hasta con expresidentes del Gobierno como Felipe González y ha invocado en su discurso en el debate de investidura de Pedro Sánchez el espíritu de la Transición en un Congreso donde "hombres de Estado" dieron a España "los mejores años de su historia" y ha pedido estar a la altura.
Rivera no renuncia a que PP, PSOE y Ciudadanos formen un acuerdo, pero ha dejado claro que el orden de los sumandos sí importaría en esta aritmética, y no pasa por que los 'populares' comanden una coalición constitucionalista mientras Rajoy esté al frente.
Así, aunque reconoce al PP méritos como la reducción del déficit y que cuentan con "personas muy válidas", niega al actual presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, de modo que fija la posición de su partido en caso de que Sánchez no saliera investido presidente, no renegando del PP pero sí de su actual líder.
El líder de Ciudadanos ha pedido a los dirigentes del PP "coraje y valentía" para "sumarse a la nueva etapa" abierta tras las elecciones generales, al tiempo que considera a Rajoy fuera de esta.
"Con todo lo que ha hecho y con todo lo que no quiere hacer, demuestra que se acabó un tiempo. Ahora hay que tender puentes con la oposición o con el gobierno", ha dicho a un Rajoy que salió del hemiciclo después de usar un turno de réplica por alusiones para defender que él no ganó las elecciones del 20D para hacer presidente a Sánchez.
"¿Me puede dar al menos una razón para que usted lidere este nuevo tiempo político si no quiere hacer nuevas reformas?", le había interpelado Rivera. "Usted no es creíble para liderar esta nueva etapa política, porque no cree que España tenga que ser reformada. Es hora de hombres y mujeres de acción".
"El fracaso no es una opción"
Por lo demás, aunque las partes no parecen proclives al acuerdo en absoluto, Rivera llama al pactismo con un sentido de trascendencia histórica, con "sentido de Estado". "El fracaso no es una opción, la única opción es salir con un gobierno y con reformas debajo del brazo", ha dicho el líder de un partido con 40 diputados, insuficientes para formar un gobierno, sea con el PSOE o con el PP al frente, sin la aquiescencia de un tercer partido.
"Necesitamos cambios, no hemos venido aquí para que todo siga igual", ha dicho Rivera, algo afónico al principio y armado con unas cuantas notas como discurso. "Sin gritos, sin insultos, sin lecciones morales, sin carnets de demócrata", el líder del partido naranja ha pedido "ponerse las pilas" y trabajar "para los jefes, que son los ciudadanos españoles".
Con un tono muy conciliador y deliberadamente centrado, citando a Winston Churchill, Adolfo Suárez y las democracias más prestigiosas de Europa por estas latitudes, como la alemana, la sueca o la danesa, Rivera ha augurado que "a los que piensan que esto es de blanco y negro, dan lecciones a los demás y piensan que son muy importantes, les va a ir mal", refiriéndose así los discursos anteriores de Rajoy, Sánchez e Iglesias.
Y también ha barrido para casa intentando destacar los méritos de su partido. "Ciudadanos podía haberse quedado en un rincón, recién llegados a esta Cámara, comiendo palomitas desde la tribuna mientras pelean rojos y azules; pero nosotros hemos bajado a la arena". "Prefiero ser útil para los españoles y poner en marcha las reformas a ser alguien importante", ha sentenciado.
"Me importa menos quién es el presidente de España y me importa más España", ha enunciado y ha preguntado retóricamente a los diputados: "¿Alguien de ustedes tiene mayoría absoluta? ¿Alguien de ustedes puede gobernar sin ponerse de acuerdo con el que tiene al lado?".
Réplicas a los ataques de Podemos
De todos modos, llegado el momento, no escatimó ironías y, en especial, críticas directas a Pablo Iglesias, diciéndole que él prefiere un economista como Luis Garicano para elaborar una política económica o reprochándole sus ansias de copar ministerios y organismos como el CNI, la Policía, la Guardia Civil, el BOE, el CIS. "Todos temas sociales, como todo el mundo sabe", ha apostillado.
Siguiendo en esta línea, Rivera le preguntó al líder de Podemos si, como reparte carteras, le va a dar el Ministerio del Interior a Otegi, puesto en libertad el martes tras una condena de seis años y medio de prisión por tratar de reconstruir la ilegalizada Batasuna siguiendo órdenes de ETA.
"Llámeme clásico pero prefiero a un economista de la London School of Economics que a Monedero para llevar la economía en España", tras criticar que a Iglesias le gustan más otros escenarios como "subir los impuestos, machacar a la clase media o salir del euro", y le ha citado el ejemplo de Grecia y "su amigo Tsipras".
"Al señor Iglesias le he visto indignado por que no haya asalto al poder. Entiendo que no le guste, pero acéptelo", ha dicho dirigiéndose a un político con el que compartió el mensaje del cambio y del que ahora le separan muchas más cosas. "No digo que se sumen al pacto, pero al menos déjennos que trabajemos por España y respeten un acuerdo que representa a nueve millones de votantes".
Con su padre atento viéndole desde la tribuna de invitados, Albert Rivera también se puso a hablar en catalán y cuando fue interrumpido con un 'Visca Catalunya lliure!' (¡viva Cataluña libre!), respondió al tendido con un "sí, libre de corrupción".
Templando las formas tras las críticas
Antes de que subiera a la tribuna de oradores, Rivera ya se había llevado una retahíla de alusiones nada amables de Pablo Iglesias, que, previo reconocimiento de su habilidad política y su admiración por tener "virtudes de Lakoff y de Maquiavelo", espetó al líder de Ciudadanos que representa la "peor" de las tradiciones políticas, que es una "marioneta de los poderosos", que no tiene más ideología que su cercanía con el poder y que "sería líder del Konsomol en la Unión Soviética [las juventudes del PCUS] y jefe de escuadrón de la posguerra".
"Cuídese de la naranja mecánica", recomendó Iglesias a Sánchez asociando el color de partido de Ciudadanos con la novela de Anthony Burguess adaptada al cine por Stanley Kubrick, "no dudará en entregarle al poder en cuanto tenga ocasión".
El líder de Ciudadanos, por su parte, acusó al de Podemos de no apoyar el pacto que han firmado PSOE y C's porque "no puede cumplir" con las confluencias que están dentro de su grupo y que piden un referéndum que, ha advertido, no piensan permitir.