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El jefe de Seguriber acusa también a Madridec de dar la orden para abrir el portón del Madrid Arena

  • Apunta a Francisco del Amo como la persona que dio la orden

  • Acusa a la Policía Local de no disolver el botellón del exterior

  • Afirma que Madridec le daba un trato de favor al promotor de la fiesta

RTVE.es / EFE
9 min.

El jefe de Seguriber durante la tragedia del Madrid Arena, Jose Antonio Díaz Romero, ha acusado a Francisco del Amo, coordinador de proyectos del departamento de operaciones de Madridec, de ordenar la apertura del portón por el que se colaron 3.000 personas procedentes del botellón en apenas veinte minutos.

Romero ha sido el primero de los responsables de Seguriber en declarar durante la quinta sesión del juicio por la tragedia del Madrid Arena, espacio propiedad del Ayuntamiento de Madrid donde el 1 de noviembre de 2012 una avalancha humana en medio de una fiesta de Halloween ocasionó la muerte de las jóvenes Belén Langdon, María Teresa Alonso, Katia Esteban, Rocío Oña y Cristina Arce.

En su escrito, el fiscal le acusa de dar la orden al vigilante de seguridad Segundo Pupuche para que abriera el portón, tras recibir una llamada de Del Amo, coordinador de proyectos del departamento de operaciones de Madridec, quien previamente lo había acordado con el número 2 de Diviertt, Santiago Rojo.

Sin embargo, la semana pasada, el propio Francisco del Amo negó tajantemente que diera la orden. También los responsables de Diviertt habían apuntado al coordinador de Madridec de ser la persona que ordenó abrir el portón por el que se colaron muchos jóvenes justo antes de la avalancha.

Dos llamadas de Madridec

"Yo no vengo aquí a mentir, vengo a contar la verdad y la verdad fue que esa apertura fue autorizada por el señor Del Amo", ha asegurado el procesado.

Ha explicado que esa noche recibió dos llamadas de responsables de Madridec, pero que la principal de ellas fue la del portón. "Me llamó Del Amo a las 2.30 horas y me dijo que Rojo iba a pasar a dar la orden de abrir el portón", ha señalado el jefe de Seguriber, que cuando ha sido preguntado sobre si conocía que ese portón era una salida de emergencia ha dicho: "es una orden que me da mi jefe el señor Del Amo".

Ha considerado que la apertura "fue acertada" porque "cuando ocurre la tragedia la gente ya esta dentro" y que sirvió más para que los asistentes salieran "sin ningún problema".

Nunca recibió formación en planes de evacuación

Díaz Romero ha revelado que nunca ha recibido formación en planes de evacuación ni en simulacros para el Madrid Arena. "Conocía parcialmente el plan de autoprotección, no he recibido formación en evacuación y no hemos hecho nada de simulacros de seguridad en caso de evacuación", ha asegurado.

Asimismo, ha dicho que los trabajadores de Kontrol 34 -la empresa de seguridad exterior contratada por Diviertt- se ocupaban de controlar el acceso porque ellos no son personal de seguridad sino que son "porteros, vulgarmente machacas".

El acusado ha afirmado que no notó un número alto de personas entrando al recinto y que no vio cómo se desviaba a la gente a la pista. Tampoco le comunicaron el aforo: "nada de nada", ha dicho.

Ahora bien, ha revelado que escuchó por walkie como Del Amo ordenó que la requisa se agilizara. "Había solicitado que la requisa fuera más liviana y si Paco del Amo lo autorizaba, que procediera", pero ha matizado que esa orden no se cumplió.

Insuficiente seguridad exterior

Igualmente, ha reconocido que el operativo de seguridad exterior se redujo en número de vigilantes y perros y que, por lo tanto, el dispositivo no era suficiente: "No, se queda corto", ha añadido.

También ha admitido que en el recinto había muchas carcasas en lugar de cámaras de seguridad y que una de ellas estaba en el vomitorio donde se produjo la avalancha mortal.

Sobre este asunto, ha asegurado que no se enteró hasta pasadas las cuatro de la mañana cuando vio una ambulancia y se dio cuenta de que "algo pasaba" ya que nadie le comunicó nada antes.

Acusa a la Policía Local de no disolver el botellón

El acusado se ha referido también a la actuación policial al considerar que el dispositivo "era menor que en otras ocasiones" y ha responsabilizado a la Policía Municipal del botellón en el estacionamiento, donde Madridec siempre cobra diez euros por entrar.

"Había botellón en el parking y la Policía Municipal no intervino para disolverlo", ha precisado el jefe de Seguriber, que ha dejado claro que los agentes "lo vieron todo".

El procesado ha explicado que justo antes de la apertura de las puertas estuvo presente en la inspección con la Delegación del Gobierno y que no recuerda que nadie entrara en la enfermería del pabellón, que había cambiado de sitio y que era un cuarto "cerrado que no tenía ventilación".

Por último, ha afirmado que cuando no hay un evento depende del departamento de Seguridad de Madridec y que cuando existe un espectáculo pasa a estar bajo la tutela del departamento de operaciones. Ha añadido que en caso de tener un problema avisaría a Del Amo y al técnico de operaciones y jefe de emergencias de Madridec, José Ruiz Ayuso.

Trato de favor a Flores

Además, Díaz Romero ha asegurado que Madridec daba un trato de favor al promotor Miguel Ángel Flores porque le permitía de todo, desde hacer botellón en el parking hasta dejar el escenario puesto para el evento siguiente.

Díaz Romero ha respondido a una pregunta del abogado de Flores respecto a qué datos dispone para asegurar que su cliente recibía un trato de favor de la empresa municipal Madrid Espacios y Congresos (Madridec).

Y ha enumerado: "En el parking cuando hay fiesta se le permite botellón, uso de instalaciones cuando no tiene por qué, mete material sin tener por qué utilizar el pabellón y deja montado el escenario de un evento a otro". "Esas cosas a otro promotor no le dejan", ha subrayado.

Sin saber de la avalancha hasta las 6.00 horas

El coordinador del plan de seguridad de Seguriber, Juan José Paris Nalda, ha afirmado este miércoles que se enteró de la avalancha a las 6.00 horas -esta se había producido a las 3.30 horas-- porque se lo comunicaron "altos cargos de Madridec". Así lo ha indicado Paris Nalda en su declaración.

A pesar de que se enteró a esa hora de lo ocurrido, ha señalado que, junto a otros miembros de Seguriber, entre ellos el vigilante de cámaras, vieron a una joven tumbada en el suelo, la tomaron el pulso y "viendo que no tenía" la llevaron al botiquín.

Allí, según su relato, entraron, vieron una camilla, y salieron porque detrás de ellos "había más gente", aunque no recuerda si llevaban más víctimas. Paris ha afirmado que llegó el día de la tragedia sobre las 21.00 horas al Madrid Arena. Una vez allí ha indicado que tuvo conocimiento de que se indicó que la requisa "se aliviara", ya que lo había ordenado Francisco del Amo.

"Se dijo que no, y se argumentó que si lo había pedido Del Amo se tenía que hacer", ha afirmado. Aún así Paris Nalda ha puntualizado que la requisa "continuó de la misma forma".

En este sentido ha señalado que podía recibir órdenes tanto Del Amo como del subdirector del departamento de seguridad, Rafael Pastor. "Hasta el inicio del acto la seguridad depende del departamento de Seguridad, después depende del departamento de Operaciones", ha indicado.

Tampoco tenía formación en seguridad

Al igual que Díaz Romero, ha negado haber recibido formación en seguridad o simulacros de evacuación. También ha afirmado desconocer el aforo del recinto y que el mismo se podía establecer por plantas.

Respecto a cuáles eran las salidas de emergencia, ha indicado que eran "el túnel de pabellón de cristal, muelle mónico y el portón de mercancías de cota cero". Paris ha señalado que esas puertas estaban "liberadas" desde las 8.00 horas de ese día, al comienzo del montaje de la fiesta, para que "una persona que no conozca la instalación pueda abrirla". El acusado ha indicado que a todos los miembros de seguridad, 38 en total, "se les dan indicaciones".

También ha sido requerido sobre la función del vigilante de cámaras, Roberto Mateos -acusado de ausentarse toda la noche de su puesto de trabajo--, quien debía velar porque "todo el sistema funcionara" y que estuviera "atento" por si había que establecer el sistema de autoprotección. Si se ausentaba del puesto, le debía sustituir "el ronda de llave".

Ha afirmado conocer el plan de autoprotección del recinto municipal, y ha señalado que de las dos personas que deben estar en las salidas de evacuación, una debe ser miembro de Seguridad y la otra puede ostentar cualquier otro cargo. El acusado ha criticado el "muy escaso" número de vigilantes de la macrofiesta.

Sobre la apertura del portón

El coordinador de Seguriber ha sido requerido sobre la apertura del portón y ha afirmado que no escuchó a Del Amo dar la orden, pero que sí escuchó a Díaz Romero dar la comunicación de que "por orden de Francisco del Amo había que abrir el portón de cota cero". "Cuando Santiago Rojo llegara a esa zona, había que abrir el portón", ha puntualizado.

Cuando vieron que las puertas del 'muelle mónico' estaban abiertas, las dejaron igual, ya que "al ser puertas de cristal se podían haber producido daños". Ha indicado que el flujo de personas que entraba por esa vía no era excesivo. En este sentido ha dicho a la fiscal Ana Muñoz que el aforo lo debe controlar "el promotor del evento", Miguel Angel Flores. Respecto a los vomitorios, ha afirmado que estos estaban cerrados "pero sin llave".

Al ser preguntado por el botellón que se realizaba en el párking del recinto, Paris Nalda ha señalado que este había sido desalojado "en otras ocasiones", pero no así durante la trágica noche, donde había "entre tres y cuatro vehículos de policía", una cantidad que ha calificado como "poquísima".

El acusado ha respondido a la defensa de la familia de Rocío Oña que no podía identificar a la persona que movió las vallas que facilitaron la entrada por muelle mónico. Le dijeron que "personal de la organización" había abierto esas puertas, a pesar de que "teóricamente" no tenían competencia para ello.

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