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Hermida, todo empieza y acaba en la Luna

JAIME GUTIÉRREZ
6 min.

Primero periodista de prensa y luego de televisión, Jesús Hermida (Ayamonte, 1937)fallecido este lunes a los 77 años, fue un profesional hecho a sí mismo, que basaba sus aciertos y sus errores en la coherencia, la pasión y la ilusión, tres preceptos que le ayudaron a crear un estilo propio, curioso, imaginativo y barroco que algunos han bautizado como ‘hermidismo’ y que él mismo definía como la única manera en que supo contar las cosas. Una manera de narrar que trajo el color a la pequeña pantalla cuando la emisión todavía era en blanco y negro.

Hermida fue el primer corresponsal de TVE en Nueva York, el primero en narrar sus crónicas con el skyline de la gran manzana a sus espaldas y el encargado en contar a España la llegada del hombre a la Luna.

Pero también fue el gran creador de las mañanas en esta casa, presentó Telediaros, dio su primera oportunidad a grandes profesionales, entrevistó a los principales personajes del siglo XX, ganó dos TP de Oro, tres Antenas de Oro, tres premios Ondas, el premio de la ATV y el premio Nacional de Televisión en 2012, y fue uno de los fundadores y primer presidente de la Academia de las Ciencias y las Artes de la Televisión.

Este lunes Hermida se ha marchado rodeado de su familia y sus amigos víctima de un infarto cerebral y aunque ya hacía tiempo que se había apartado del medio al que amó profundamente siempre estuvo disponible cuando le llamaban. “Vete para que te echen de menos, no te quedes para que te echen de más”, sentenciaba.

Periodista por vocación

Con una gabardina y una boina, así abandonó a los 17 años Hermida su Huelva natal para buscarse la vida en Madrid muy a pesar de sus padres, un ama de casa andaluza y un marino gallego a los que siempre agradeció que le permitiesen perseguir su sueño.

Trabajando en una oficina para salir adelante, en 1956 comenzó a estudiar Filosofía y Letras al tiempo que inició su carrera como redactor en el diario de Acción Católica Signo. De los filósofos a la Escuela de Periodismo y de allí a Europa Press, La Actualidad Española y Pueblo, en 1966.

“Para mí ha sido el mejor recuerdo”, reconocía el periodista en un entrevista con Juan Manuel Vidal en la que recordaba los años en la redacción de la calle Huertas, la gloria de los primeros artículos publicados, la camaradería en el café Gijón… “el periodismo en su estado más romántico”.

Hincha del Recre, el Atleti y la Selección, aunque poco amante de la prensa deportiva, el joven Hermida aprendió en aquellos años un oficio que luego supo trasladar al medio catódico.

Corresponsal en Nueva York

En 1968, el periodista se hizo cargo de la corresponsalía de TVE y RNE en Nueva York y cambió la boina por el sombrero. “Ha sido el año de los años, un tiempo vertiginoso”, explicaba a Alberto Gordo en Época este coleccionista de una prenda que vinculaba a los periodistas de las películas estadounidenses, con la acreditación en la cinta que él también lució algunas veces.

De ese mayo a los asesinatos de Luther King y Robert Kennedy, el Watergate, que recordaba como uno de los momentos más destacados de su carrera, o la Guerra de Vietnam. “Fue algo que me tocó, sin mérito alguno”, reconocía el onubense que declaraba haber tenido “la gran suerte en la vida” de que todo o casi todo le ha llegado porque se lo han pedido.

Así, encadenando las casualidades con el trabajo y el esfuerzo, llegó al 21 de julio de 1969 en una cuarto adyacente al centro de operaciones de la NASA. Desde allí, junto a otro puñado de periodistas de medios europeos y a través de un minúsculo monitor en blanco y negro, Hermida tradujo el lenguaje técnico de los astronautas para narrar la épica llegada del hombre a la Luna.

Mi única preocupación era que no se cortara la línea”, desmitificaba el periodista que reconocía que fue más tarde, cuando salió a la explanada de Cabo Cañaveral y miró al cielo, cuando se emocionó con la grandeza del acontecimiento que acababa de narrar.

¡No más Luna, por favor!

Años después, cuando RTVE conmemoraba el 40 aniversario de este pequeño paso para el hombre con la colaboración de Hermida, el periodista dijo basta. “¡Se acabó! ¡No más Luna, por favor!”, exclamó antes de decidir su retirada del medio.

Crónicas de Jesús Hermida sobre el espacio (1970)

Creador de formatos y descubridor de talentos

Pero antes de esto vino su regreso a España, en 1978, para dirigir y presentar en la segunda cadena el espacio de información internacional Pasaporte; las entrevistas en profundidad en el programa semanal De cerca (1980); Crónica 3 (1981), donde coincidió con Rosa María Mateo o Alejandro Gómez Lavilla; y Su turno, programa en el que importó el debate televisivo que se hacía en EE.UU.

Tras un periodo de excedencia en el que trabajó en Antena 3, Hermida regresó a TVE con la misión encomendada por su amiga Pilar Miró de reformar las emisiones matinales con Por la mañana. “Estaba chupado porque no había nada y yo conocía muy bien al público de las mañanas”, relataba el periodista.

En estos años, Hermida se convirtió en el descubridor de talentos del periodismo nacional. Relanzó la carrera de María Teresa Campos y descubrió a Nieves Herrero, Irma Soriano, Patricia Ballestero, Miriam Díaz Aroca, Consuelo Berlanga… hasta el punto de acuñarse el término de “chicas Hermida”, que el periodista detestaba.

“Yo me niego a reconocer el término, porque esas mujeres, que desarrollan su vida profesional, que se lo han ganado todo, no tienen por qué ser chicas de nadie”, protestaba el periodista que solo se atribuía el mérito de haberles dado su oportunidad.

Cronista antes que escritor

En junio de 1991 dejó TVE para iniciar una nueva etapa en Antena 3 televisión, canal privado en el que dirigió y presentó varios espacios y fue director de Imagen, director de Nuevos Proyectos, director de Programas de Producción Propia y asesor del entonces presidente del canal, Antonio Asensio.

Desde entonces, cuando decidió colgar el sombrero en la percha con un lanzamiento como tantas veces había visto en el cine, sus apariciones se redujeron a especiales como el documental Nosotros, sobre los entonces príncipes Felipe y Letizia; la producción de Nuestra mejor canción o la presentación de La imagen de tu vida, todos en TVE; el especial Palabra de Beatles, en RNE, y el que sería su último trabajo para televisión, la entrevista al rey Juan Carlos, la primera que concedía en 12 años, emitida el 4 de enero de 2013 en La 1 con motivo del 75 cumpleaños del monarca.

En su haber también quedan libros como Apolo: Un bozal a las estrellas (1973) y El pueblo contra Richard Nixon (1974), de su etapa americana, y Yo abdico (2014), coordinado por Nieves Herrero y en el que Hermida colaboró con su particular “cuaderno de bitácora” sobre su relación con el rey Juan Carlos.

Antes cronista que escritor, se negó a escribir memorias pese a las múltiples insistencias y siempre declaró que solo dejaría su historia manuscrita a su viuda Begoña Fernández con la confianza en que nunca la publicaría.

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