Las potencias occidentales han vuelto a responsabilizar a Rusia de la inestabilidad en el este de Ucrania y dicen estar ultimando una nueva ronda de sanciones solo una semana después del acuerdo de Ginebra que debería haber rebajado la tensión.
En una conversación telefónica, el presidente francés, François Hollande, el estadounidense, Barack Obama, la canciller alemana, Angela Merkel, y los jefes de Gobierno de Gran Bretaña, David Cameron, e Italia, Matteo Renzi, “han instado a una reacción rápida del G7 y han planteado la adopción de nuevas sanciones por parte de la comunidad internacional contra Rusia", ha informado este vienres la Presidencia francesa en un comunicado. El G7 es el grupo de potencias que integran esos cinco países junto a Canadá y Japón.
Previamente, Obama ya había anunciado que tenía listas nuevas sanciones contra Rusia que iba a consultar con sus socios europeos.
En esa conversación, siempre según el Elíseo, los líderes han coincidido en la necesidad de hacer "efectivo" el acuerdo de Ginebra del pasado 17 de abril "para permitir una salida de la crisis y prevenir la degradación de la situación sobre el terreno".
Los acuerdos logrados entre Rusia, EE.UU., Ucrania y la Unión Europea en Ginebra establecían el desalojo de los edificios públicos por parte de los separatistas en el este ucraniano, bajo los auspicios de enviados de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE).
El pacto también contemplaba el desarme de todos los grupos armados en Ucrania (también los que tuvieron un papel destacado en el cambio de régimen en febrero) y la amnistía de aquellos que participaron en los desórdenes registrados en el este del país sin cometer crímenes.
Unión energética
Por su parte, Berlín también ha informado de la enésima conversación sobre la crisis mantenida entre Merkel y el presidente ruso, Vladímir Putin, en la que la canciller le ha acusado de no cumplir su parte en el acuerdo.
Merkel ha precisado que las sanciones de las que hablan son "del nivel dos", esto es, bloqueos de cuentas y denegación de visados, informa Efe.
La jefa del Gobierno alemán ha hecho estas declaraciones justo antes de reunirse con su homólogo polaco, Donald Tusk, uno de los líderes europeos más beligerantes con Moscú y que había propuesto crear una unión energética en la UE. Merkel ha dicho que apoya "en principio" la idea, pero ha añadido que es preciso discutir su articulación concreta, dejando entrever las reticencias de Berlín a ese plan.