Rusia ha insistido de nuevo este martes en pedir la no intervención internacional en la crisis de Ucrania y en advertir de los peligros para la unidad territorial ucraniana que se derivan de dicha intervención.
"Es peligroso y contraproductivo intentar forzar a Ucrania a una elección sobre el principio de 'estás conmigo o contra mí'", ha dicho el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, en Moscú, tras una reunión con su homólogo luxemburgués, Jean Asselborn.
Lavrov ha asegurado que Rusia no intervendrá. "Hemos confirmado nuestra posición de principios de no intervención en los asuntos internos ucranianos y esperamos que todos se ajusten a esta lógica", ha dicho Lavrov.
El ministro ruso ha advertido que en esta etapa "no hay que intentar conseguir ciertas ventajas coyunturales unilaterales" y ha instado a que todas las partes contribuyan a calmar la situación.
Este martes, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, se ha reunido con el Consejo de Seguridad del país para estudiar la situación en Ucrania, según ha informado el Kremlin. En el encuentro presidido por Putin participaron Lavrov, el primer ministro Dmitri Medvédev, el jefe de Administración presidencial, Serguéi Ivánov, así como los responsables de Defensa, Seguridad, Interior y Espionaje y los presidentes de ambas cámara del Parlamento.
El lunes, Medvédev cuestionó la legitimidad de las nuevas autoridades ucranianas, nacidas, según dijo, de una "insurrección armada".
Además de lazos culturales, históricos y económicos con Ucrania, Rusia mantiene en Sebastopol, en la península de Crimea, la base de su flota del Mar Negro.
La UE, dispuesta a dialogar con Rusia
Desde la Unión Europea (UE), varias voces han insistido en que la intención de los Veintiocho no es enfrentarse con Moscú a cuenta de Ucrania.
"No hay que oponer a Rusia con la UE", ha declarado el ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius en una entrevista a la cadena de televisión pública France 2.
"Hay que dejar que Ucrania trabaje a la vez con Rusia y con la UE", ha dicho Fabius, quien ha destacado los contactos tanto del presidente francés, François Hollande, como de la canciller alemana, Angela Merkel, con Putin.
Por su parte, el presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, ha pedido a Moscú que sume esfuerzos con los Veintiocho por una Ucrania "unida y estable".
"Los vientos de cambio llaman a la puerta de Kiev", ha señalado Barroso ante el Parlamento Europeo en su primera alocución ante los eurodiputados tras el cambio de poder en Kiev. "Queremos una Ucrania con buenas relaciones con sus vecinos orientales y occidentales", ha insistido Barroso.
También la responsable de la Política Exterior común, Catherine Ashton, ha pedido la colaboración de Moscú y ha pedido a los nuevos dirigentes ucranianos que formen un Gobierno inclusivo que haga realidad las aspiraciones democráticas de la población.
Disputa por las elecciones del 25 de mayo
A pesar de las declaraciones de uno y otro lado llamando a la calma, los motivos de fricción entre Rusia y la UE son numerosos, y comienzan por la propia convocatoria de elecciones.
El Parlamento ucraniano, que ha asumido el poder de facto en el país, ha fijado elecciones presidenciales para el 25 de mayo. Mientras la UE da por buena dicho fecha, Lavrov considera que viola el acuerdo alcanzado el pasado viernes entre el presidente electo ucraniano, Víktor Yanukóvich, y la oposición parlamentaria, con la firma de los ministros de Exteriores de Alemania y Polonia. Rusia se sigue aferrando a dicho acuerdo pese a que los acontecimientos posteriores parecen haberlo superado.
Tras la destitución de Yanukóvich, Merkel y Putin acordaron que la integridad territorial de Ucrania debía ser protegida, pero las presiones internacionales en sentidos opuestos podrían exarcerbar las divisiones regionales y conducir al país a la ruptura: de un lado, las regiones del oeste, donde la oposición es mayoritaria y existe un sentimiento antiruso; y de otro las regiones del este y el sur (en especial, Crimea), granero de votos del Partido de las Regiones de Yanukóvich y con fuertes vínculos con Rusia.
Este mismo martes, el presidente interino nombrado por el Parlamento, Aleksándr Turchínov, tenía previsto reunirse con los responsables de las fuerzas de seguridad para hacer frente a "peligrosos signos de separatismo" en algunas regiones.