El dirigente opositor ucraniano, Vitali Klitschkó, ha pedido este jueves a los manifestantes prolongar hasta el sábado la tregua declarada en sus enfrentamientos con los efectivos antidisturbios para dar una oportunidad a las negociaciones con el presidente, Víktor Yanukóvich.
"Os pido una tregua, una tregua hasta mañana. Para evitar un derramamiento de sangre son necesarias las negociaciones. Entiendo que esto no es fácil", ha asegurado el opositor dirigiéndose a la multitud congregada en las inmediaciones del estadio del Dinamo Kiev.
La oposición ucraniana se divide ahora entre la decepción y la esperanza. Otro de sus líderes, Arseni Arseniouk, que había estimado que existían "fuertes posibilidades" de poner "fin al derramamiento de sangre", se ha mostrado mucho más moderado al dirigirse a los miles de manifestantes.
Klitschkó había asegurado que plantearía a Yanukóvich varias demandas. Entre ellas, la revocación de las controvertidas leyes que coartan la libertad de expresión y de reunión, que han entrado en vigor esta semana y que, según la oposición, convierten a Ucrania en un estado policial a imagen y semejanza de Bielorrusia.
Las autoridades se comprometen
Yanukóvich, según ha asegurado la oposición, se habría comprometido a ordenar a las fuerzas de seguridad que se abstengan de hacer frente a los manifestantes mientras la tregua siga en pie.
El líder del partido UDAR (Golpe) ha asegurado que las autoridades están dispuestas a poner en libertad a los más de cien detenidos durante los desórdenes de los últimos días, si los manifestantes respetan el cese de hostilidades.
A cambio, las autoridades han pedido a los opositores que condenen las acciones extremistas de algunos grupos y les han cuestionado sobre su capacidad para controlar a los manifestantes callejeros más radicales. En las negociaciones Además, también se ha abordado una posible amnistía y el desalojo de los partidarios de la oposición de los edificios públicos tomados a finales de 2013.
La iniciativa de negociación ha partido de Klitschkó, que se ha acercado a la línea de frente del estadio del Dinamo Kiev para pedir a los grupos más violentos que dejaran de desafiar a la policía hasta el final de la reunión con el presidente
División de opiniones en la oposición
El anuncio de Klitschkó ha sido recibido por los miles de opositores congregados en la calle Grushevski con división de opiniones, ya que algunos sectores consideran que la única vía de solución es la lucha callejera sin cuartel contra la policía.
En su comparecencia, que ha llegado tras una reunión de varias horas con Yanukóvich, el popular boxeador ha insistido en que los principales objetivos de la oposición siguen siendo "la dimisión del presidente y del Gobierno".
"Sólo ha sido la primera ronda de negociaciones. Yo no quiero a estas autoridades, pero tampoco deseo un derramamiento de sangre", ha asegurado, segúin refleja la prensa local.
Antes de reunirse con los opositores, Yanukóvich pareció hacer una tímida concesión al proponer que la Rada Suprema (Legislativo) celebre una sesión extraordinaria la próxima semana para debatir la continuidad del Gobierno.