La cumbre entre la Unión Europea (UE) y las repúblicas exsoviéticas del Este de Europa ha concluido, tal y como se esperaba, sin la firma de un acuerdo de asociación entre la UE y Ucrania.
La negativa de Ucrania, el país más importante, por peso económico y estratégico, de la llamada Asociación Oriental, ha enturbiado las relaciones entre Rusia y los líderes de los 28, que culpan a Moscú de presionar a Kiev.
Mientras, en Kiev, las movilizaciones de partidarios y detractores de la asociación con la UE se han repetido este jueves en distintos puntos de la capital ucraniana. Unos diez mil partidarios del oficialista Partido de las Regiones se han concentrado en la plaza de Europa en un mitin en apoyo del presidente ucraniano, Víktor Yanukóvich, y de su postura de pedir ayuda económica a la UE para firmar un Acuerdo de Asociación. Entretanto, unas 1.500 personas se manifestaban en la plaza de la Independencia de la capital ucraniana en apoyo de la vía hacia la integración del país en la Unión Europea.
La oposición ucraniana ha salido a las calles en los últimos días para acusar al Gobierno de plegarse a las presiones rusas. Este viernes se espera otra concentración en la capital.
La puerta "sigue abierta", según la UE
El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, se ha mostrado confiado en que "tarde o temprano" se firme un acuerdo, pero con las mismas condiciones. "La puerta sigue abierta. Y las condiciones para la firma son las mismas" ha insistido.
Bruselas mantiene que el plantón ucraniano se debió a las presiones de Rusia, que advirtió de que en caso de se firmara el acuerdo tomaría medidas proteccionistas para impedir el acceso de los productos a su mercado.
En este sentido, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha descartado la propuesta de Yanukóvich, sobre la posibilidad de que Rusia se sume a la negociación bilateral entre Bruselas y Kiev.
"No es necesario ningún formato trilateral para las negociaciones. Los tiempos de las soberanías limitadas en Europa se han acabado", ha aseverado Barroso, que ha calificado de "absolutamente inaceptable la participación de terceros en una negociación bilateral".
El presidente del Consejo Europeo ha subrayado que la UE no acepta "cortapisas de Rusia a las relaciones con sus socios orientales".
"Más de una vez hemos dicho que las acciones de Rusia en relación a los países de la Asociación Oriental no se corresponden con cómo se llevan las relaciones internacionales en el siglo XXI", ha recalcado.
A su vez, la presidenta lituana y anfitriona de la cumbre, Dalia Grybauskaite, ha puesto nueva fecha en la que Ucrania podría firmar el acuerdo con Bruselas: la próxima cumbre de la Asociación Oriental que se celebrará en Riga (Letonia), en el primer semestre de 2015, cuando el vecino báltico de Lituania asuma la presidencia rotatoria de la UE.
Por último, el presidente español, Marino Rajoy, ha mostrado su "decepción" por la postura ucraniana. "El compromiso de la UE con Ucrania ha sido constante, siendo el mayor donante de fondos", ha recordado Rajoy. "Mantenemos la mano tendida", ha añadido.
Nuevas exigencias económicas
Pese a que ya había anunciado que no firmaría el acuerdo, el presidente ucraniano, Víktor Yanúkovich, ha exigido este viernes en Vilna mayores compensaciones económicas para, según ha dicho, compensar los perjuicios para su país.
"Debido a las nuevas circunstancias económico-comerciales, Ucrania debe prepararse para las secuelas negativas del período inicial que, sin lugar a dudas, sentirán las capas más desfavorecidas de los ucranianos", ha asegurado Yanúkovich.
"Esto exige una labor conjunta sobre un programa de ayuda a Ucrania que nos permita prepararnos para la firma del acuerdo", ha subrayado.
Kiev cifra en 160.000 millones de euros el monto necesario sólo para homologar la legislación ucraniana a la europea, sin contar con el coste que supondría en dinero y empleo la pérdida del mercado ruso, y ha tachado de "limosna para un pedigüeño" los 1.000 millones de euros que Bruselas le ofreció como compensación.
Yanukóvich ha mencionado también la posibilidad de que Bruselas desbloquee tanto el programa europeo de apoyo presupuestario sectorial como las ayudas por parte de las instituciones financieras internacionales.
Sin embargo, la UE rechaza modificar sus condiciones. El presidente francés, François Hollande, ha calificado la petición de Yanúkovich de "inaceptable".
"No se puede, como hace ahora Ucrania, exigir una cantidad determinada, pedir que te paguen para que Ucrania se sume al Acuerdo de Asociación", ha declarado Hollande en Vilna.
Acuerdo con Georgia y Moldavia
Georgia y Moldavia sí han suscrito en Vilna sendos preacuerdos de asociación con la UE en una ceremonia solemne celebrada en el centro de congresos y exposiciones Litexpo.
"Este es un paso muy importante para el programa Asociación Oriental", ha dicho Grybauskaite, al inaugurar la ceremonia, a la que han asistido los presidentes de los Veintiocho y de las repúblicas exsoviéticas que forman parte de la Asociación: Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Georgia, Moldavia y Ucrania.
"Hoy es un día histórico", ha dicho el primer ministro moldavo Iure Leanca, quien ha destacado que su país ha sido siempre parte de Europa y este preacuerdo es una muestra de confianza en Moldavia.
Georgia, además del preacuerdo de asociación, ha firmado con la UE un acuerdo sobre gestión de crisis.
Por su parte, Azerbaiyán ha suscrito con la UE un convenio para la facilitación de visados.