La economía española se contraerá este año un 1,3% y registrará un débil crecimiento del 0,5% en 2014 -frente al 0,7% que prevé el Gobierno y al 0,9% que adelantaba el Ejecutivo comunitario en sus previsiones de primavera- antes de acelerarse hasta el 1,7% en 2015, según las previsiones de otoño publicadas este martes por la Comisión Europea. En ellas, Bruselas avisa de que "los grandes ajustes que aún necesita" España "ralentizarán la recuperación".
De hecho, en su capítulo sobre España (titulado Regreso al crecimiento positivo, ver documento en inglés en .pdf), el Ejecutivo comunitario justifica su rebaja de cuatro décimas en el crecimiento, en que el pasado mayo, "los ajustes fiscales incluidos en las previsiones actuales todavía no se habían tenido en cuenta". Lo mismo argumenta de cara a 2015, año para el que sugiere de forma indirecta que no se alcanzará el aumento señalado ahora del 1,7% del PIB, ya que ese cálculo se basa en que no cambien las políticas actuales, y ese cambio debe producirse, según Bruselas.
"Se espera que España vuelva al crecimiento positivo en el tercer trimestre" de este año, ha dicho en una rueda de prensa el vicepresidente de la Comisión y responsable de Asuntos Económicos, Olli Rehn, quien sin embargo, ha advertido de que se necesitarán "grandes ajustes" y ha recordado que "las reformas económicas son especialmente urgentes" para crear empleo.
Progresos en flexibilidad laboral y moderación salarial
Rehn ha calificado de "intolerable" el nivel del paro, aunque ha destacado que "parece haberse frenado" la destrucción de empleo en los últimos meses. "Las reformas estructurales en el mercado laboral se han mostrado importantes para frenar el aumento del paro", ha reconocido Rehn, quien ha remarcado que el paro es "el asunto crucial en España, sobre todo, por sus dolorosas consecuencias sociales".
Así, el documento europeo calcula que la tasa de paro bajará ligeramente desde el 26,6% de media prevista para este año (mejor al 27% estimado en las previsiones de primavera) hasta el 26,4% en 2014 -que coincide con lo calculado en mayo por Bruselas, pero por encima de la previsión del 25,9% del Gobierno-, tras lo que se reducirá al 25,3% en 2015.
En ese sentido, el comisario ha subrayado que, dentro del "elevadísimo" nivel de paro, es preocupante el crecimiento del porcentaje de parados de larga duración y el de los que cuentan con una baja y, "a menudo, inadecuada" capacitación.
Ha apuntado que, "aunque aún no pueden apreciarse efectos directos de la reforma laboral", "los últimos análisis muestran progresos considerables en varios frentes: flexibilidad interna, reducción de costes y moderación de los salarios". Por eso, ha incidido el comisario, "es importante que España mantenga el curso de esa reforma" y los ajustes para continuar con la consolidación fiscal y el control del desempleo.
Así, el vicepresidente económico recuerda que "lo más necesario" para luchar contra el paro es "la combinación, primero, de un crecimiento más alto a medio plazo que, en el caso de España, exige reformas económicas más amplias que apoyen el cambio de la economía hacia un nuevo modelo más sostenible, tras la irreal burbuja [inmobiliaria] y, segundo, por supuesto, un mercado laboral que funcione bien".
El déficit se dispara en 2015
En cuanto al déficit, la Comisión prevé que se cumpla el 6,5% (sin incluir el 0,3% de PIB que suponen las ayudas a la banca) marcado para 2013, y que incumpla los objetivos de 2014 y 2015, cuando se prevé también que la deuda pública supere el 104%.
Pese al cumplimiento previsto para 2013, el documento comunitario alerta de que "persisten considerables riesgos de empeoramiento" de ese dato. En ese punto, constata que "pese a las grandes medidas de consolidación que entraron en vigor en la segunda mitad de 2012, la mejora presupuestaria en el primer semestre de 2013 se ha limitado a 0,2 puntos porcentuales".
Respecto a 2014, indica que se incumpliría el objetivo marcado, ya que prevé que el desequilibrio entre ingresos y gastos sea del 5,9% (5,8% es el objetivo exigido), gracias a la prolongación de medidas tributarias que se preveía expirarán en 2013 y a que "la caída del paro y el cambio de la fórmula de indexación de las pensiones contribuirán a desacelerar el gasto social".
Esa desviación iría a más en 2015, cuando -"sin tener en cuenta eventuales medidas adicionales"- subirá con fuerza hasta el 6,6%, "muy lejos del objetivo" fijado del 4,2%. Según el informe de previsiones, para 2015, "todavía se mantiene para algunas medidas fiscales temporales que expiren en ese año, lo que deteriorará el balance presupuestario estructural y general".
En ese punto, el vicepresidente de la Comisión ha insistido durante la rueda de prensa que esas proyecciones para dentro de dos años se basan "en la hipótesis de que no hay un cambio de políticas. Es una extrapolación de las tendencias que hay ahora, sin incluir las medidas de consolidación que aún no se han establecido o que no se han detallado".
En el caso español, por ejemplo, no se tiene en cuenta la reforma fiscal global que está pendiente y que el Gobierno pretende definir antes del próximo verano.
"Se moderará la caída de la demanda interna"
Respecto a las previsiones por componentes de la economía, la Comisión destaca que "el principal conductor del crecimiento son las exportaciones", mientras que la demanda interna moderará su caída, ya que espera que los ingresos disponibles y el consumo privado vuelvan a crecer en 2014.
No obstante, la Comisión resalta que, a pesar de la mejora de la que se benefician la deuda soberana y los bancos en los mercados financieros, el crédito sigue contrayéndose y "las condiciones de financiación para hogares y empresas siguen siendo difíciles, especialmente para los prestatarios más pequeños".
En cuanto a la inversión en bienes de equipo, el documento apunta que se ve sostenido por "las robustas exportaciones y la necesidad de renovar maquinaria después de varios años de fuerte reducción en la inversión".
Por contra, apunta que el sector de construcción seguirá contrayéndose con intensidad y que "no hay todavía ninguna señal de estabilización en el mercado de la vivienda".
Respecto al paro, el documento señala que "se espera que se reduzca gradualmente hasta 2015, debido a que la población activa continuará bajando y la destrucción de empleo alcanzará un punto de inflexión a lo largo de 2014".
Sobre la productividad, la Comisión Europea avisa que se ralentizará en los próximos dos años, aunque reconoce que "la moderación salarial todavía permitirá mejoras en el coste laboral unitario nominal", es decir, en el coste por cada trabajador y hora.
En relación a la inflación, estima que se mantendrá baja "cuando desaparezca el impacto de las medidas fiscales tomadas en 2012", en referencia a la última subida del IVA. Esa estabilidad en los precios se apoya, según su análisis, en que "la demanda interna seguirá débil y los salarios no elevarán los costes de producción".