La economía española se contrajo un 0,1% en el segundo trimestre de 2013, con lo que mejoró en tres décimas el dato del primer trimestre, cuando cayó un 0,4%, en lugar del 0,5% contabilizado hasta ahora. Esa revisión al alza del dato del primer trimestre también ha repercutido en la tasa interanual, con lo que el PIB español acumula un retroceso del 1,6% entre junio de 2012 y el mismo mes de este año (hasta marzo pasado, acumulaba un retroceso del 2% en 12 meses), según los datos publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
De esta forma, España sigue en recesión y encadena ocho trimestres consecutivos de caídas, aunque parece que modera su contracción. Esta variación supone, según el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, una "inflexión en el ciclo" económico que puede llevar al final de la recesión en España si se confirma la tendencia.
"Las cifras que esperamos de crecimiento positivo para los próximos trimestres están entre el 0% y el 0,2%, de forma que esperamos cerrar el año en línea con las previsiones que teníamos para el conjunto del año: una caída interanual del -1,3%", ha precisado Latorre, quien ha recordado que esa estimación fue calificado como "muy optimista" por analistas y organismos internacionales.
Según los datos del INE, la mejora en la evolución se consiguió por el frenazo en la caída de la demanda nacional (el consumo de los hogares supone el 59% del PIB, según los últimos datos de 2012, por lo que cualquier variación es determinante para la evolución de la actividad económica) y el buen comportamiento de las exportaciones, que aportan el 32% del producto interior bruto (PIB).
Además, según el INE, el empleo cayó un 3,8% entre el segundo trimestre de este año y el del año pasado. Ese indicador es siete décimas menor al registrado un trimestre antes, lo que supone una reducción neta aproximada de 623.000 puestos de trabajo a tiempo completo en un año.
El consumo de los hogares frenó su desplome
Esa leve mejora se produjo gracias a que el consumo de los hogares frenó su desplome: la caída interanual del 4,3% en el primer trimestre se redujo a una del 3,2% a finales de junio. El INE explica que ese cambio fue consecuencia de "una mejora del comportamiento del consumo de bienes, más acusada en el caso de los bienes duraderos". Aquí hay que recordar que la liberalización de las rebajas permitió que gran parte del comercio empezase a aplicar descuentos en ese segundo trimestre.
Además, la oficina estadística asegura que la remuneración de los asalariados registró "una evolución menos negativa" que en trimestres precedentes, ya que los salarios bajaron un 5% respecto al segundo trimestre de 2012 (la reducción acumulada era del 5,9% hasta marzo) y se sitúan en un ritmo de descenso similar al que había hace un año (-5,1%).
También se frenó la caída libre de la inversión. Entre abril y junio, la formación de capital fijo caía un 6,4%, menos que el 7,5% que se hundía en el trimestre precedente, debido sobre todo a que la inversión en bienes de equipo (principalmente en equipos de transporte, porque el gasto en maquinaria se redujo) pasó de retroceder un 4,1% a crecer un 0,4% en tasa interanual.
Lo que sí profundiza su hundimiento es la inversión en construcción, que en junio retrocedió un 10,5% en comparación con el mismo mes del año anterior, frente al -10,2% que caía en tasa interanual en el primer trimestre.
El tercer capítulo contabilizado dentro en la demanda nacional, el gasto de las Administraciones públicas, también redujo su contracción: del -3,3% pasó al -2,4%.
Crecen las exportaciones y se recuperan las importaciones
Respecto a la demanda exterior -integrada por exportaciones e importaciones-, el INE subraya que contribuyó menos al PIB en el segundo trimestre que en el primero, debido sobre todo al fuerte aumento de las importaciones, que pasaron de caer un 4,8% a crecer un 3,1% en comparación con el período abril-junio del año pasado.
Este crecimiento de los bienes y servicios que se compran en el exterior se comió el buen comportamiento de las exportaciones, que se incrementaron un 9,2% respecto al segundo trimestre de 2012, una tasa que mejora en 5,6 puntos porcentuales la interanual del primer trimestre (3,6%).
Detrás del fuerte ascenso de las importaciones está la "aceleración" en las compras de bienes (pasaron del -5,0% al 4,6%), aunque también se produjo una desaceleración en la caída de las importaciones de servicios, que quedaron en -2% frente al –3,9% en el primer trimestre.
Mejora la aportación del sector primario y de los servicios
Si se analiza el comportamiento de la economía española en función del valor añadido generado por cada sector, llama la atención que casi todas las actividades ralentizaron sus caídas de valor.
Destaca sobre todo la recuperación de la agricultura y la ganadería -el llamado sector primario-, que redujo su contracción del -6,2% al -1,2%.
En cuanto a la industria, aunque el dato sectorial empeoró una décima (del -3% al -3,1%) respecto al acumulado del primer trimestre, en su capítulo principal -la industria manufacturera- moderó con fuerza su caída, al pasar del -3,2% al -2,2%.
La construcción continuó bajando (quedó en -5,9% frente al -5,8% del anterior trimestre), pero los servicios redujeron su caída. El valor aportado al PIB por el sector terciario caía un 0,8% en el segundo trimestre respecto a igual período de 2012, tres décimas menos de lo que acumulaba en el primer trimestre (-1,1%).
El frenazo en ese decrecimiento se debió, sobre todo, a la moderación en la contracción del comercio, transporte y hostelería (-1,1% frente al anterior -1,8%), de la rama de información y comunicaciones (-0,1% frente al -1,1%) y de las actividades artísticas y recreativas (queda en -1% frente al previo -2%).
Dentro de los servicios solo empeoró la aportación de las actividades financieras y de seguros (su valor añadido pasó de caer un -3,5% a un -4,1%).
Se mitiga la reducción del empleo
Esos datos tienen su correlación en el empleo. Así, según las estadísticas del INE, la reducción de puestos de trabajo se mitigó en todas las ramas de actividad excepto en la construcción, donde aumentó al situarse en -15% (-13,3% en el primer trimestre).
La mejor recuperación se apreció en el sector primario, ya que el empleo en agricultura y ganadería pasó de bajar un -5,3% en el primer tramo del año a subir un 0,3% entre abril y junio.
En la industria, la destrucción de empleo se situó en -5,5%, mejor que el -5,9% del trimestre previo, mientras que en servicios, esa caída de puestos de trabajo quedó en un -2,7% (-3,4% entre enero y marzo).
Esa mejora en el sector servicios llegó de la mano, sobre todo, del capítulo de comercio, transporte y hostelería -como reflejo del comienzo de la temporada turística pasó de caer un -5,1% a un -3,4%- y de las actividades financieras, donde se llegó a crear empleo al registrarse un ligero crecimiento del 0,1% respecto al segundo trimestre del año pasado, frente a la caída del 1,8% que había a principios de este año. También pasó a ser positiva la evolución en las ramas artísticas y recreativas (aquí se incluyen los viajes organizados).
En el extremo opuesto, empeoraron los datos de empleo en las ramas de información y comunicaciones (de -5,1% pasó a -5,7%), actividades inmobiliarias (de -11,5% pasó a -14,7%) y actividades profesionales (los puestos de trabajo cayeron un 4% frente al -2,5% del primer trimestre).
Datos comparados ya con las últimas correcciones
Los indicadores publicados este jueves incorporan ya las revisiones confirmadas esta misma semana por el INE, que ha rebajado los resultados del PIB de los últimos cuatro años, con lo que se muestra cómo la recesión ha sido más profunda de lo estimado hasta ahora.
Según esas rebajas, en 2012, la economía española cayó un 1,6% en lugar del 1,4% estimado en un principio, debido sobre todo al mayor hundimiento del consumo doméstico. El resultado de 2011 también empeoró, ya que el PIB creció un 0,1%, frente al 0,4% anunciado.
Además, la contracción de la economía en 2010 fue algo menor a lo inicialmente previsto: 0,2% en lugar de 0,3%, aunque este dato aún es provisional y puede sufrir modificaciones. El que sí es definitivo es el dato de 2009, cuando la economía se hundió un 3,8%, y no un 3,7% como se anunció.