Sábado, 9 de junio. España solicita ayuda financiera para rescatar a sus bancos y la zona euro le concede un préstamo de hasta 100.000 millones de euros. No hay detalles sobre la cantidad de la ayuda, cómo se inyectará, ni cuál será el tipo de interés ni los plazos. Lo dejan para más adelante. Un mes después, el momento ha llegado y el Eurogrupo tendrá que resolver este lunes las condiciones del rescate y otros frentes abiertos.
Bruselas asegura que las condiciones del rescate bancario español se aprobarán el 9 de julio
“No habrá ninguna decisión este lunes”, se ha apresurado a aclarar el portavoz del Ministerio de Finanzas germano, Martin Kotthaus, rebajando las expectativas de la reunión. Tras el encuentro de esta tarde, probablemente seguirán sin conocerse todos los detalles de la línea de crédito a España, pero esto no significará que los ministros de Finanzas de la eurozona no hayan negociado este y otros acuerdos.
El de este lunes es un Eurogrupo para atar los cabos sueltos que dejó la cumbre europea de hace diez días. Los líderes de los Veintisiete dieron un paso de gigante hacia la unión bancaria para frenar los ataques de los mercados contra la deuda de países como España e Italia pero prefirieron no discutir la letra pequeña. Pidieron a sus ministros "implementar estas decisiones antes del 9 de julio", una fecha optimista a juzgar por sus declaraciones.
Los 17 ministros de Finanzas de la zona del euro prevén cerrar este lunes un "acuerdo político" sobre los términos y las condiciones del rescate, pero el memorando de entendimiento no estará finalizado y firmado hasta finales de mes (en el próximo Eurogrupo previsto para el 20 de julio) o incluso a principios de agosto. Un retraso que pondrá a prueba la paciencia de los mercados en un momento el que la presión sobre la deuda soberana española no cede un milímetro.
El escollo de la recapitalización directa
Lo de “acuerdo político” sugiere que los titulares de Finanzas de la eurozona dejarán patente la voluntad de ayudar a España, pero seguirán discutiendo el cómo. No será fácil reconciliar las posturas enfrentadas entre los países del norte y el sur de Europa. Madrid, Roma y París insisten en romper el círculo vicioso entre deuda privada y deuda soberana en el corto plazo, aunque en Bruselas recuerdan que en cualquier caso el Estado será el responsable último del préstamo.
"Debemos actuar rápidamente para recapitalizar los bancos españoles directamente y creo que es lo que se espera", ha afirmado este domingo el ministro galo de Finanzas, Pierre Moscovici, durante su intervención ante el Foro Económico de Aix-en-Provence.
Pero ni Alemania, Austria, Finlandia y Holanda están por la labor. El ministro de Finanzas germano, Wolfgang Schäuble, ha advertido de nuevo este domingo de que las ayudas directas a la banca española "no llegarán este año" porque se remitirán a cargo del MEDE (fondo de rescate permanente). Primero el Eurogrupo debe poner en funcionamiento "un supervisor bancario común eficiente, con participación del Banco Central Europeo", pero este organismo "no entrará en funcionamiento en 2012". "No es realista", ha indicado.
Todos se acogen a las conclusiones del Consejo europeo para defender sus tesis. Los Veintisiete acordaron sobre el papel “crear un mecanismo único de supervisión bancaria regido por el Banco Central Europeo y, una vez creado dotar al MEDE de la posibilidad de inyectar fondos directamente a los bancos”. Según esto, España no podría beneficiarse hasta la segunda mitad de 2013 de esta opción, fecha en la que se prevé la creación de este mecanismo.
Sin embargo, el propio presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha advertido de que el fondo de rescate permanente de la eurozona "podría servir para recapitalizar bancos directamente en determinadas condiciones y en algunos casos" antes de que el BCE asuma la supervisión de toda la banca europea. De ahí, que algunos crean que el "acuerdo político" pueda recoger una inyección directa a algunos bancos españoles como excepción.
Finlandia parece estar dispuesta incluso a complicar aún más el acuerdo, dado que pide garantías a España a cambio de que el MEDE pierda su estatus de acreedor preferente, el otro gran consenso de la cumbre. Si no, la ministra de Finanzas, Jutta Urpilainen, ha amenazado incluso con abandonar el euro.
Los nuevos ajustes de España
Expertos de la Comisión Europea presentarán al Eurogrupo el borrador que, en colaboración con técnicos de la Autoridad Bancaria Europea (ABE), del BCE y del Fondo Monetario Internacional (FMI), han estado negociando durante las últimas dos semanas con el Gobierno español.
Según Bruselas, el documento recogerá los términos y las condiciones del rescate, pero no la cifra definitiva de la ayuda financiera que se concederá a España, remitiéndose a la cifra máxima de 100.000 millones de euros, a la espera de conocer a finales de mes el resultado de la evaluación pormenorizada de las carteras crediticias de la banca que el Gobierno encargó a cuatro auditoras.Tampoco es previsible que se conozca este lunes el plazo de devolución del préstamo: "no sabemos todavía cuál será", señaló el viernes un alto cargo de la UE, a la agencia Efe.
Para conseguir el préstamo "en condiciones muy ventajosas", el ministro de Economía, Luis de Guindos, podría avanzar a sus socios las nuevas medidas que Mariano Rajoy anunciará esta semana para reducir el déficit. El paquete podría incluir algunas de las recomendaciones específicas exigidas por Bruselas, como la subida del IVA, la eliminación de la deducción por vivienda y la rebaja salarial de los funcionarios, junto a otras como la reducción de las prestaciones por desempleo.
También figura en la agenda del Eurogrupo dar un año más, hasta 2014, a España para que reduzca su déficit del 8,9% actual hasta el 3% del PIB. Los ministros debatirán ese punto, a pesar de que están a la espera de que el Gobierno presente un presupuesto bianual convincente con medidas de consolidación fiscal y garantías de que se controlará el gasto excesivo de las comunidades autónomas.
Intercambio de fichas en las instituciones
Además, en la apretada agenda de los ministros de Finanzas de la moneda común hay otro capítulo importante: el relevo de cargos en las instituciones económicas comunitarias. Según informó este fin de semana el diario Der Spiegel, Francia y Alemania han acordado compartir la presidencia del Eurogrupo para zanjar la disputa. Schäuble en un primer período y Moscovici después serían los encargados de sustituir al carismático primer ministro luxemburgués Jean Claude-Juncker.
Este movimiento dejaría vía libre para que el que candidato luxemburgués, Yves Mersch, ocupe la vacante que ha dejado el español José Manuel González-Páramo en el Comité Ejecutivo del BCE. El actual director del servicio jurídico de la institución monetaria de la eurozona, Antonio Sáinz de Vicuña, también se postula para este puesto pero sus opciones están prácticamente descartadas.
A cambio, como premio de consolación, la aspirante española, Belén Romana, directora general del Tesoro en el último Gobierno de José María Aznar, podría hacerse con la dirección general del MEDE, aunque compite por el cargo con el actual dirigente del fondo de rescate temporal, el alemán Klaus Regling.
El Eurogrupo también evaluará los resultados de las misiones iniciales de la troika -la Comisión Europea, el BCE y el FMI- en Grecia y en Chipre. En el primer caso hay que renegociar un nuevo memorando ante la parálisis institucional de los últimos meses. En el caso chipriota, la eurozona tiene que definir un rescate completo, pero tampoco se esperan decisiones hasta finales de agosto.