Las primeras sombras empiezan a surgir sobre el acuerdo de la Unión Europea para garantizar la estabilidad financiera logrado la semana pasada por la presión de Italia y España después de que Finlandia, con el apoyo de Holanda, haya anunciado su intención de bloquear el uso del fondo de rescate permanente para comprar bonos en el mercado secundario.
"Finlandia lo considera una forma ineficiente de estabilizar a los mercados", ha declarado una fuente oficial finlandesa, que ha desvelado que "debido a la intervención de Finlandia y, entre otros gobiernos, Holanda, la posibilidad de operaciones del MEDE en el mercado secundario estaría bloqueada".
Junto al país nórdico, los Países Bajos. El portavoz del Ministerio de Finanzas de Holanda, Niels Redeker, ha declarado que no apoyan el uso del fondo de rescate para comprar bonos en el mercado secundario. Y que en todo caso se evaluarían las compras caso por caso, señala Reuters.
El Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) recoge en sus estatutos que la decisión de activar la compra de bonos en el mercado secundario tiene que adoptarse por unanimidad.
La negativa de estos dos países podría dejar en vía muerta cualquier intento de Italia y España de acudir a este programa, al menos sin condiciones macroeconómicas adicionales, tal y como consiguió pactar el primer ministro italiano, Mario Monti, con la canciller alemana, Ángela Merkel.
En caso de emergencia, sin unanimidad
Sin embargo, la Comisión Europea ha matizado a Helsinki y le ha recordado que el tratado del MEDE contempla que en condiciones extraordinarias y a instancias del Banco Central Europeo y la Comisión Europea las decisiones podrán tomarse por una mayoría cualificada del 85%.
Finlandia cuenta con apenas un 1,8% de las acciones del MEDE y aunque sumase el apoyo de Holanda, que tiene un 5,7% y quizá otros países de la línea dura del euro, como Austria (2,78%) y Estonia (0,18%) nunca llegaría al 15% necesario para bloquear en caso de procedimiento de emergencia.
Las reglas del mecanismo europeo de estabilidad fijan que, con carácter general, las decisiones para activarlo deben tomarse por unanimidad de los miembros participantes en la votación.
No obstante, "se utilizará un procedimiento de votación de urgencia cuando la Comisión y el BCE concluyan que la no adopción de forma urgente de una decisión para conceder o aplicar una asistencia financiera (...) amenazaría la sostenibilidad económica y financiera de la zona del euro".
En este caso, la decisión de activar el fondo de rescate "requerirá una mayoría cualificada del 85% de los votos expresados", con lo que Finlandia y Países Bajos no alcanzan el umbral de minoría de bloqueo.
Cuando se utilice el procedimiento de urgencia, se debe efectuar una transferencia del fondo de reserva y/o del capital desembolsado a un fondo de reserva de urgencia para constituir un amortiguador destinado a cubrir los riesgos que surjan de este apoyo financiero, señala el Tratado.
Tensa cumbre
La reunión de Bruselas de la pasada semana vivió momentos de gran tensión cuando Monti, secundado por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se negó a firmar el pacto por el crecimiento, básico para que Merkel lograse el apoyo de la oposición alemana al pacto fiscal y al fondo de rescate en una votación al día siguiente en el Bundestag.
En ese encuentro, Finlandia y Holanda adoptaron una línea aún más dura que Alemania y el primer ministro finlandés, Jyrki Katainen, llegó a proponer que los países en problemas emitiesen bonos con garantías adicionales como propiedades estatales o aumentos de impuestos para conseguir bajar los tipos de interés de sus bonos, con el posible apoyo del fondo de rescate en el mercado primario, eso sí, bajo fuerte condicionalidad.
En este sentido, el portavoz del gobierno finlandés ha negado que la amenaza de bloqueo de Helsinki sea una reacción al hecho de que la propuesta de Katainen fuese rechazada por sus socios europeos.
Por su parte, un portavoz del Ministerio de Finanzas holandés ha reconocido que a su gobierno no le gusta la idea de la compra de bonos, pero no ha dicho explícitamente que su país bloquearía el plan de Monti, aunque sí evaluará las operaciones caso por caso.
"El primer ministro dijo el viernes que no está a favor de la compra de bonos", ha declarado Niels Redeker, portavoz de Finanzas holandés, que ha subrayado que usar los instrumentos existentes para comprar bonos "será caro y solo podrá hacerse si hay unanimidad".
"Eso significa que se necesitaría que Holanda votase a favor", ha añadido.
El acuerdo de la pasada semana suponía que las intervenciones del MEDE y de su predecesor, el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), intervendrían en el mercado secundario usando al Banco Central Europeo como agente de sus compras.
El pacto de los líderes europeos supuso un respiro a las primas de riesgo de España e Italia al superar las bajas expectativas de acuerdo, pero dejó abiertos varios puntos que tendrán que concretarse en la reunión del Eurogrupo del pasado 9 de julio.
Uno de ellos es el de la recapitalización directa de la banca. La Comisión Europea ha dicho este lunes que no será necesario cambiar el Tratado del fondo de rescate, lo que obligaría a ratificarlo de nuevo en todos los Estados miembros, sino que bastará con una decisión unánime de los países de la eurozona.
Recapitalización directa
El Ejecutivo comunitario espera tener listo "en los próximos días" el memorándum con las condiciones que se impondrán al sector financiero español a cambio de la ayuda, y que está siendo preparado por los inspectores de Bruselas que se encuentran en Madrid desde la semana pasada.
La condición impuesta por Alemania para que entre en vigor la recapitalización directa es que se cree un supervisor bancario único a partir del Banco Central Europeo (BCE), algo que los países de la eurozona se han comprometido a hacer a finales de año.
A partir de ese momento, la recapitalización directa será posible mediante una "decisión normal" del mecanismo europeo de estabilidad (MEDE), según ha explicado el portavoz de Asuntos Económicos, Simon O'Connor.
Para ello se recurrirá al artículo 19 del Tratado del MEDE, que permite al consejo de gobernadores del fondo, donde están representados los países de la eurozona, añadir nuevos instrumentos de asistencia financiera a los ya previstos.
Estos cambios deberán ser ratificados en los parlamentos de algunos países, como por ejemplo Alemania, ha dicho el portavoz.
"Por lo que se refiere al programa español, ahora tenemos una misión técnica en Madrid discutiendo con las autoridades españolas de la Comisión en contacto con el BCE, la Autoridad Bancaria y el Fondo Monetario Internacional y trabajando en la redacción de un memorándum de entendimiento en los próximos días, trabajando intensivamente", ha indicado O'Connor.
Los primeros tramos de la ayuda se canalizarán según las reglas vigentes a través del Estado y computarán temporalmente como deuda. Pero cuando entre en vigor la nueva opción, "esta financiación se transferirá a un mecanismo de recapitalización directa", ha asegurado O'Connor.
El Ejecutivo comunitario todavía no sabe si los países rescatados que han recibido asistencia también para su banca, como Grecia, podrán descontarla de su deuda cuando entre en vigor la recapitalización directa.