Algo se mueve en Berlín ante el aislamiento constatado por la canciller alemana, Ángela Merkel, antes de la decisiva cumbre europea de este jueves. Al menos eso se deduce de una entrevista a su ministro de Finanzas, Wolfgang Schaüble, en el Wall Street Journal, donde sugiere que Berlín estaría dispuesta a que el fondo de rescate compre deuda española e italiana en el mercado primario o secundario para aliviar la presión de los mercados, aunque con condiciones.
"Haremos todo lo posible dentro del marco de los tratados de la Unión Europea", señala Schäuble en la entrevista, donde sugiere que el fondo de rescate podría intervenir directamente en el mercado de bonos de la eurozona (compra en el mercado primario) o comprar bonos que ya estén en el mercado (mercado secundario).
Eso sí, Schaüble pone una condición: que esta ayuda no sea automática, de forma que los países que estén sufriendo la presión del mercado pidan formalmente al fondo de rescate que intervenga, lo que conllevaría la negociación de un Memorándum de Entendimiento y el consiguiente sometimiento a condicionalidad macroeconómica.
En la misma línea, un alto cargo alemán, bajo condición de anonimato, ha declarado al Financial Times que "hay herramientas disponibles", en alusión al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) y al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), que supuestamente entrará en vigor en julio.
Olli Rehn piensa que no debe excluirse
El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, también considera que esta posibilidad no debe excluirse. "Las intervenciones en los mercados primario y secundario por parte de los mecanismos de estabilidad no deberían excluirse de las alternativas", ha declarado.
El comisario ha reconocido, al término de una reunión de líderes liberales previa a la cita de jefes de Estado y Gobierno de la Unión Europea de hoy en Bruselas que en los últimos días ha habido intensas negociaciones al respecto.
En opinión del comisario, la cuestión primordial de la cumbre es que se tomen medidas a largo plazo, pero sin perder de vista los altos costes de financiación a los que están teniendo que hacer frente España e Italia. "Esto requiere acción de los países afectados", ha añadido, y ha citado el caso concreto de Italia, que, según Rehn, "está adoptando un amplio paquete de propuestas, como la reforma del mercado laboral o de las pensiones".
Condiciones previas para la compra de bonos
Como el propio Schaüble ha recordado, el apoyo de estos fondos está sujeto "a ciertos procedimientos y condiciones". Ésta es en realidad la clave del asunto: el primer ministro italiano, Mario Monti, pretende que la compra de bonos sea automática y sin condicionalidad, algo a lo que se niegan no solo Alemania, también sus socios habituales en la apuesta por la austeridad: Finlandia y Austria.
"Es difícil encontrar un milagro, porque tenemos nuestras normas y tenemos que cumplirlas", ha recalcado el primer ministro finlandés, Jyrki Katainen, preguntado por la propuesta de Monti.
A su llegada a la reunión del Partido Popular Europeo (PPE), el vicecanciller de Austria, Michael Spindelegger, ha señalado que este es un tema que hay que discutir, pero se mostró "escéptico" de que una medida "sea realmente capaz de tener una solución para todo".
Uno de los instrumentos que ha mencionado es la posibilidad de que el FEEF asegure a los acreedores privados las pérdidas potenciales de los bonos de los países en problemas. "Depende de ellos definir cómo quieren usar esta herramienta", ha declarado.
Schaüble no descarta los eurobonos
Mientras, Schaüble contradice en su entrevista a la canciller alemana, Ángela Merkel, al abrir la puerta a la implantación de eurobonos en la eurozona, algo que su jefa dijo que no vería en su vida esta misma semana.
Berlín estaría dispuesto a implementar algún tipo de mutualización de la deuda antes de que estuviesen en vigor todos los tratados reformados que permitiesen una mayor cesión de soberanía de los países miembros, aunque con una condición: "Tenemos que estar seguros de que una política fiscal común es irreversible y está coordinada. No habrá eurobonos sin una política fiscal común".
Estas palabras llegan mientras el presidente francés, François Hollande, ha aumentado la presión sobre Alemania al pedir "soluciones muy rápidas" para los países que están "amenazados por los mercados" a pesar de haber realizado un "esfuerzo considerable" de reformas.
"Vengo para dar soluciones muy rápidas para apoyar a los países que tienen más dificultades en los mercados, incluso si ya han hecho esfuerzos considerables para encauzar sus cuentas públicas", ha declarado Hollande a su llegada a la cumbre de la Unión Europea