El primer ministro holandés, Mark Rutte, ha pedido al parlamento colaboración para sacar adelante los recortes presupuestarios que exige Bruselas, después de que su Gobierno perdiera el apoyo de su principal aliado político y se viera abocado a presentar su dimisión. Rutte ha anunciado que las elecciones anticipadas se podrán celebrar el 12 de septiembre,
Sin embargo, los principales partidos de la oposición ya han respondido que no apoyarán el paquete de ajuste de 14.000 millones de euros que el país deberá presentar a la Unión Europea el próximo 20 de abril para demostrar que Holanda está en la senda de la consolidación presupuestaria.
Holanda ha sido uno de los miembros más estables de la zona euro pero la ruptura de la alianza que mantenía la coalición con el ultraderechista Partido de la Libertad ha creado un vacío político, que preocupa a los mercados financieros y la agencia de calificación crediticia Moody's.
La subasta de bonos realizada este martes ha transcurrido sin demasiados problemas, pero los inversores están a la espera de ver si el primer ministro consigue forzar una mayoría sólida que respalde los recortes y acuerde una nueva convocatoria de elecciones con otros partidos políticos.
"Quedarse quieto no es bueno para Holanda. Los problemas son graves, la economía se está estancando, el empleo está bajo presión y la deuda pública está creciendo más rápido de lo que nos podemos permitir", ha advertido el primer ministro, Mark Rutte, en un debate en el parlamento este martes.
"Esos son los hechos y nadie puede huir de ellos. Estoy aquí, sin pretensiones, depende de lo que el parlamento y los votantes decidan", ha añadido.
Además, el exprimer ministro holandés ha manifestado que las elecciones anticipadas se podrían celebrar el 12 de septiembre. "Imagino que se planteará este viernes (durante el Consejo de Ministros, ed) la decisión de celebrar elecciones el 12 de septiembre", ha dicho Mark Rutte durante un debate en el Parlamento en La Haya. "No creo que haya elecciones antes del verano", ha añadido.
La oposición propone relajar el déficit al 3,6%
El Partido Libertad del populiasta Geert Wilders ha apoyado al Gobierno durante los últimos 18 meses, pero este lunes rompió la baraja. Aseguró que no está dispuesto a seguir "los dictados de Europa".
"Ha sido el gobierno, no los ciudadanos, ni Henk ni Ingrid, el que gastó demasiado. O bien optamos por actuar en interés de Henk e Ingrid, o actuamos en interés de Bruselas", ha afirmado Wilders.
Holanda debe reducir su déficit al 3% del producto interno bruto (PIB), el límite comprometido en el Pacto europeo de Estabilidad y Crecimiento, el próximo año, pero las previsiones indican que si será del 4,6% si no realiza recortes adicionales.
El debate político celebrado esta mañana y las declaraciones de diferentes miembros de la oposición hacen prever que Rutte no tendrá fácil aprobar una nueva cura de austeridad.
"El objetivo de déficit del 3% existe con la particularidad de que no es necesario cumplirlo si hay circunstancias excepcionales en la economía", ha defendido el líder laborista Diederik Sansón durante el debate parlamentario.
Los mercados atacan la prima de riesgo
El Gobierno holandés, alineado con el eje franco-alemán en el discurso de austeridad frente a los países del sur, había sido visto hasta ahora como un refugio de estabilidad entre los miembros de la zona euro. Sin embargo, sus bonos a diez años han alcanzado este martes su interés más alto en los últimos tres años, desde que empezó la crisis. De hecho, la prima de riesgo, que abría este lunes en 61 puntos básicos, se disparó a 78,5, lo que en términos relativos supone un incremento del 28,5%.
Aún así, el Tesoro ha podido colocar cerca de dos millones de euros gracias a una fuerte demanda que ha pedido mayores rendimientos pero también ha reconocido las fortalezas de la economía holandesas: el superávit comercial y un desempleo relativamente bajo.