Izquierda Unida casi ha doblado su porcentaje de votos respecto a las elecciones de 2008 y tendrá 11 diputados. Son sus mejores resultados desde los años 90 y la consolidan como tercera fuerza política a nivel nacional. La formación se ha beneficiado del descalabro del PSOE, pero solo en una pequeña parte.
En Madrid, pese a que también han logrado un gran avance (de uno a tres diputados), pierde esa tercera posición frente al empuje de UPyD. En el conjunto de España, logra casi el 7% (6,92%; casi 1,7 millones de votos), frente al 3,77% (y 970.000 votos) de hace tres años y medio.
Con este resultado casi definitivo (escrutinio al 99,9%), IU, que se presentaba en coalición con una docena de partidos en distintos territorios (incluida la difícil alianza con ICV en Cataluña), volverá a tener el grupo parlamentario propio en el Congreso, sin necesidad de acuerdos post-electorales (a lo que tuvo que recurrir en la última legislatura). No obstante, su fuerza no será determinante dada la amplia mayoría del PP.
“Acaba una larga etapa de travesía en el desierto“
El coordinador electoral, Ramón Luque, ha dicho que IU "acaba una larga etapa de travesía en el desierto". Cayo Lara también se ha mostrado muy satisfecho y ha dicho: "No podéis ni imaginaros lo que se agradece de vez en cuando una alegría en la casa de los pobres".
"El sistema nos roba escaños"
Con el recuento casi acabado, IU obtiene tres diputados en Madrid, tres en Barcelona, y uno en Valencia, Sevilla, Málaga, Zaragoza (donde estrenaba coalición con la Chunta Aragonesista) y Asturias (este último escaño para Gaspar Llamazares).
Es decir, ha obtenido representación en cinco de las seis provincias más grandes (todas menos Alicante), donde la aplicación de la ley d'Hont corrige menos la proporcionalidad.
El coordinador general ha dedicado buena parte de su discurso para criticar la ley electoral "injusta", ya que a nivel nacional, con una representación proporcional pura le corresponderían 25 escaños. "Nos han robado 14 escaños", ha dicho.
“El PP va a tener una mayoría aplastante que no le han dado los ciudadanos“
Además, ha lamentado que el PP va a tener una "mayoría aplastante que no le han dado los ciudadanos (....) pues no tiene el 51% de los votos" (ha logrado algo menos del 45%).
Paradójicamente, IU había perdido votos en las tres últimas elecciones, desde que obtuviera un gran resultado en 1996 cuando el PP llegó al poder. Entonces logró 21 diputados y un 10,5%, su mejor momento como coalición (el PCE obtuvo unos resultados un poco mejores en 1979).
Este ascenso consolida el avance obtenido en las elecciones municipales y autonómicas de mayo, donde la coalición rompió esa tendencia negativa de 15 años y obtuvo el 6,4% de los votos (en aquel caso sin contar los de ICV; sumados estos, ahora logra un porcentaje similar). Y por cierto, en Extremadura no le ha pasado factura su polémica decisión de abstenerse y permitir el cambio de gobierno en favor del PP.
Guiños a activistas y periodistas
La crítica al sistema electoral ha sido una de las muchas apelaciones que Lara ha hecho a los indignados ("a los que reclaman y reclamamos democracia real"), aunque ha hablado más de lograr “una verdadera democracia representativa” que una democracia "participativa", petición de gran parte de estos activistas.
No obstante, Lara se ha comprometido a "no institucionalizarse" en el Parlamento y a seguir pisando la calle para ser la voz de "los que sufren". También ha hecho una invitación a la participación de otras organizaciones. "Ni siquiera con las fuerzas con las que hemos convergido en estas elecciones podremos generar la izquierda alternativa que queremos", ha dicho.
En esta convocatoria, aunque IU ha cerrado una docena de acuerdos electorales con formaciones regionales o federalistas, ha fracasado en sus conversaciones para formar un frente común con dos partidos nuevos con implantación estatal, como Equo (215.000 votos) e Izquierda Anticapitalista (25.000), en ambos casos con numerosos exmilitantes de la organización, al margen de otros partidos comunistas más veteranos.
Además, Lara ha acabado su discurso haciendo un largo elogio a los periodistas que han cubierto la campaña electoral de IU y que se han enfrentado no solo a la limitación de espacio en los grandes medios --en algunos por imperativo legal--, sino a los "comisarios políticos" de las redacciones.