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Trípoli vive la primera jornada de una nueva era temerosa de un Gadafi desaparecido

  • Los rebeldes dicen que quieren capturarlo vivo y que ya es pasado

  • Sus partidarios resisten en pequeñas zonas de la ciudad con tanques

  • EE.UU. dice que aún sigue en Libia aunque no sabe dónde

  • Los rebeldes se hacen con el control de la simbólica televisión estatal

RTVE.es
6 min.

Trípoli ha vivido su primer día bajo el dominio de los rebeldes con la incertidumbre de cuál es el paradero del coronel Gadafi y bajo la amenaza de los últimos reductos del régimen, que con tanques y francotiradores han querido seguir sembrando el terror pese a su inevitable derrota.

La caída del aeropuerto de Trípoli y de la televisión estatal han terminado de apuntalar el poder de los rebeldes sobre Trípoli, una ciudad que aún no es segura, según reconocen los miembros del Consejo Nacional de Transición (CNT), que gobierna en el este pero que quiere trasladarse a la capital en las próximas 48 horas.

"Gadafi ya es pasado y queremos capturarlo vivo",  ha asegurado su líder, Mustafá Abdeljalil, que ha advertido contra posibles represalias violentas de las tropas rebeldes, formadas por brigadas que en muchas ocasiones escapan al control del CNT.

En la misma línea, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha advertido de que aunque el régimen "está llegando a su fin" aún hay "elementos que representan peligro".

Los civiles son conscientes de ello y aún se mantienen mayoritariamente en sus casas tras la euforia desatada en la noche del domingo, donde la entrada triunfal de los rebeldes en la plaza verde, símbolo del régimen, marcaba para muchos el fin de más de 40 años de dictadura.

Abdeljalil ha reconocido que desconoce el paradero de Gadafi, que se encontraría aún en suelo libio, según Estados Unidos, pero que se habría convertido en un fugitivo dentro de su propio país.

Más detenciones

Mientras, los rebeldes se afanan en capturar a su familia. Tras detener a su hijo Saif -que es reclamado por crímenes de guerra por la Corte Penal Internacional pero que Abdeljalil ha anunciado que lo juzgarán en Libia-, emisoras árabes informan de que se ha encontrado el cuerpo sin vida de su hijo Jemís, que ya ha sido dado por muerto en otras dos ocasiones y que capitanea la tropa de élite de Gadafi.

Mientras, su hijo Mohamed, que estaba bajo arresto domiciliario, habría escapado, según Al Yazira.

Los rebeldes buscan calle por calle, edificio por edificio, a estos  francotiradores mientras los tanques siguen defendiendo el complejo de  Bab Al Aziziya, dirigidos por los hijos de Gadafi que aún siguen en libertad.

Mientras, el primer ministro de Gadafi se encontraría ya huido en la isla de Yerba, en Túnez.

"Las fuerzas revolucionarias se encuentran por todas partes de Trípoli", ha declarado un rebelde de la ciudad, que se hace llamar Abdulrahman, que ha reconocido que las fuerzas de Gadafi siguen resitiendo.

Ante estas circunstancias, los llamamientos de la comunidad internacional a los fieles de Gadafi para que entreguen las armas se multiplican, conscientes de que aunque el destino del régimen esté sellado, la forma en la que caiga puede determinar en buena medida su futuro.

"Es crucial ahora que el conflicto termine sin más pérdidas de vidas humanas",ha defendido ante la prensa el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien ha asegurado que, mientras el régimen de Gadafi se desmorona, ha llegado "la hora de que todos los libios se centren en la unidad nacional, la reconciliación y una transición sin exclusiones"

Los rebeldes dibujan el futuro

Los rebeldes empiezan ya a operar como si controlasen la  totalidad de la ciudad.  Columnas de vehículos rebeldes se concentran en el centro de la capital rumbo a la plaza verde, símbolo del régimen.

El CNT ha anunciado que se prepara para  instalarse en Trípoli desde Bengasi tras tener "el control casi total de la ciudad", según ha declarado a la cadena Al Arabiya.

Además,  desde Bengasi ha partido un barco rumbo a la capital para evacuar a los  inmigrantes que se encuentran atrapados.

El barco, con capacidad para 300 personas, ha salido después de que el domingo viajara hasta la también cuidad libia de Misrata para evacuar a 124 inmigrantes.

Está previsto que la nave, llamada Tasucu, llegue el martes a Trípoli y volverá a Bengasi tan pronto como sea posible embarcar a todos los inmigrantes.

Desde allí, la evacuación continuará por carretera hasta Salloum, en la frontera con Egipto, desde donde los inmigrantes serán transferidos a sus países de origen.

Brega, liberada

Además, otros frentes decisivos empiezan a aclararse, como el de la ciudad petrolífera de Brega, de la que los proGadafi habrían huido camino de Sirte, el gran feudo del líder libio.

"Todas la tropas fieles al régimen  Gadafi se han retirado. La ciudad ha sido liberada en su totalidad", ha explicado Mohamad al Rojayli, uno de los jefes militares de los rebeldes.

Mientras, desde el exterior también se empieza a preparar la Libia sin Gadafi.

El ministro francés de Exteriores, Alain Juppé, ha propuesto acoger en París una reunión urgente del grupo de contacto sobre Libia la semana próxima,  al tiempo que confirmó que los rebeldes controlan "lo esencial" del país y de la capital.

"Francia propone una reunión extraordinaria del grupo de contacto al más alto nivel la semana próxima en París", ha asegurado Juppé ante la prensa, sin precisar la fecha exacta del encuentro.

Levantamiento planificado en Trípoli

Tras seis meses de guerra civil, los rebeldes han avanzado rápidamente hacia Trípoli gracias, según fuentes de la OTAN, a la cobertura de los bombardeos con vuelos no tripulados de la Alianza. 

Una vez a las puertas de la ciudad, los rebeldes han coordinado su ataque en tres frentes diferentes con un levantamiento en el interior de la ciudad que tuvo lugar el sábado por la noche, según Reuters. La lucha se inició después del llamamiento al rezo de las mezquitas. 

Los primeras tropas de la oposición que llegaban el domingo a los suburbios de la capital, como el de Tajura, objetivo durante los pasados meses de bombardeos de la OTAN.

En la capital rebelde, Bengasi, en el este, miles de personas se reunían en el centro de la ciudad con banderas monárquicas y quemando retratos de Gadafi para celebrar lo que consideran el final del dictador

Mohammed Derah, un activista de la oposición en Trípoli, ha comentado en Al Yazira: "Este es otro día, una nueva página en la historia de Libia. Estamos viendo un nuevo amanecer y una nueva historia de libertad. El régimen se ha acabado".

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