Irlanda, que a menudo ha sido acusada por sus socios europeos de dumping fiscal, da una nueva vuelta de tuerca y baja el impuesto sobre el valor añadido (IVA) que se reduce del 13,5 al 9% para las facturas de restaurantes, hoteles, cines, periódicos y otras actividades relacionadas con el sector turístico y del ocio.
La medida está recogida en la llamada Iniciativa de Empleo del Gobierno de Dublín, cuyo objetivo es revitalizar la industria de la "hospitalidad y del entretenimiento" y crear así nuevos puestos de trabajo. Irlanda intenta superar el impacto de la crisis financiera que le llevó a ser rescatada por la Unión Europea.
La reducción del IVA, que también afecta, por ejemplo, a peluquerías, campos de golf y otras instalaciones deportivas, estará vigente hasta diciembre de 2012, cuando el Ejecutivo evaluará su impacto en la economía nacional.
El primer ministro irlandés, el conservador Enda Kenny, ha asegurado que el Gobierno velará por su cumplimiento, al tiempo que advirtió de que "serán duros" con los empresarios que se beneficien de la reducción pero no la incluyan en sus facturas.
Para generar empleo
Según el titular de la cartera de Industria, Richard Bruton, la medida afecta a un "pequeño número de sectores" que, no obstante, tienen más posibilidades de "crear puestos de trabajo rápidamente".
Sus palabras quizá sirvan para explicar el hecho de que dentro de una misma industria, algunas facturas continuarán llevando el 13,5% de IVA y otras el 9%.
Así, mientras las peluquerías tendrán que aplicar la reducción, los productos cosméticos y otros servicios, como manicuras o tratamientos faciales, continuarán cobrándose con la antigua tasa de IVA.
Lo mismo sucede con la factura de los restaurantes, que distingue entre la comida, que se abarata por un lado, y las bebidas refrescantes y alcohólicas, por otro.
También el coste del alquiler de coches, el de embarcaciones de recreo o el del servicio de lavandería de los hoteles mantendrá un IVA del 13,5%.