Irlanda va a poner en marcha medidas de ajuste por valor de 6.000 millones de euros para intentar reducir su actual déficit público (del 32%) hasta dejarlo en un 9,5% del PIB en 2011, según ha anunciado este jueves el ministro de Finanzas irlandés, Brian Lenihan.
Los recortes forman parte del proyecto de presupuestos que el Gobierno de Dublín presentará dentro de un mes y suponen casi la mitad del recorte de 15.000 millones de euros que el Ejecutivo irlandés llevará a cabo en los próximos cuatro años. Este plan de austeridad dobla el montante de 7.500 millones previsto en un principio.
"Para finales de 2011, habremos aplicado dos tercios del plan general de ajuste y estaremos en el camino de una renovada y saneada política presupuestaria", ha señalado Lenihan.
Los detalles figuran en un documento de 10 páginas difundido este jueves y en el que Dublín se compromete a reducir su déficit público al 3% en 2014, tal y como ha asegurado a la Comisión Europea.
Precisamente, el Ejecutivo comunitario ha valorado los esfuerzos de Irlanda para encauzar sus finanzas públicas y ha calificado de "apropiadas" las medidas de rigor anunciadas por el Gobierno de ese país.
Ese ajuste, según el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, "lograría un equilibrio para permitir reafirmarse a la recuperación económica y, al tiempo, hacer frente a los desafíos prasupuestarios".
Antes de que se conocieran los detalles de este recorte, el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, había asegurado en Fráncfort que creía suficiente el plan de 15.000 millones de reducción del gasto en cuatro años presentado por Irlanda.
Temores de los mercados
Este anuncio de Irlanda se esperaba, después de que el déficit y la deuda de ese país se hayan convertido en la mayor preocupación de los mercados financieros y las autoridades europeas.
Esa inquietud ha disparado hasta máximos históricos la prima de riesgo-país que paga Irlanda por financiarse en los mercados financieros.
Este miércoles, el diferencial entre la rentabilidad ofrecida por la deuda irlandesa y por la alemana se situaba en 523 puntos básicos, superior al alcanzado por la deuda griega en los momentos más difíciles de la crisis de la pasada primavera.
La mayoría del ajuste se realizará en la partida del gasto gubernamental, según el Ministerio de Finanzas, que ha admitido que este recorte podría tener "un impacto negativo en la senda del crecimiento económico".
Menos crecimiento y caída de la demanda interna
El ministro de Finanzas, Brian Lenihan, ha reconocido que es "consciente de que estas medidas afectarán la calidad de vida de todos". "Pero nuestros gasto y nuestros ingresos deben acercarse. Ése es el único camino para asegurar la buena salud económica de nuestra sociedad en el futuro", ha señalado.
Como consecuencia, el Ejecutivo ha revisado a la baja su previsión de crecimiento del PIB hasta situarlo en un 1,75% en 2011.
En un comunicado, el Ministerio de Finanzas señala "el estallido de la burbuja inmobiliaria" como uno de los motivos de que se haya elevado de 7.500 millones a 15.000 millones el ajuste necesario.
También culpa al plan de rescate de los bancos del país que ha necesitado mucho más dinero del previsto en principio y que ha absorbido 54.000 millones de euros y ha disparado el déficit hasta el máximo de los registrados en países de la UE.
Con ese panorama, la previsión económica para 2011 depende en gran medida del incremento de las exportaciones, lo que -a su vez- vendrá determinado por la situación económica mundial. Aún así, Irlanda confía en registrar un aumento del 5% en las ventas de su producción en el extranjero.
Por contra, la demanda interna caerá de nuevo el año que viene, aunque lo hará de una manera más suave que en los últimos tres ejercicios.
Además, a medio plazo, el Gobierno irlandés confía en que las planeadas reformas estructurales -incluídas en el plan de ajuste- afectarán de forma positiva a la economía del país europeo.