Las notas de las agencias
La triple AAA es el símbolo de los mejores productos, aquellos con los que el inversor tiene la plena seguridad de que recuperará su inversión.
Si las agencias consideran que hay riesgo de que el emisor no pague, la nota se rebaja: AA, A, BBB, BB, B, CCC... hasta la D (con múltiples escalones intermedios, indicados por los símbolos + y -). El límite crítico lo marca la nota BBB: por debajo de esa nota, se considera que se trata de un producto especulativo, es decir, bonos basura.
La agencia de calificación crediticia Fitch Ratings ha rebajado la nota de solvencia a largo plazo de la República de Irlanda, desde 'AA-' a 'A+', con perspectiva "negativa", mientras que también ha recortado el rating a corto plazo, hasta 'F1' desde 'F1+'.
"La rebaja de Irlanda refleja el excepcional y mayor de lo esperado coste fiscal asociado con la recapitalización por parte del Gobierno de los bancos irlandeses, especialmente en el caso de Anglo Irish Bank", señala el director de calificaciones soberanas de Fitch, Chris Pryce.
Pryce añade que la perspectiva negativa constata la incertidumbre respecto al momento y la fortaleza de la recuperación económica y la consolidación fiscal de Irlanda.
En este sentido, la calificadora de riesgos explica que "generalmente" una perspectiva negativa implica una probabilidad ligeramente superior al 50% de que se produzca una nueva rebaja del rating entre los siguientes 12 a 24 meses.
Más bajadas
Moody's ha colocado la nota de solvencia de la deuda de Irlanda, actualmente en Aa2, en revisión de cara a una posible rebaja, y ya bajó la nota de Dublín en julio.
La agencia Standard & Poor's también rebajó a finales de agosto la calificación que confiere a la deuda de Irlanda para reflejar su preocupación por el coste de las ayudas a la banca. La deuda a largo plazo pasa de 'AA' a 'AA-', a corto plazo se mantiene en 'A-1+', aunque su perspectiva es "negativa".