La agencia Standard & Poor's ha rebajado este miércoles la calificación que confiere a la deuda de Irlanda para reflejar su preocupación por el coste que tendrán en las arcas públicas las ayudas conferidas a la banca de ese país.
Con esta decisión la calificación que S&P otorga a la deuda a largo plazo de ese país pasa de "AA" a "AA-", mientras que la conferida a las emisiones a corto plazo se mantiene en "A-1+", aunque su perspectiva es "negativa".
"Esta rebaja refleja nuestra opinión de que el creciente coste presupuestario que conlleva el apoyo al sector financiero irlandés debilitará la flexibilidad fiscal del Gobierno a medio plazo", ha explicado el analista de S&P, Trevor Cullinan.
El pasado 19 de julio, la agencia Moody's también rebajó la calificación de riesgo de la deuda de Irlanda como consecuencia de la "gradual" y "significativa" pérdida de "fuerza financiera" del Gobierno de Dublín.
Moody's rebajó de Aa1 a Aa2 la calificación de los títulos de la deuda pública del país, al indicar también que el crecimiento económico para los próximos tres a cinco años se encuentra por debajo de su "media histórica".
Inyección adicional
La reciente autorización por parte de la Comisión Europea de una inyección adicional de 10.054 millones de euros de fondos públicos al capital de Anglo Irish Bank (que tuvo que ser nacionalizado) "nos hace prever que la deuda del Gobierno se elevará hasta el 113% del producto interior bruto (PIB) en 2012", añadió.
Ese nivel de endeudamiento es 1,5 veces superior a la media de los países de la zona euro y está muy por encima de estados con valoraciones similares, como Bélgica, Reino Unido y España, según recuerda la propia agencia de calificación en un comunicado.
"Después de una década de rápido crecimiento crediticio, que bajo nuestro punto de vista aumenta enormemente el perfil de riesgo de los bancos irlandeses, ese Gobierno ha adoptado lo que consideramos una actitud proactiva y transparente para lidiar con las dificultades crediticias", ha reconocido S&P.
A su juicio, esa actitud "debería ayudar a impulsar una recuperación gradual de la economía irlandesa a medio plazo".
"Aún así, creemos que el apoyo gubernamental al sector bancario supone una sobrecarga fiscal sustancial y creciente, que bajo nuestro punto de vista será lenta de diluir", justificó S&P, que situó en 90.000 millones de euros el coste de la ayuda pública al sector, frente a los 80.000 millones calculados previamente.
La calificación podría rebajarse otra vez
La perspectiva "negativa" conferida a la deuda irlandesa, añadió Cullinan, "refleja nuestra opinión de que la calificación podría rebajarse otra vez si, como resultado de su apoyo al sector financiero o de una recuperación económica más lenta, el panorama fiscal público mejora más lentamente de lo que se prevé".
Por contra, la perspectiva podría cambiarse a "estable" en un futuro si parece que el Gobierno irlandés conseguirá sus objetivos fiscales de contener el déficit para dejarlo por debajo del 3 por ciento del PIB en 2014, o si la banca se estabiliza más rápido de lo que se prevé y con un menor coste para las arcas públicas.