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Bruselas respalda la entrada de Estonia en el euro en plena crisis de la Eurozona

  • Propone también aumentar su control sobre las cuentas nacionales

  • Cree que hay que vigilar más indicadores, y no sólo el déficit

  • Podría respaldar sanciones en caso de incumplimiento

LOURDES FRANCIA
5 min.

La actual crisis que vive la Eurozona, la peor de la historia de la Unión Monetaria Europea, no atemoriza a Estonia que ha solicitado su ingreso en el grupo del euro a partir del próximo 1 de enero. Y la Comisión Europea (CE) respalda la entrada de este país báltico, de tal forma que este mismo miércoles recomendará a los gobiernos del Eurogrupo que aprueben el ingreso de Estonia, ya que cumple todos los criterios económicos exigidos, algo que en estos momentos no logra ningún país de la Zona euro.

Una fuente cercana al Ejecutivo comunitario ha destacado a la agencia France Presse que la evaluación sobre Estonia realizada por la CE "es más que positiva". el interés de Estonia prueba, según la misma fuente, que "la Zona euro sigue siendo atractiva", a pesar de la actual situación de incertidumbre.

Unos registros envidiables

Según las últimas previsiones de Bruselas, Estonia registrará un déficit del 2,4% este año y el que viene; su deuda se limitará al 9,6% en 2010 y al 12,4% en 2011. Esos datos son todo un récord frente el cuadro macroeconómico que exhiben en estos momentos los países del euro: la media del déficit público en la Eurozona se calcula alcanzará el 6,6% este año y el 6,1% el próximo, mientras que la deuda, según las previsiones comunitarias, se disparará al 84,7% y 88,5%, respectivamente.

En cuanto a la inflación, el país báltico presenta una previsión del 1,3% para este año y del 2% en 2011, el límite marcado por el Banco Central Europeo. Precisamente este indicador fue el que obstaculizó su entrada en la Zona euro en 2007, cuando se sumó a la misma Eslovenia. Entonces, la subida de precios se disparó por encima del 10%.

Una vez que Bruselas presente su recomendación, los actuales países miembros del euro deberán ratificar el ingreso de un nuevo país. Estonia confía en contar el próximo mes de julio con la luz verde definitiva, con lo que se convertiría en el país número 17 que utiliza la moneda única europea.

Al grupo inicial de once países con los que se puso en circulación el euro en 1999, se han unido después Grecia (2001), Eslovenia (2007), Chipre y Malta (2008) y Eslovaquia (2009).

Si lo consigue, Estonia sería el primer país báltico en integrarse en el euro, y el tercer ex-comunista en hacerlo por detrás de Eslovaquia y Eslovenia. Estonia se independizó de la entonces Unión Soviética en 1991 e ingresó en la Unión Europea en 2004, junto a las otras dos repúblicas del Báltico: Lituania y Letonia.

Más coordinación económica

Además de la recomendación de Estonia para entrar en el euro, la Comisión Europea propondrá este miércoles nuevas medidas para reforzar la coordinación de políticas económicas entre los países de la Eurozona, entre las que destaca el aumento del control del Eurogrupo y de la propia CE sobre los presupuestos nacionales.

"Ése es el corazón de nuestra propuesta", ha explicado el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, en una entrevista con el diario francés Les Echos. Poder revisar los proyectos de los presupuestos nacionales antes de su aprobación es, ha advertido Rehn, "una medida que juzgamos absolutamente necesaria si se quiere reforzar la Unión Económica y Monetaria".

A mediados de abril, el Ejecutivo comunitario ya intentó mejorar ese control y propuso que se presentaran las cuentas estatales en Bruselas antes de llevarlas a los parlamentos nacionales para su aprobación. Ahora vuelve a la carga, bajo el impulso de unidad conseguido el pasado fin de semana, cuando los miembros de la Unión Europea acordaron crear un fondo de 750.000 millones de euros para asistir a los países más expuestos en los mercados financieros.

Entonces muchos gobiernos se mostraron reticentes por lo que consideraban una injerencia en soberanía nacional. Alemania ha llegado a señalar que ese paso dañaría el papel de los parlamentos nacionales, que ven en la elaboración y aprobación del los presupuestos anuales su momento de gloria.

Olli Rehn ha querido tranquilizar esos temores y, en una entrevista con el diario germano Die Zeit, ha explicado que "no se trata de discutir cada partida del presupuesto alemán".

Sanciones para los incumplidores

Además -y en línea con una petición de Berlín de endurecer el Pacto de Estabilidad con la introducción de sanciones a los incumplidores-, el comisario europeo ha declarado que el Ejecutivo comunitario "reflexiona quitar a los Estados que no cumplan algunas subvenciones" como los fondos regionales o, incluso, los llegados desde la Política Agraria Común, la PAC.

En ese sentido, el comisario ha advertido a Francia e Italia que deben reconducir sus actuales y elevados déficits, poniendo de relieve que España y Portugal no son los únicos países obligados a recortar gastos.

También se estudia automatizar las recomendaciones sobre política económica que regularmente dirige Bruselas a los Estados miembros, con lo que se eliminaría el requisito previo de que las autoricen los ministros de Economía y Finanzas del Eurogrupo.

Olli Rehn ha adelantado que dentro de las medidas que propondrá el Ejecutivo comunitario se incluye la ampliación de los criterios bajo vigilancia en los países del euro, y que ahora se limita a seguir la evolución de los déficits.

"Hay que tratar el problema de los desequilibrios macroeconómicos", ha advertido el comisario, "sobre todo, el de la divergencia de la competitividad. Se formularán proposiciones concretas para crear nuevos indicadores en ese campo". También ha recomendado prestar más atención al nivel de deuda de cada país y convertir en permanente el mecanismo diseñado el pasado fin de semana para estabilizar en los próximos tres años a la Zona euro.

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