En 2007 un joven realizador nos sorprendía con su nominación al Oscar por el cortometraje Éramos pocos. Se llamaba Borja Cobeaga y confiesa que no quisó ganar el premio "porque no quería que su madre le viese por la tele con la camisa manchada de vino".
Unas manchas que se hizo al tropezar con Will Smith y tirarle una copa de vino encima. Pero quién más le impactó aquella noche fue Steven Spielberg, quien le confesó que le envidiaba porque el nunca había sido nominado por un corto.
Aún así Borja asegura que no fue la noche en que se puso más nervioso, ya que lo pasó peor cuando le nominaron a los Goya por otro de sus cortos La primera vez (2001) y estuvo sentado en la gala junto a Camilo Sesto.
Un director forjado en la televisión
Comenzó a realizar sus primeros cortos a los 9 años. De esta época quedan pequeñas joyas como: Komando Aguilas Rojas, Billy Manonegra o Un fantasma superguay, una parodia de Bitelchús de la que rodaría una segunda parte. Después las exhibía en el salón de actos de su colegio.
Ya en la televisión, realizó programas como Vaya semanita, Gran hermano, o Confianza ciega. Y fue guionista de otros como Splunge o En buena compañía.
En 2006 co-escribe la película La máquina de bailar, dirigida por Oscar Áibar.
Pagafantas (30/06/09)
Tras su éxito con los cortometrajes La primera vez, Éramos pocos y Limoncello (2007) -un homenaje a los spaguetti-western codirigido junto a Luiso Berdejo y Jorge C. Dorado- Cobeaga dio el salto a la dirección de largos con Pagafantas (2009).
Pagafantas, la historia del eterno enamorado de su mejor amiga, ha sido la revelación del 2009 y, de momento, ya ha conseguido los Premios Sant Jordi de RNE a la mejor ópera prima y al de mejor actor español para Óscar Ladoire. El Goya a la mejor dirección novel se le ha resistido y ha ido a parar a la joven Mar Coll por Tres días con la familia.
Cobeaga trabaja ya en su nueva película, Retrasado., que será -en sus palabras- "una mezcla de Pagafantas y Jungla de cristal".