Después de una prometedora carrera en el cortometraje y la televisión, el donostiarra Borja Cobeaga llega ahora al largometraje con la comedia Pagafantas, un antihéroe interpretado por Gorka Otxoa, acompañado en el reparto por Sabrina Garciarena, Óscar Ladoire y Kiti Manver, entre otros.
Este "pagafantas" -etimológicamente, aquél que paga las fantas a las chicas sin conseguir que éstas vean en él más que a su mejor amigo- conoce a Claudia y cree que su suerte ha cambiado, pero poco a poco comprobará que se trata de uno más de sus fracasos.
Según Cobeaga, que presenta su ópera prima en la sección oficial del XII Festival de Cine Español de Málaga, la historia tiene un componente autobiográfico, aunque él ya está "reformado" y ha "superado esa fase", algo para lo que recomienda "huir".
Por ello, es una película "hecha desde las tripas" para la que ha elegido "el lado patético de la vida, porque todos somos patéticos y el patetismo es democrático".
"Los personajes no son perdedores, porque para serlo tendrían que haber perdido algo y esta gente nunca ha tenido nada", ha dicho Cobeaga, al que le interesaba "algo realista, que dé vergüenza ajena, que se pase bien y mal, que la risa se congele en un punto y que haya un equilibrio entre lo cruel y lo tierno".
Su experiencia personal como "pagafantas" está estrechamente relacionada con su concepción del País Vasco como el "Polo Norte sexual de Occidente". "Si vas al País Vasco desde fuera, el mestizaje gusta, pero lo difícil es ligar entre vascos, es el antiincesto. Me fui a vivir a Madrid y me parecía La Habana, y los vascos vamos de turismo sexual a Burgos o al condado de Treviño".
Por su parte, Óscar Ladoire, que interpreta al dueño de un estudio fotográfico convencido de que las cámaras digitales fracasarán, ha coincidido con Cobeaga en que, "aparte de ser una comedia desternillante, tiene un punto terrible de tragedia del siglo XXI".
La vida prestada de Ernesto Alterio
El actor Ernesto Alterio interpreta a un buscavidas que tiene la oportunidad de vivir una vida prestada, rodeado de lujos, en 7 pasos y medio, la primera película de Lalo García, presentada en la sección oficial de largometrajes.
Abel (Ernesto Alterio) quiere tener otra vida y se reencuentra con Luis (Pere Arquillué), un antiguo amigo de la juventud que está casado con Elisa (Ingrid Rubio) y que le ofrece cambiar de forma radical su situación.
Lalo García ha explicado que la película relata "la utilización de una supuesta amistad como herramienta para la confrontación entre la venganza y la ambición de los dos protagonistas, en un ambiente de corrupción al que nos tienen acostumbrados ciertos empresarios en este país".
Para ello se inclinó por una apuesta visual a través de una fotografía con la que la película "fuera un tanto oscura y densa desde el principio y llegara al final a ser todavía más densa, porque los blancos van bajando".
Sobre el reparto, ha apuntado que para el papel de Abel necesitaba "un personaje atractivo, chulito y sobrado, y Ernesto Alterio podía bordar el papel, igual que Ingrid Rubio".