El primer ataque a un ser humano por parte de un oso, ocurrido el pasado jueves, día 23, en un bosque del Val d'Aran, en Lleida, ha reabierto la polémica sobre la 'convivencia' de los osos en el Pirineo catalán.
Tras el incidente, el Consejo General de Arán ha reclamado la retirada de los ejemplares de la zona por considerarla peligrosa mientras algunas asociaciones reclaman la conservación de esta especie en peligro de extinción.
El jueves 23 de octubre una osa atacó a un cazador de 74 años en un monte del Valle de Arán, al que tuvieron que dar trece puntos de sutura en una pierna y un brazo. Aunque el ataque se saldó sin un resultado trágico el gobierno aranés exigió su retirada inmediata del Pirineo y organizó una batida 'exhaustiva' para localizar al ejemplar. Las autoridades consiguieron localizar al animal el sábado y ahora se disponen a capturarlo, mediante un dardo tranquilizante o una trampa.
Hvala, la osa de unos 100 kilos y seis años de edad, es uno de los osos procedentes de Eslovenia y reinsertados en el Pirineo catalán bajo un proyecto de recuperación de la especie que comenzó en 1996. Ahora la polémica sobre su retirada está abierta.
Mañana se celebrará una reunión a tres bandas entre la Generalitat, el Síndico del Aran y responsables del Ministerio de Medio Ambiente, que también está involucrado en el programa de reintroducción, para decidir qué medidas tomar ante el primer ataque de un oso a un humano.
Agresiones a rebaños y colmenas
A pesar de que durante estos doce años, es decir, desde su reintroducción, nunca se había registrado ningún ataque de un oso a un humano, sí que ha habido numerosas agresiones a rebaños de ovejas y también a las colmenas de apicultores de la zona.
Según datos del Departamento de Medio Ambiente de la Generalitat, entre 1996 y 2007 se han registrado un total de 170 ataques a rebaños, se han concedido indemnizaciones por la muerte de 376 ovejas y por la desaparición de otras 1.358.
Proyecto de reinserción del oso 1996
El oso pardo autóctono habitó en el Pirineo de Lleida de forma natural hasta la década de los años 80 y, según el departamento de Medio Ambiente de la Generalitat, hay informaciones de que en el valle se pudieron ver ejemplares vivos hasta 1992.
En el marco del programa de recuperación Life de la Unión Europea, en 1996 la Generalitat, en colaboración con el gobierno francés, inició la reintroducción de osos eslovenos en el Pirineo central y oriental. En 1997 y 2006 se llevaron a cabo nuevas liberaciones de osos.
Se estima, según Medio Ambiente, que en la actualidad en el Pirineo hay una población de unos 20 osos, de los cuales cinco viven en las inmediaciones de la Val d'Aran, Pallars Sobirà, Alta Ribagorça y Pallars Jussà. Sin embargo, se sabe que hay más ejemplares, descendientes de los osos liberados, que no han podido ser identificados.