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Open de Australia | Coronavirus

Novak Djokovic pierde su batalla judicial y es deportado de Australia

  • La decisión ha sido unánime entre los jueces del tribunal federal y no admite apelación

  • El tenista no podrá disputar el Open y asegura sentirse "profundamente decepcionado"

RTVE.es/AGENCIAS
6 min.

Tras doce días en el país y un culebrón judicial, mediático y sanitario, el tenista serbio Novak Djokovic ha perdido este domingo en un tribunal australiano el recurso contra la decisión del Gobierno de revocarle por segunda vez su visado y será deportado de forma inmediata de Melbourne. Djokovic no podrá defender el título en el Abierto de Australia que arranca este lunes y ha abandonado el país oceánico.

"Puedo confirmar que Djokovic ya se fue de Australia", declaró en Twitter el ministro de Inmigración, Alex Hakwe, quien el viernes usó sus poderes para cancelar por segunda vez el visado del deportista.

Djokovic llegó a la terminal del aeropuerto de Tullamarine de Melbourne con ropa oscura y mascarilla facial acompañado por su equipo técnico y se llevó un pequeño aplauso y vitoreo por parte de alguno de los viajeros, según un vídeo del Canal 10. El tenista fue escoltado en el aeródromo por miembros de la Policía australiana mientras esperaba el embarque, según las fotografías publicadas por el portal del diario The Sidney Morning Herald.

Decisión unánime

La decisión ha sido tomada de manera unánime por los tres jueces del Tribunal Federal, que han abordado este domingo en una vista virtual de cuatro horas el recurso presentado por la defensa de Djokovic. El tenista fue recluido el sábado en un hotel tras ser cancelado su visado por segunda vez.

La resolución de los magistrados no admite apelación y han señalado que en los próximos días se publicarán los razonamientos jurídicos sobre el caso. Según la ley, Djokovic se enfrenta además a una prohibición de regresar al país durante tres años, salvo ciertas excepciones, que pueden incluir "circunstancias imperiosas que afectan los intereses de Australia".

Estoy extremadamente decepcionado

El tenista serbio ha reaccionado al fallo de la Corte asegurando que se encuentra "profundamente decepcionado" aunque cooperará con las autoridades sobre su deportación.

"Me incomoda que el enfoque de las últimas semanas haya estado en mí y espero que ahora todos podamos concentrarnos en el juego y el torneo que amo. Me gustaría desearles a los jugadores, oficiales del torneo, personal, voluntarios y fanáticos todo lo mejor para el torneo. Finalmente, me gustaría agradecer a mi familia, amigos, equipo, simpatizantes, fanáticos y mis compatriotas serbios por su continuo apoyo. Todos ustedes han sido una gran fuente de fortaleza para mí”, ha añadido el deportista en un comunicado.

Por su parte, el ministro australiano de Inmigración, Alex Hawke, ha celebrado el fallo unánime de la justicia que permite la deportación y ha recordado los "grandes sacrificios" que Australia hizo durante pandemia.

"Las sólidas políticas de protección fronteriza de Australia nos han mantenido a salvo durante la pandemia, lo que ha resultado en una de las tasas de mortalidad más bajas, las recuperaciones económicas más sólidas y las tasas de vacunación más altas del mundo" apuntó.

Mientras que el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, ha asegurado que Djokovic fue maltratado en una "caza de brujas" a la que comparó con un espectáculo de estilo "orwelliano".

El serbio tenía previsto debutar este lunes en la pista central Rod Laver Arena, escenario que le vio ganar el Abierto en nueve ocasiones. Tras conocerse el fallo del tribunal, se ha anunciado que el italiano Salvatore Caruso, puesto 150 de la ATP, sustituirá al número 1 del mundo en el cuadro masculino.

Cancelación por motivos sanitarios y de orden público

La decisión de los magistrados cierra un caso que arrancó el 5 de enero cuando el tenista viajó a Melbourne con una exención médica por no estar vacunado, al haber estado contagiado de la COVID-19 recientemente, aunque a su llegada las autoridades de Inmigración le cancelaron el visado y lo detuvieron hasta su liberación el pasado lunes por una orden judicial al considerar que no fue tratado con "equidad" aunque posteriormente volvió a ser detenido.

Entre tanto, protestas del Gobierno serbio, apoyo de grupos antivacunas y la salida a la luz de informaciones sobre la comparecencia del tenista en una entrevista cuando ya sabía que era positivo. El deportista también admitió en un comunicado haber cometido "errores humanos" en los documentos para entrar a Australia mientras las autoridades investigaban si había mentido.

En su primera detención fue trasladado al Hotel Park de la ciudad de Melbourne, que también aloja a un grupo de solicitantes de asilo detenidos por las autoridades de inmigración.

El Ministerio serbio de Exteriores protestó ante el embajador de Australia en Belgrado por el caso Djokovic y su familia aseguró que el tenista no ha violado ninguna ley ni norma de Australia y que la situación que encara es "el mayor escándalo deportivo diplomático de la historia".

El juez Anthony Kelly, del Tribunal del Circuito Federal de Melbourne, ordenó al Gobierno australiano la liberación de Djokovic y entregarle el pasaporte y sus efectos personales. Arrancó sus entrenamientos para el Grand Slam.

El ministro de Inmigración, Alex Hawke, se valió el pasado viernes de sus poderes especiales para cancelar el visado del serbio de 34 años por motivos sanitarios y del mantenimiento del orden, ya que si se le permitiera quedarse en el país podría avivar el sentimiento de las personas que se oponen a vacunarse contra la COVID-19, alegó.

Manifestaciones de antivacunas

El tenista fue detenido de nuevo este sábado después de la nueva cancelación de su visado y permaneció aislado en el hotel Park de Melbourne, que ha sido escenario de concentraciones de grupos de manifestantes, que incluían a defensores del serbio y antivacunas.

Durante la vista celebrada este domingo, cuya retransmisión en directo fue seguida por más de 80.000 personas, el abogado del Gobierno de Australia recordó que el tenista tiene "una historia reciente" de haber ignorado las medidas impuestas por la COVID-19.

"Incluso cuando estaba infectado fue a una entrevista y sesión fotográfica que incluyó quitarse la mascarilla", dijo Stephen Lloyd, quien representa al ministro de Inmigración, Alex Hawke, en este proceso, al referirse a la admisión de Djokovic de que acudió a una entrevista con el medio francés L'Equipe en Belgrado el 18 de diciembre sabiendo que tenía COVID-19.

El abogado insistió en que Djokovic podría "alentar a la gente a emularlo" en la violación de las medidas contra el virus.“Sus conexiones con la causa, lo quiera o no, aún están presentes y su presencia en Australia supone un riesgo abrumador", precisó el representante del Gobierno.

Por su parte, el abogado del tenista, Nicholas Wood, calificó ese razonamiento como "irracional" ya que no estaba basado en evidencias sólidas.

"Ni una sola línea de evidencia en el material presentado ante el ministro proporcionó algún fundamento específico, lógico o probatorio para la proposición de que la mera presencia del propio Djokovic -no la cancelación de su visado y su expulsión- pueda fomentar de algún modo el sentimiento antivacunación", arremetió el letrado.

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