Dos años después de su estreno, el británico Chris Froome (Sky) ha vuelto a tocar la gloria al alzarse en París con la victoria final en el Tour de Francia. Junto a él, en el podio de los Campos Elíseos, estaban Nairo Quintana y Alejandro Valverde, ambos pertenecientes al equipo español Movistar. [Blog 'En Ruta': Han humanizado a Froome] [Blog 'En Ruta': Corrieron para ganar
El corredor nacido en Nairobi hace 30 años, se encaramó de nuevo a lo más alto del podio junto al Arco del Triunfo después de su retirada en 2014. Después de batir a sus rivales y de tener que soportar debates, sospechas de dopaje y gestos feos del público, escuchó con la mano en el corazón el God save the queen.
La lluvia en París dejó paso al sol, como un bonito homenaje al ciclista que ha sabido dominar la carrera de principio a fin, apareciendo en los momentos claves, como en aquella etapa de La Pierre de Saint Martin, en Pirineos, cuando sacudió de manera definitiva la general, a todos sus adversarios, uno a uno.
El cuadro de honor de la 102ª edición se completó con el británico venciendo también la clasificación de la montaña. El eslovaco Peter Sagan (Tinkoff) terminó con el maillot verde de la regularidad. Nairo Quintana, además de ser segundo, ha ganado de nuevo el maillot blanco de mejor joven y su equipo, el Movistar, como vencedor por equipos.
El Tour de los fantásticos acabó en un pulso Froome-Movistar
Cuando arrancaba en Utrecht se hablaba del mejor Tour de la historia pero el duelo esperado entre Chris Froome, Alberto Contador, Vincenzo Nibali y Nairo Quintana quedó pronto reducido a un mano a mano entre el británico y el Movistar.
Quintana aseguró que fue en la segunda etapa en la que perdió el Tour. En la segunda etapa, el menudo escalador colombiano se vio cortado por una caída y, posteriormente, sorprendido en un abanico, agravado por el fuerte viento y la lluvia, que le hicieron dejarse 1’28’’ minutos en la meta. Esa renta ha pesado como una losa en el colombiano.
Tras la primera jornada de descanso, fiel a su estilo, Froome marcó la carrera en la primera cita con la alta montaña. Lo hizo con un potente ataque a falta de seis kilómetros para la meta en la Pierre-Saint-Martin, un puerto inédito en el Tour de categoría especial en el que prácticamente sentenció el Tour.
Camino a los Alpes Quintana fue creciendo. El colombiano atacó en la primera cita alpina con final en Pra Loup, pero Froome respondió bien y ambos entraron de la mano en la meta, demostrando que el Tour se jugaría entre ellos.
A la tercera cita alpina, en La Toussuire, se vio a Froome descolgarse por vez primera. Fue entonces cuando apareció al rescate su equipo para evitar la hecatombe en el Alpe d'Huez. El ataque implacable de Quintana fue insuficiente y finalmente se quedó a 1’12’’ de conquistar su "sueño amarillo".
Contador se queda sin el doblete Giro y Tour
Fuera del podio y de la foto principal quedaron algunos de los "4 magníficos" que inicialmente contaron par el triunfo, como el italiano Vincenzo Nibali (Astana), cuarto y ganador de una etapa, conforme con su puesto a pesar de que comenzó con el reto de defender el título de 2014.
También quedó relegado el español Alberto Contador (Tinkoff), quinto clasificado, ganador del Giro y aspirante al doblete, pero finalmente atropellado por su propia exigencia. Sin el botín esperado, Contador, de 32 años, ya piensa en la temporada que viene, que puede ser la última de su carrera profesional: elaño que viene solo Tour y planificación diferente. Nada de dobletes.
Lejos de su imagen dominadora de antaño, Contador aguantó en primera fila del Tour 2015 hasta los Pirineos, pero todo fue llegar a su terreno, la alta montaña, y entrar en barrena. En la Pierre de Saint Martín un "huracán" llamado Froome le endosó 2.51 minutos.
Sin fuerzas en los Alpes, no hubo reacción y solo con corazón no fue suficiente para evitar lo inevitable. El madrileño entró además en desgracia, sufrió una caída en el Col D'Allos, entró en la senda negativa y finalmente en Alpe D'Huez tampoco estuvo en la pelea.
"El Giro fue muy exigente y el Astana hizo que me dejara la piel todos los días. La última semana fue de infarto y el cuerpo no ha tenido tiempo para recuperar", admitió.
El ciclismo español terminó el Tour con tres triunfos de etapa, dos a cargo de Purito Rodríguez, 36 años, (Muro de Huy y Plateau de Beille) y uno a cargo de Rubén Plaza (35), ganador en Gap. Junto al podio del "Bala" un balance que da que pensar. Son los viejos rockeros los que siguen tirando del carro, y estos no son eternos.