¿Qué nos hace humanos? Para algunos es la capacidad de hablar y para otros la habilidad de razonar. También hay quienes sostienen que lo que nos diferencia es la conciencia, mientras que otros ponen el foco en las teorías relacionadas con la imaginación y la creatividad. Muchos hablan incluso de nuestra necesidad de socialización y de un instinto de supervivencia peculiar, basado en la percepción de la especie. La empatía, aseguran estas voces, es lo que nos ha hecho evolucionar, pero ¿y si la clave fuera la violencia?
¿Y si ella, la violencia, hubiera contribuido a traernos hasta aquí, hasta un año 2025 con un Planeta regido por el Homo sapiens sapiens? ¿Y si la violencia nos hubiera "enseñado" a ser personas? Esta es la filosofía que se esconde detrás de la película La huella del mal, dirigida por Manuel Ríos San Martín y protagonizada por Blanca Suárez y Daniel Grao.
"Es un thriller. Hay asesinatos y misterios y en todo ello mi personaje, la inspectora Silvia Guzmán –explica Blanca Suárez en Las tardes de RNE– se enfrenta al asesinato de la joven Eva Santos, que tiene demasiadas similitudes con otro cadáver que apareció en las mismas circunstancias años atrás también en los yacimientos de Atapuerca (Burgos)".

Las tardes de RNE - Blanca Suárez y 'La huella del mal'
Ambos crímenes están separados por un periodo de 6 años, sin embargo, entre ellos ha trascurrido la humanidad entera.
"En la película hay un hilo conductor que se plantea si la violencia viene con el ser humano desde sus orígenes y si la seguimos manteniendo", resalta Blanca Suárez. "¿El hecho de que apareciera la inteligencia de la que presumimos deja de lado que seamos unos animales violentos? ¿Lo hemos erradicado con el tiempo o lo seguimos llevando dentro?", se pregunta la actriz.
Son cuestiones complejas, muy complejas, pero parece que su personaje tiene la respuesta clara: la agresividad nunca se ha ido. Y jamás lo hará. Forma parte de nuestro ADN. "¿En qué momento de la evolución nos convertimos en unos putos asesinos?", reprocha precisamente, sobrepasada por la situación, la inspectora.
RTVE.es estrena el tráiler de 'La huella del mal', la primera película rodada en el yacimiento de Atapuerca
Una inspectora, eso sí, que cuenta con el apoyo y la comprensión total de su intérprete. Porque todo el mundo carga consigo una mochila. "Además de los tintes policíacos y misteriosos, la película tiene un trasfondo. Se muestran los pasados de los personajes", apunta Blanca Suárez.
Para la madrileña encarnar a Silvia Guzmán "ha sido muy bonito" y especial, tanto en la parte personal como en la faceta profesional. "Manuel Ríos nos ha mostrado una gran generosidad por estar abierto a las propuestas de los miembros del equipo. Todos hemos podido aportar nuestro granito de arena", destaca.
Y el resultado ha sido inmejorable. "En España la mayoría de las películas policíacas son muy masculinas. Sin embargo –apunta el director–, el papel que hace Blanca no sigue estos roles". Silvia es una inspectora empática, con un liderazgo distinto, pero con la misma capacidad policíaca. O incluso todavía una mejor. "Es muy emocional, siente cercanía por las víctimas y no necesita alzar la voz para tener autoridad", añade Manuel Ríos.
“Silvia es muy currante. No ha llegado a ser inspectora simplemente por estudiar, sino por sus numerosos méritos", enfatiza también Blanca Suárez. La resiliencia podría ser una de estas cualidades. "Tiene muchos melones abiertos: el de la investigación, el de sus relaciones con el personaje de Daniel y el de las suyas propias porque está en un momento de su vida en el que se replantea muchas cosas, como la maternidad".
La primera vez en la historia que se rueda en Atapuerca
Pero lo especial y lo innovador de La huella del mal no queda solo ahí. Hay más. Es la primera vez en la historia que se rueda una película en el yacimiento arqueológico de la Sierra de Atapuerca. "Ha sido brutal. Es una gran suerte plantarte en un escenario natural como este y que todo esté en silencio e iluminado para grabar. Es un privilegio", reconoce Blanca Suárez.
Al igual que también lo es el poder vivir de la actuación. Actualmente, tan solo el 7% de los actores y actrices en España pueden dedicarse en exclusiva a ello. "Es una gran fortuna formar parte de ese porcentaje. Esta profesión es muy hostil desde el principio", señala. Y, aunque es cierto que ofrece experiencias únicas e increíbles, su fecha de caducidad es muy temprana. Todo es muy efímero y, sobre todo, muy incierto.
"A día de hoy me da un cierto pudor verbalizar que soy actriz porque siento que al decirlo lo doy por hecho. Soy muy consciente de que el día de mañana puede dejar de sonar el teléfono. Por mucho que yo trabaje duro y me esfuerce, hay muchos factores que no dependen de los propios actores", confiesa Blanca Suárez.
Por eso, además de "currar" para mejorar día a día, la actriz madrileña aprovecha y disfruta de todos sus papeles. No importa el rol. De momento en este 2025 sus objetivos pasan por "el estreno de esta película, La huella del mal, así como la de una cinta de Antonio Hernández alrededor de octubre, y terminar el rodaje de la segunda temporada de Respira".