Después de probar la receta de la ganadora de Masterchef 10, ya no querrás comer las patatas bravas tradicionales
Y si no eres fan de la salsa de tomate, con la salsa ajolactonesa descubrirás una alternativa asombrosa
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Crujientes por fuera, tiernas por dentro y bañadas con una salsa que pica lo justo para deleitar. Las patatas bravas son todo un emblema de la cocina española. Y no lo decimos nosotros, lo confirman los medidores más fiables de la cultura gastronómica nacional: las barras de los bares. Resuelta extraño, casi imposible, no encontrar este suculento plato en sus cartas.
Y aunque el refrán diga eso de que "si algo funciona es mejor dejarlo cómo está", entre fogones siempre hay espacio para innovar. ¿Por qué no combinar lo mejor de la cocina tradicional con lo más exquisito de la de vanguardia? ¿Qué resultado obtendríamos? En el caso de las icónicas patatas bravas, por ejemplo, María Lo tiene la respuesta muy clara: nos enamoraríamos aún más de ellas.
"La clave es hacer una buena salsa de tomate especiada, con especias de todas partes del mundo para que darles un sabor diferente y divertido, no el de toda la vida", explica la ganadora de Masterchef 10 en los micrófonos del programa Podría ser peor, presentado por Ángela Fernández en RNE.
Podría ser peor - Cocina con María Lo: bravas con salsa de tomate
De hecho, más que una recomendación, se convierte casi en una "obligación" si se quiere disfrutar al máximo de un plato de escándalo. Porque cuando esto sucede, cuando una receta enamora el paladar, dejar tan solo una miga o una gota de salsa en el plato no es una opción.
La receta de bravas de María Lo con la que no dejarás ni una gota de salsa en el platoLa receta de bravas de María Lo con la que no dejarás ni una gota de salsa en el plato
Ingredientes
Preparación
6 tomates pera
1 pizca de azúcar blanco o, en su defecto, miel o jarabe de arce
1 cebolla blanca
12 dientes de ajo
Aceite de oliva virgen extra
2 cayenas
1 anís estrellado
4 clavos
1 rama de canela
1 cucharada de café de pimentón dulce
1 cucharada de café de pimentón picante
Patatas
500 mililitros de leche entera
Aceite de girasol
1 pizca de sal
Empezaremos con las dos salsas: una será una lactonesa de ajo, y la otra será una salsa de tomate especiada
Para la lactonesa, introduciremos en un vaso de batidora unos 8 o 9 dientes de ajo a los que les habremos quitado previamente el germen
Después, cubriremos los ajos con leche entera y llevaremos el vaso al microondas durante 1 minuto, hasta que hierva
Dejamos enfriar la mezcla y, con un chorro fino y poco a poco, iremos agregando aceite de girasol a la vez que trituramos con la batidora
Si fuera necesario, corregiremos la salsa con sal
Para la salsa de tomate, comenzaremos rallando los tomates pera
En un recipiente, añadiremos a la ralladura de tomate un poco de azúcar para corregir la acidez y dejamos la mezcla reservando
Mientras tanto, pelamos y picamos la cebolla en "brunoise" (cortes muy pequeños). También pelaremos y picaremos 3 dientes de ajo, que después rallaremos
A continuación, haremos el sofrito. Para ello, en un cazo ponemos aceite de oliva junto con la cebolla y el ajo ya picados y las 2 cayenas
Cuando se haya reblandecido y esté casi dorado, agregamos las especias (clavo, canela y anís) y dejamos que se acabe de caramelizar la cebolla
Una vez esté ya caramelizada, añadimos el pimentón dulce y picante. Para evitar que se nos quemen, pondremos, a los pocos segundos, el tomate triturado que habíamos dejado reservando
Dejamos la mezcla cocinándose a fuego medio, hasta que la salsa adquiera una consistencia densa
En cuanto a las patatas, antes de cocinarlas las limpiaremos muy bien sin quitarles la piel. Una vez estén limpias, las cortaremos en gajos
Después, las pondremos a freír en aceite a 160 grados para que se vayan reblandeciendo
Antes de que cojan color y estén doradas, las sacaremos, les quitaremos el aceite y las estrujaremos
A continuación, volveremos a darles a las patatas una segunda fritura para que queden bien crujientes