¿Qué tiene que ver el miedo con la geopolítica? Pues aunque no te lo creas, mucho. Charo Marcos junto a los especialistas de El Orden Mundial te explican cómo ejerce el cine terror de poder blando. El ser humano siempre ha sentido una especial atracción hacia el miedo lo que ha llevado a que el cine de terror haya tenido gran éxito a lo largo de nuestra historia. Geópolis divide este género en tres épocas marcadas por diferentes temáticas según el contexto histórico, aquí te contamos la más actual.
Geópolis - La geopolítica del terror, con El Orden Mundial - Escuchar ahora
Un cine marcado por la sangre
A lo largo de la historia el cine de terror y la manera de transmitir miedo al espectador ha ido evolucionando, de manera que aquello que nos atemorizaba en los años 30 no consigue movernos del asiento ni un milímetro a día de hoy. Para conseguirlo Geópolis ha percibido que, partir de los 90, las escenas de este género han ido convirtiéndose en escenas mucho más sangrientas y explícitas. "Ya no es suficiente insinuar la violencia para aterrorizar, hace falta mostrarla con todo lujo de detalles. Si pensamos en Psicosis, Hitchcock simplemente con la chica gritando en la ducha ya nos daba miedo. Ahora tendríamos que ver las vísceras y la sangre saliendo a borbotones", afirma Alba Leiva, redactora en El Orden Mundial, quien además señala como el mejor ejemplo la saga de Saw.
¿Qué tiene que ver el gore con la geopolítica?, te preguntarás. La colaboradora del podcast cuenta que esta tendencia se debe a que actualmente vivimos en una sociedad acostumbrada a las imágenes violentas por el consumo de las mismas en redes sociales y en televisión: "Al final estamos viendo guerras y muerte todos los días en televisión y ahora también en redes sociales. Entonces estamos mucho más acostumbrados a esto".
La tecnología nos asusta
Conforme avanza el tiempo, cambian las temáticas y también evoluciona la forma contar la historia de terror. Actualmente hay un recurso narrativo filmográfico, denominado found footage o metraje encontrado, que consiste en mostrar la película o parte de ella a través de un filme, de un video casero o con grabaciones procedentes de cámaras de vigilancia que han sido descubiertas por los protagonistas y que genera una atmósfera asfixiante. "Ahora me asomo a estas grabaciones y descubro una historia de terror que parece más real", explica Alba Leiva. Algunos de los ejemplos más claros de este tipo de películas y que seguro conocerás son REC, Paranormal Activity o The Ring. "La tecnología está en el centro de la historia. Es uno de los grandes ejemplos del terror asiático", comenta Eduardo Saldaña, codirector de El Orden Mundial.
Los avances sociales también presentes en este género
En el cine en general se pueden apreciar grandes avances sociales respecto a que hay una mayor diversidad de historias y, por tanto, presentan más puntos de vista. "Esto también ha ocurrido en el cine de terror. Al final es un género que se adapta a los cambios sociales e internacionales, a la inclusión de más personas LGTB... No hay más que ver la evolución que ha tenido el papel, por ejemplo, de la mujer en el cine de terror. Ahí hemos pasado de personajes femeninos frágiles, que normalmente eran víctimas de monstruos o asesinos, a personajes más fuertes a superheroínas. A veces ocurre dentro de las mismas sagas", señala Eduardo Saldaña, quien apunta como ejemplo la evolución del personaje de Jamie Lee Curtis en las películas de Halloween.
En cuanto a la inclusión de nuevas miradas, el equipo de Geópolis destaca la película Cerdita y Déjame salir. Esta última es una película del director Jordan Peele que narra la perspectiva de las personas racionalizadas. "El director llegó a decir que era una peli en la que reflejaba sus propios miedos y situaciones a las que él mismo se había enfrentado", cuenta Eduardo Saldaña. El veganismo también tiene su espacio: Eduardo Saldaña señala la película Fresh donde "el tratamiento de imágenes del canibalismo nos hace empatizar un poco con el asco que podría suponer comer carne de animales".
El cine queer siempre ha estado presente
Definimos el cine queer como el movimiento que tiene por objetivo contar la historia de las personas pertenecientes a la comunidad LGBTQ+, además de mejorar la forma en la que son representadas en el cine. "Estas visiones siempre han estado muy presentes en el cine de terror. Si, sí, pero al final lo han estado de una forma más sutil, escondida", señala Alba Leiva. "Muchas de las grandes películas de monstruos han servido a sus directores para hablar de la represión sexual de una forma no explícita y así evitar la censura de la época. Un ejemplo es ese expresionismo alemán del que os hablaba al principio, el Nosferatu, porque Murnau era homosexual y a través de Nosferatu explora todos estos temas", cuenta la colaboradora del podcast, quien además añade otro ejemplo: en La novia de Frankestein, Elsa Lanchester tiene apariencia de drag queen y se ha convertido en "toda una referente LGTB en la actualidad".