Veinte años antes de meterse en la piel de un empresario descarado y sin escrúpulos en El buen patrón, Javier Bardem fue un héroe sin capa ni empleo en Los lunes al sol . Dos personajes contrapuestos que Fernando León de Aranoa, director de ambas películas, creó para hablar de la misma realidad desde focos distintos: Santa y Julio Blanco, víctima y verdugo de un mundo empresarial caníbal, individualista y deshumanizado.
La evolución como actor de Bardem, reconocido este 20 de septiembre con el Premio Donostia, puede verse en estados películas a las que separan 20 años. ¿Qué pasaría si ambos personajes se enfrentasen cara a cara? Aranoa definía su última película, ganadora de seis premios Goya, como el reverso de Los lunes al sol. La otra cara de la moneda de la precariedad laboral, cuyo foco se posa sobre aquellos que alimentan a la bestia, empresarios como Julio Blanco. Esos patrones, tan reconocibles por todos, que no tienen miramientos para poner de patitas en la calle a trabajadores como Santa.
Santa vs Julio Blanco
Si estos dos Bardem se juntaran en una misma sala, seguramente saltarían chispas (y no de amor, precisamente). Santa es un trabajador que no se doma tan fácilmente, mucho menos cuando le echan a la calle. Un hombre que encarna la dignidad del rebelde y que procede de un tiempo, no tan lejano, en el que aún la división y desposesión de la identidad de la clase trabajadora no era tan descarada. Su fortaleza reside en el grupo y en la colectividad. Un tipo desheredado, pero integro.
La fábula oscura la protagoniza Julio Blanco, un Bardem que peina canas y despliega poses y ademanes de un auténtico empresario de medio pelo. Un hombre henchido de gusto por uno mismo, que mira a todos desde un escalafón de altura, con la socarronería propia de quien se cree dueño y señor de cuantos tiene bajo contrato. Presidente de Básculas Blanco, un puesto que le viene por la gracia divina de una herencia familiar, su estandarte es el equilibrio. Un estado indispensable en su vida y su negocio que está dispuesto a conseguir a toda costa, incluso si para ello ha de trucar la balanza.
En las antípodas: la hormiga y la cigarra
En realidad, Santa y Blanco son la hormiga y la cigarra de aquel cuento que el personaje de Bardem le leía a su hija en una de las escenas más famosas de Los lunes al sol:
"Pasó el tiempo, y la hormiga trabajó y trabajó todo el verano, ahorró cuanto pudo, y en invierno, la cigarra se moría de frío, mientras la hormiga, tenía de todo… ¡Qué hija de puta la hormiga!
La Cigarra llamó a la puerta de la Hormiga, que le dijo: Cigarrita, cigarrita, si hubieras trabajado como yo, ahora no pasarías hambre ni frío… ¡¡y no le abrió la puerta!!
¿Quién ha escrito esto? Porque esto no es así; la hormiga esta es una hija de la gran puta y una especuladora. Y además, aquí no dice por qué unos nacen cigarras y otros, hormigas, y tampoco que si naces cigarra estás jodido, y aquí, no lo cuenta."
¿Se hubiese enfrentado Santa a Blanco en la realidad?
Quizá en aquellos 2002 sí, pero en el contexto en el que Aranoa sitúa El buen patrón hay muchas cosas que han cambiado. El mercantilismo humano y la competencia de puñales por la espalda, de la que se nutre Balanzas Blanco, han proliferado como setas. Sus trabajadores están tan compartimentados y aislados que cualquier lucha resulta estéril. Ahí está el personaje que interpreta Óscar de la Fuente en El buen patrón, un obrero despedido que inicia una protesta ridícula, sin estrategia, ni conciencia de clase (ni rastro de sindicatos) al que nadie se une, ni por camaradería.
Un rayo de esperanza
El Santa de Los lunes al sol hubiese entendido que esa lucha personal trasciende a algo más grande, que luchar contra un titan provinciano como Blanco no puede hacerse sin arroparse de otros, tanto que sufren la misma tiranía. Santa y sus compañeros José, Lino y Amador - interpretados por Luis Tosar, José Ángel Egido y Celso Bullago -se comportan como una familia, ayudándose en la medida de la posible, aunque solo sea a través de pequeños gestos, ánimo o sobrellevando la situación con bastante humor negro y cierta rebeldía. Y aunque en ambas historias acaben perdiendo los mismos.
La sensación es diferente, el halo de esperanza que posee Los lunes al sol (2002) se convierte en amarga impotencia en El buen patrón (2021). De ahí el reverso tenebroso. Afortunadamente, el humor negro y la sátira de esta última hace que el trago pase, aunque queda flotando algo molesto en el interior. Los lunes al sol llega al catálogo de RTVE Play, junto a Días contados. Dos títulos relevantes en la carrera de Javier Bardem, a quien dedica su noche Historia de nuestro cine. En nuestro catálogo también encuentras Loving Pablo, la película que rodó con Penélope Cruz sobre la relación entre Pablo Escobar y Virginia Vallejo.