La película El buen patrón está protagonizada por Juan, el propietario de una fábrica de básculas industriales que tiene 150 o 200 empleados. El punto de partida de la historia es la de un empresario que para que todo le vaya bien en su empresa "intenta que todo vaya bien en la vida de sus empleados, pero a veces va un poco más allá de lo debido", ha explicado su director, Fernando León de Aranoa en De pe a pa.
"Cuando uno de ellos tiene una crisis sentimental, él intenta resolverla, le presenta a gente, a amigas. Se va a hablar con su mujer. Me parecía que daba lugar a situaciones que podrían tener mucho humor e ir contando poco a poco. Va cruzando líneas cada vez más rojas".
Este film, que cuenta con la participación de RTVE, se estrenó en esta pasada edición del Festival de cine de San Sebastián y llega a los cines este viernes 15 de octubre. Retomó la historia unos cinco años después de haber escrito un trabajo de "30 o 40 páginas". Sintió que le "seguía interesando" y "tirando" como cuando lo había escrito. Señala que este "no es un procedimiento calculado, pero es verdad que me pasa muchas veces". Lo considera como "una buena prueba".
Las localizaciones y las alturas
Cuando estuvo buscando espacios donde rodar la película, visitó muchas fábricas, explica que era "muy habitual" que la dirección "estuvieran en unos despachos altos". "Tiene algo de un símbolo de poder" y añade "el jefe está arriba y desde ahí ve a sus empleados, ve cómo es el ambiente en la planta de trabajo".
"Yo creo que él tiene un equilibrio en su empresa, en su vida familiar, no solamente en lo laboral y es un equilibrio como tantas veces un poco conseguido a base de pequeños contrapesos, pequeñas trampas. La película le encuentra en ese momento en el que ese equilibrio empieza a alterarse, perderse. Asiste a la forma que él tiene de buscarse un poco desesperadamente, recuperar ese equilibrio perdido".
El desequilibrio en imágenes
"Es una película que empieza con cierto equilibrio". Se inicia en un mundo "donde todo está ordenado" y "organizado en su vida". Esto se representa "a través de los planos". A medida que se desarrolla la película, "las cosas empiezan a fallar". "Visualmente queríamos traducir ese vértigo que se va apoderando de él. La película se vuelve hacia el final un poco más obscura, más inestable, pero sin perder la sonrisa siempre, el sentido del humor".
La interpretación de Javier Bardem
Se encuentra "feliz" con el trabajo de Javier Bardem que interpreta al protagonista, Juan. "Se transmuta. Resulta difícil verle en el personaje. Hay un momento a mitad de película que te has olvidado, mucho antes, completamente de él y solamente ves a ese patrón".
El director escribió el guion que se lo entregó al actor cuando le propuso la película. Allí estaba "todo" sobre el personaje que tenía que interpretar. "A partir de ahí empezamos a hablar, a explorar sus ángulos, a imaginarle en otras situaciones, incluso que no están en la película. Nos ayuda a redondearle y él me trae propuestas". "Él iba construyendo fisicidad. Iba viéndolo e íbamos viendo entre los dos, descartando cosas, aceptando otras, pero él traía muchísimo y hace crecer al personaje, le pone donde está hoy en la pantalla".