La tercera temporada de El Paraíso de las Señoras empieza por todo lo alto, con un Pietro Mori muerto y unos grandes almacenes a punto de reabrir sus puertas. Tres años han pasado desde que el capitán del barco fue asesinado y es ahora, tras un préstado concedido por la poderosa familia Guarnieri, que Vittorio Conti retoma el proyecto de su mejor amigo. Era un gran publicista, pero la amistad es una fuerza poderosa que arrasa fronteras, y es la que le lleva a abandonar su oficio para emprender esta nueva aventura. La renovación del espacio y la búsqueda de nuevas Venus hace que se crucen varios destinos, diversas vidas que hacen match, aunque eso se convierta en un lío de amoríos.
Marta Guarnieri es una joven que acaba de cumplir los 21 años. De familia adinerada, con buen prestigio y reputado nombre en Milán. Todo el mundo sabe quién es ella, pero solo una persona acabará siendo la afortunada en ocupar su corazón. La pregunta es... ¿quién? Pues ya en el primer episodio vemos que la tarea no será sencilla, porque es aquí cuando entran las disputas del contexto histórico: matrimonio concertado vs. el amor de verdad. La mujer como moneda de cambio para conseguir la reputación social de la familia, en contraposición a los verdaderos sentimientos, libertades y necesidades. Vittorio Conti, Luca Spinelli, Valerio Nervi y una cuarta en discordia, Andreína Mandelli. ¿Qué ocurrirá?
Marta y los demás
Poco spoiler podemos hacer porque ya, desde los primeros minutos de la temporada, se revela aquello que está por venir. Marta Guarnieri pasea tranquilamente haciendo fotografías con la típica cámara analógica de los años 60, cuando aparece otro joven forzándola a estar con él. Se trata de Valerio Nervi, hijo de constructor que, por haber besado a la chica, cree que es de su pertenencia. Ella intenta desmotrarle que esa idea no es cierta y que "un beso no significa nada", por lo que le pide a un hombre que pasa por su lado que la bese. Momento de estupefacción donde los halla ya que, sin conocerse, la secuencia respira solo pasión.
Marta Guarnieri y Vittorio Conti besándose
Casualmente, el protagonista es Vittorio Conti, que defiende la libertad de la joven y ambos consiguen ahuyentar al muchacho. Sin embargo, el encuentro de estos tres se produce de nuevo en la fiesta de cumpleaños de Guarnieri. Es allí donde el dueño de las galerías aparece como invitado, y claro, pues la cumpleañera y él no pueden evitar dar rienda suelta a esas ganas de estar juntos. Lo que ocurre es que, en mitad de la celebración y, para sorpresa de todos, Humberto Guarnieri anuncia el compromiso de su hija precisamente con Nervi. Una futura boda acordada entre hombres y sin consentimiento de ella. La chica huye, pero en el jardín sufre un episodio violento por parte de su posible esposo. De esta violencia la salva Luca Spinelli, que se ocupa de llevarla a casa en coche y ponerla a salvo. El trato a partir de ese momento será de cariño, pero está por ver si sus intenciones son con la joven Guarnieri o con alguien cercano a ella.
Valerio Nervi amenazando a Marta Guarnieri
Lo que ocuerre a partir de aquí hay que verlo, sentirlo y vivirlo puesto que en el juego ahora hay tres hombres y todo puede suceder. Lo que sí se puede prever es que Vittorio con Marta lo va a tener más difícil que cuando quería conquistar a una Teresa enamorada de Mori.
¿Andreína ha vuelto?
Eso sí, para rematar el enredo, parece ser que Andreína Mandelli ha regresado a Milán. Se iba a casar con Conti pero, tras ser acusada de cómplice por un delito de asesinato, se ve obligada a escapar de la ciudad. Por una escena y algunas sospechas de la policía, parece que el personaje está de vuelta y buscará a su prometido. ¿El problema? Pues que Vittorio se está enamorando de Marta y claro, ésta a su vez no sabemos qué decidirá.
Andreína Mandelli con Vittorio Conti antes de abandonar Milán
No te pierdas ningún capítulo de El paraíso de las señoras en RTVE Play.