“Una alimentación saludable y sostenible evitaría más de 80.000 muertes anuales, reduciría alrededor de un 70% la emisión de gases con efecto invernadero y disminuiría entre un 25% y un 55% el uso de diversos recursos naturales”, afirma la doctora Merche Sotos. En esta entrega del espacio Vida Sana Con Julio Basulto, la experta aborda el impacto de las dietas vegetales en la salud y en el medioambiente.
Vida sana con Julio Basulto - Entrevista a la investigadora Merche Sotos - Escuchar ahora
Falsos mitos sobre las dietas vegetales
Se tiene la creencia de que las dietas vegetarianas son saludables y esto no es siempre así. Por eso, la doctora Merche Sotos Prieto y sus colaboradores realizaron un estudio que publicaron el pasado diciembre, en la revista científica Journal of cachexia, sarcopenia and muscle, sobre dietas basadas en alimentos de origen vegetal y el riesgo de fragilidad y envejecimiento. En esta investigación participaron 80000 enfermeras, que tenían más de 60 años, para recabar información sobre los estilos de vida, dieta y medicación a lo largo de 24 años.
El resultado de la muestra es la siguiente: "El consumo de frutas, verduras, legumbres y cereales integrales, se asociaba con un menor riesgo de fragilidad y por el contrario en los cereales refinados o bebidas azucaradas veíamos que había un mayor riesgo de fragilidad", explica Merche Sotos. En conclusión, sustituir grasas animales por fuentes de proteínas vegetales se asocia con un menor riesgo de fragilidad y retrasa el envejecimiento. Además, no tiene efectos negativos sobre la masa muscular, la resistencia o el peso.
El error de los productos sofisticados y caros
El consumidor, al estar desinformado, tiene la creencia de que el precio es un indicador de calidad. Sin embargo, Merche Sotos desmiente esta convicción popular: “En la simpleza a veces está el equilibrio. Alimentos tan típicos como son las lentejas, los garbanzos o las alubias entran dentro de esta categoría, por lo que no hace falta ser estrambótico”, subraya.
Alimentos vegetales y riesgo de cáncer
La doctora y sus colaboradores se han embarcado en una nueva investigación sobre las dietas basadas en vegetales y el riesgo de cáncer con datos del UK Bio Bank, un estudio de cohorte prospectivo a gran escala. Merche Soto comenta que en los resultados preliminares se ha observado que la gente que sigue este tipo de alimentación tiene un mejor riesgo de desarrollar cáncer. “El patrón saludable, que antes mencionábamos, se asocia con un riesgo aproximadamente de un 14% menor de morir y hasta 37% menor de causa cardiovascular”, ha indicado en los micrófonos de Radio Nacional.
Estilo de vida mediterráneo, un valor en auge
El índice denominado Medlife pretende recoger no solamente la dieta mediterránea, sino el estilo de vida en el que se incluyen la socialización, comer en familia o el descanso adecuado, entre otros. Merche Soto ha presentado una investigación, con base en este índice, en el en el congreso Epidemiología, Prevención, Estilo de Vida y Salud Cardiometabólica de la American Heart Association en Boston. El estudio trata sobre la implantación de este estilo de vida en países no mediterráneos. En este se recoge que “la adherencia a el estilo de vida mediterránea se asociaba con menor riesgo de mortalidad y, también, de cáncer”.
Comer carne, aunque sea poco, no es bueno para el planeta
Recientemente, se ha publicado un estudio promovido por Denise Filippin y colaboradores en la revista International journal of envieronmental research and public health que ha constatado que “incluso un contenido mínimo a moderado de alimentos de origen animal tiene un impacto constante en la huella ambiental de una dieta”.
Merche Soto confirma que no le sorprende los resultados de la investigación. “En los gráficos donde se ve el impacto medioambiental de diferentes grupos de alimentos y se clasifican muy bien entre los grupos de alimentos de origen animal, se puede ver que tiene un impacto ambiental bastante superior al de alimentos de origen vegetal”, recalca. Por lo que insiste en disminuir el consumo de este tipo de alimentos por su elevada huella medioambiental.