La risa ha sido siempre un antídoto contra la opresión y las convenciones asfixiantes, una manera de resistencia y reivindicación. Y el Carnaval de Cádiz, con sus chirigotas, es un ejemplo de ello. ¿Sabes cuál es el origen de esta festividad? En ‘Un país para leerlo’ Santiago Moreno, Doctor en Historia, lo detalla.
Un país para leerlo - Cádiz - ver ahora
El origen
Sobre todo a partir del siglo XVIII, los comerciantes europeos que se instalaban en la ciudad andaluza importaron una forma de celebrar el Carnaval para la clase alta, pero fueron los barcos que volvían de América los que trajeron los sones antillanos. “Quienes escribían el Carnaval de siempre ha sido gente si no analfabeta, semianalfabeta”, apunta Moreno.
“Antes un universitario no podía salir en un coro o en una chirigota“
Según explica el Doctor, desde finales de los años 70 el Carnaval cantado dejó de ser solo de la clase popular y se introdujo en todas las clases sociales: “Antes un universitario no podía salir en un coro o en una chirigota. Un abogado, un médico, un arquitecto, eso era impensable…”
El Carnaval de Cádiz: un arte en mayúscula
Cada año en Cádiz se hacen músicas y letras distintas tanto para la calle como para el Concurso Oficial de Agrupaciones. Para el compositor Antonio Martínez Ares, el Carnaval “es un arte en mayúsculas y con su literatura profunda.” Además, en las composiciones hay una serie métrica y una arquitectura interior bastante pautada.
No hay Carnaval sin reivindicación
“Yo no entiendo el Carnaval sin reivindicación, sin transgresión”, asegura el Martínez Ares. Y es que los compositores tienen la posibilidad, una vez al año, de poder decir lo que piensan y expresar sus sentimientos no solo en la ciudad sino en el resto del mundo. Se podría decir que el movimiento reivindicativo de las chirigotas se conecta con el 1812, con la libertad de la Constitución de Cádiz. ¡Así qué viva la Pepa y el Carnaval!