La actitud y la seguridad en sí misma han logrado que Marina Llorca haya visto cumplido su sueño de ser modelo. Con 30 años recién cumplidos puede presumir de ser una de las modelos curvy e influencer más relevantes de nuestro país.
Reivindica sus curvas y su cuerpo, y opina que para ser feliz no hay que estar delgada, sino sentirse bien con una misma: “Me encanta llevar escotes y lucirlo. Me pongo mucho sujetadores bonitos y prendas lenceras. Me encanta y eso con cuando tenía 15 años yo era de las que no me gustaba que nadie me viera, me tapaba y disimulaba el pecho, y ahora es todo lo contrario”.
A día de hoy es abanderada del body positive, un movimiento más que necesario para cambiar mentes, alegar la gordofobia y fomentar una sociedad más inclusiva. Pero para llegar hasta aquí antes ha tenido que pasar un calvario en que ha tenido que cuidar su cuerpo y su salud mental. En su adolescencia se sentía muy diferente a las chicas de su edad y sufrió burlas que terminaron afectándole. Esa situación acabó en un trastorno alimentario que superó con ayuda profesional. Todo aquello ya es pasado y ahora lo cuenta abiertamente y comparte como su cuerpo ha ido cambiando, y las modas también: “El tema de las tallas sí que antes era más tabú y por ejemplo los sujetadores de tallas grandes no tenían tanta variedad. Menos mal que las cosas han cambiado”.
Para esta andaluza graduada en diseño gráfico las redes sociales han sido sus grandes aliadas para darse a conocer y ofrecer una imagen positiva: “Cada vez se reivindica más la diversidad corporal. Bueno, mejor dicho, la diversidad en todos los sentidos. Yo creo que las redes han sido un factor determinante para todo ello ya que podemos encontrar cualquier tipo de perfil y hay representación para todo el mundo, y esto ha ayudado mucho a muchas personas sobre todo a cambiar la imagen que tienen de ellos mismos al sentirse representados”. Marina confiesa que le encanta cuando chicas le envían sus fotos en bikini y con ropa ajustada y le cuentan que por fin se han atrevido a ponerse lo que nunca antes habían querido lucir.
Es todo un referente de superación ejemplo de cómo se puede recuperar el amor propio. Su prenda estrella y con la que mejor se siente son los vestidos. Tejidos en todos azules y rosas, o estampados florales son algunas de sus tendencias favoritas para este verano: “Hay normas en el mundo de la moda y yo las he estudiado por mi carrera, pero al final soy de las que creen que las normas están muy bien, pero la teoría es otra. La que me voy a poner las prendas soy yo y hay que decidir con cuál te ves mejor y con cual te sientes más a gusto”.
Hace tiempo que ya no es aquella chica acomplejada de sus curvas y ha logrado sentirse sexi con el cuerpo que tiene. Se encuentra en un momento inmejorable tanto de salud física como mental. No sólo ha cumplido su sueño de dedicarse al mundo de la moda, sino que se siente a gusto luciendo prendas tan atrevidas como la moda de baño: “Soy más de bikini, aunque también me pongo bañador. Me encantan los colores lisos, aunque también tengo una gran variedad de estampados. Todo me viene bien y me gusta atreverme”.
Una triunfadora que apuesta por la diversidad de cuerpos y vivir sin complejos para mostrar la mejor imagen de una misma. Todo un ejemplo del movimiento body positive que lucha para mostrar lo natural en las redes sociales