¡Hola, amigos hortelanos! Cuando te comes unos guisantes recién cosechados, así frescos, jugosos y deliciosos piensas que ha merecido la pena el cultivo. Y tengo una buena noticia para vosotros: éste es un privilegio al alcance de todos, porque cultivar guisantes en maceta y en cualquier lugar es fácil.Te contamos cómo en Aquí la Tierra.
Aquí la Tierra - Cultivar guisantes, un aliado culinario
Nociones básicas
Pisum Sativum es una planta leguminosa que no requiere demasiadas condiciones para desarrollarse bien. En maceta es recomendable una de 30 litros o más. Y mejor tipo jardinera para poder poner al menos dos plantas en la misma. Un sustrato suelto con una cuarta parte de humus de lombriz y unos puñados de ceniza para darle un extra de potasio que es uno de sus principales “alimentos”
Planta de guisantes iStock
Es importante saber que hay variedades “de enrame” o sea, trepadoras, que después nos requieren “entutorar”, es decir, poner una estructura que mantenga la planta erguida y por la que sus tallos puedan trepar. Si queréis evitaros este trabajo, especialmente en maceta, debéis elegir semillas de variedades de “mata baja” (por ejemplo, “Provenzal”).
¡Manos al tiesto!
Con unos sencillos pasos conseguimos hacer magia:
- Meter un par de semillas bajo el sustrato unos 8 o 10 cm, separadas unos 40 cm ( si es jardinera, dos en cada lado).
- Mantener el sustrato ligeramente húmedo (ojo con el exceso de agua porque sus raíces se pudren fácilmente y es propenso a coger hongos).
- Esperar unos 10 - 15 días para que despunten las plántulas y después entre 12 y 15 semanas para que tengamos vainas repletas de guisantes para cosechar.
Dependiendo del ciclo de la variedad elegida y de nuestro clima, podemos sembrar a partir de octubre hasta enero para cosechar desde febrero hasta mayo. Es un cultivo de cosecha típica de primavera, así que con temperaturas suaves entre 15 y 20º crece de maravilla. Aunque durante su desarrollo aguantan exterior sin protección hasta 6⁰o 8⁰ bajo cero.
Manjares culinarios con muchos beneficios
Los humildes guisantes son un alimento muy nutritivo, pleno de vitaminas y minerales, saciante y perfecto para evitar aumentos de peso. Y por cierto, son una de las mejores proteínas vegetales que existen.
Guisantes con jamón iStock
Y no sólo son muy nutritivos, es que ademá, ¡están buenísimos !. En la cocina los guisantes son tremendamente aprovechables en multitud de platos. Uno de los más conocidos son los famosos guisantes con jamón, aunque pueden cocinarse de muchas formas diferentes. Pero si os animáis a cultivarlos, podréis disfrutar de dos privilegios reservados a los hortelanos: las vainas y los guisantes frescos. Estos últimos son una auténtica golosina hortelana, sin duda la forma más deliciosa (y sana) de consumirlos.
Los guisantes se pueden conservar fácilmente y mantener todas sus propiedades simplemente congelándolos.
No me digáis que no se os hace “la boca agua” sólo de pensarlo.
Mira todas las ideas para preparar guisantes en el portal de cocina de RTVE y descubre al horticultor José Manuel Sánchez en sus redes sociales.