Utiliza el dolor como inspiración para crear, para ella mostrar la fragilidad no te hace débil, sino fuerte, valiente. Hablamos de Olga Pericet, bailarina y una de las protagonistas del último programa de Caminos del flamenco. Supo aprediar los aplausos del público y la adrenalina de subirse a un escenario desde bien pequeña. A sus 47 años, sigue haciendo lo que más le apasiona y le da de comer, pero no su trayectoria no ha sido un camino de rosas. Además de los achaques que la profesión le ha dado, Olga vivió en 2004 un episocio difícil del que se hicieron eco los medios de comunicación.
En 1998 entró a formar parte de la compañía de Rafael Amargo, con quien en muchas ocasiones compartió escenario. Su relación terminó de la peor manera. En 2004 hubo un altercado que involucró a ambas partes que se hizo público poco después. Ocurrió en los camerinos del teatro Infanta Isabel, donde supuestamente el bailaor la zarandeó hasta provocarle unas contusiones. Pericet no quería que la historia saliera a la luz y prefirió actuar de manera más discreta. Las únicas declaraciones que hizo al respecto las recogía el diario ABC: "Yo no hice nada para que me agrediera. Le conozco y sé hasta donde puede llegar. Él tiene mucho poder y a los medios de comunicación de su parte, pero sobre todo no quiero que esto me perjudique profesionalmente".
Por aquel entonces todavía no había tomado la decisión de llevar el caso a la justicia. "Quiero encontrarme más respaldada antes de poner la denuncia, porque a otra chica le ocurrió lo mismo y al final se quedó sola ante el juez", aseguraba Olga Pericet, haciendo alusión a Mar Vivó.
Olga Pericet y Rafael Amargo durante un ensayo GTRES
La versión de Rafael Amargo fue muy distinta. El bailaor emitía entonces un comunicado donde desmentía las acusaciones de agresión. Según él, la discusión se originó por "celos profesionales" y derivó en la suspensión del espectáculo Bolero... cartas de amor y desamor. En cambio, dicho comunicado admite que "se produjeron entre Amargo y Pericet discrepancias de carácter artístico que en modo alguno pueden ser calificadas como agresión".
La justicia dio la razón a Olga Pericet
Al contrario que Olga Pericet, Rafael Amargo sí concedió entrevistas a los medios y contó más detalles sobre lo sucedido, lo que, en cierto modo, le daba en aquel momento una mayor credibilidad. El bailaor concedió a la revista ¡HOLA! una entrevista en la que contaba su versión de la historia. Según sus propias palabras, todo empezó cuando Olga decidió invitar a Mar Vivó a uno de sus espectáculos. Una persona que había tratado de hacerle "la vida imposible" desde el momento que dejó la compañía y que también había denunciado al artista. "Discutimos, salieron otras cosas al tapete y ahí acabó todo", explicaba.
Fueron muchos los que optaron por creer su versión, mientras ella seguía guardando silencio, y atacaron a la bailarina. Rafael Amargo llegó a insinuar que Olga Pericet le había pedido dinero a cambio de zanjar el asunto y evitar así dejarlo en manos de la justicia. La realidad es que, finalmente, el bailaor fue condenado a demnizar con 300 euros por lesiones a Olga Pericet.