Moda, famosos y tendencias
'Imprescindibles'

Luis García Berlanga y los zapatos de tacón, retrato de un fetichista confeso

  • Imprescindibles de RTVE repasa la vida y el legado del director valenciano Luis García Berlanga

  • El director confesó sus placeres eróticos: el bondage (atar a las mujeres) y los zapatos de tacón

R. Muñoz
4 min.

Fetichismo, según la Real Academia Española, es el culto de los fetiches o la veneración excesiva de algo o de alguien. Pero también hace referencia a la conducta sexual de las personas que se excitan viendo, tocando o manipulando ciertos objetos o partes del cuerpo: zapatos de mujer, zapatillas de deporte pelucas, lencería, dedos de la mano, pies... El doctor Sigmund Freud etiquetaba el tetichismo como una parafilia, un desvío de índole sexual que encuentra el placer a través de una acción diferente a la relación sexual en sí misma.

Pero hablar de fetichismo no se trata de hablar de psicoanálisis, y en su universo está muy vinculado a la moda y el cine. Diseñadores como Alexandre McQueen y Jean Paul Gaultier, cantantes como Madonna, fotógrafos como Helmut Newton, ilustradores como Tom of Finland, escultores como Jeff Koons... la lista de artistas fetichistas, al menos en horario de trabajo, es enorme. Tan extensa como la de directores de cine. De Aldred Hitchcok y Stanley Kubrick a Bigas Luna, Pedro Almodóvar, Luis Buñuel y Luis García Berlanga

Detalle de la cubierta del libro 'Tamaño natual: el erotismo Berlanguiano' RTVE

El valenciano tenía obsesión por los zapatos de tacón. Fue un fetichista confeso. "Que sepa todo el mundo que no hace falta ser un malvado o un pervertido para que le gusten los zapatos de tacón divertidísimos, altísimos y que le dan otra presencia y otra calidad a las piernas de una mujer", decía sin pudor. Algo que alegraba al mismísimo Bigas Luna: "Berlanga es uno de los primeros en España en declararse amante del fetichismo y del sadomasoquismo sin tapujos y sin miedo de que le tacharan de guarro". En París-Tombuctú hay un personaje en el que se refleja esta pasión erótica de Berlanga. Es Gaby, interpretado por Javier Gurruchaga, que en un momento de la película se presenta como “diseñador de profesión, pero erotómano de vocación”.

Póster de la película 'París-Tombuctú' RTVE

El erotismo como trofeo

Las declaraciones, siempre provocadoras, de Berlanga eran una bofetada a la falsa moral de una España a dos velocidades. Igual que su cine. En muchas de sus películas plasmó esa fijación por los stilettos, como llaman los más 'fashion' a los zapatos con tacones que superan los 10 centímetros de altura. "Más allá del anárquico e irreverente papel que jugó en su vida pública, existió un Berlanga esclavo de su propia subversión que trascendió su obra. El erotismo en la vida y obra de Luis Berlanga ocupa un lugar fundamental, casi como un trofeo personal que pocos se atreven a tocar. Más allá del tratamiento cómico que le dio en su filmografía –una debilidad casi infantil por la que se le bautizó como «el erotómano santón»–, se gestó un erudito en el arte de la concupiscencia y el fetichismo. Un teórico que disfrutó con la narración de la indecencia, compiló una biblioteca voluptuosa sobre el tema, puso en marcha su propia colección erótica (La sonrisa vertical) y dejó sus muchas idealizaciones en diversos programas, escritos y crónicas", dijo su nuera, Guillermina Royo-Villanova, autora del libro 'Tamaño natural: el erotismo berlanguiano'.

Peligrosamente juntas - 28/02/1992

Placeres Berlanguianos

Hablamos de un accesorio con una magia especial: es capaz de transformar el cuerpo y a la vez es un arma para proyectar poder. Para muchos entendidos en la materia, el fetichimo por el zapato de tacón o la lencería va más allá del objeto en cuestión, se trata de una pieza que está en contacto directo con el cuerpo de la mujer (o el hombre). Hay prendas lenceras que oprimen el cuerpo y zapatos que maltratan y deforman los pies. ¿Hay castigo en su uso? ¿Hay perversión? ¿Hay dominación? Berlanga confesó su pasión por el erotismo, en todas sus expresiones, y defendía el bondage y el sometimiento, siempre que fuera consentido. Es decir, siempre que ambas partes cumplieran a rajatabla las reglas del juego. "La mujer ha conquistado todos los poderes menos el mágico; dentro de lo mágico, para mí lo más importante es la seducción. Porque ya sabrás que yo soy muy fetichista, y sadomasoquista: lo que me gusta es el bondage, o sea atar a las chicas, sin hacerles sangre, soy muy suave", decía en una entrevista con El Mundo.

Luis García Berlanga nació en Valencia el 12 de junio de 1921 RTVE

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