El olor a bizcocho de tu madre, las galletitas de tu abuela, las torrijas del pueblo... A todos nos gusta viajar en el tiempo y recordar esos momentos felices de nuestra infancia, de nuestro hogar, con el simple hecho de oler y saborear los dulces de toda la vida de casa. Es justo lo que ha hecho Alma Obregón en su nuevo libro 'Repostería tradicional. Recetas para recuperar los sabores de siempre'.
"Todo esto surge un poco durante el confinamiento, que yo creo que media España estaba horneando, haciendo pan y bizcochos. Y yo en esos momentos empecé a querer buscar recetas de las de toda la vida, que necesitabas pocos ingredientes para hacer cosas muy ricas. Y en esa búsqueda empecé a darle vueltas a cómo al final tantas recetas se van perdiendo. Fue un momento también tan duro con nuestros mayores que yo pensaba todo el rato en todas esas recetas que tantos mayores se llevaron consigo y que a muchos nos hubiera gustado recuperar para luego poder hacerlas y sentirles más cerca".
Para Alma Obregón, igual que para muchos de nosotros, la repostería está asociada a momentos muy felices de su vida. Es por eso que le surgió la idea de confeccionar este libro a base de recetas tradicionales que sirven, a su vez, de homenaje a nuestros mayores: "Y recordarles tantas veces a través de un dulce, de hacer ese bizcocho que te recuerda a tu abuela o a mí esos pastelitos de crema que me transportan directamente a estar en casa de mis abuelos hace mil años. Estonces, pensé que haciendo este libro, no solo la gente haría mis recetas, sino que se liaría la manta a la cabeza y empezaría a buscar en su casa esos cuadernitos con hojas medio rotas con recetas apuntadas, con todos esos garabatos", nos cuenta Alma.
La leche frita de la abuela, el bizcocho de yogur de tu madre o los pastelitos de crema de casa de Alma: "En mi casa la crema pastelera siempre ha gustado mucho y yo tengo asociado ese recuerdo de que siempre que alguien hacía crema pastelera, yo iba a rebañar. Y la crema pastelera siempre la asocio a quemarme la lengua porque siempre sale hirviendo. Yo era demasiado ansiosa y siempre probaba y me quemaba. Entonces, tengo como esa asociación de crema pastelera a quemarme la lengua. Además, me recuerdo feliz rebañando".
¡Y que Alma incluye en su libro! Nada más y nada menos que 50 recetas de toda la vida con las que viajarás en el tiempo a través del paladar: "Me apetecía recuperar todas esas recetas de mi vida, de las que me han acompañado cuando era pequeña", nos explica. "Recetas como la del roscón pues porque me recuerdo haciendo roscón de pequeña con mi tía. Luego me recuerdo haciendo mousse de chocolate con otra de mis tías, haciendo leche merengada... He ido metiendo todas esas recetas de las que tenía recuerdo y también recetas que a lo largo de mi vida no han podido faltar en cumpleaños infantiles o en reuniones familiares", con las que más de uno nos sentimos identificados.
Creadora de mil y una versiones de cupcakes
Alma Obregón fue una de las primeras mujeres en España que empezó con la moda de los cupcakes y a elaborarlos de una manera muy cuidada y exquisita. Una pasión que descubrió en Alemania y que le llegó de manera inesperada, como una vía de escape: "Llegué a Alemania a hacer el doctorado, había muy pocas clases y tenía que llenar mi tiempo. Me sentía un poco sola y empecé a hornear y me sedujo. Me gustaban mucho los cupcakes y me obsesioné con la repostería. Empecé a hornear y soñaba con la repostería, soñaba con tartas por la noche. Me di cuenta de que había encontrado mi vocación", asegura Alma.
Pero seguro que estás pensando en los típicos cupcakes de chocolate, de fresa, de vainilla... ¡Pues no! Alma Obregón se obsesionó de tal manera por los sabores de España que llegó a inventar cupcakes de sabores tan peculiares como el de chocolate con churros ¡y hasta de sangría! "La verdad que lo recuerdo con muchísimo cariño. Y nada, de ahí empecé ya a dedicarme en cuerpo y alma".
Un pasatiempos excelente que, probablemente, somos muchos los que lo hemos comprobado durante el confinamiento: "Al final la repostería te desconecta. Además es algo que si lo vas a poder compartir o es para un momento especial pues mejor aún porque tienes ese objetivo de hacer feliz a la gente que te rodea. Y luego es que es muy entretenido. A mí me gusta muchísimo".
Y que Alma comparte muchas veces con los peques de la casa: "Les encanta meterse en la cocina. Por ejemplo, mi hija es una cosa que ella asocia con lo más feliz del mundo: meterse en la cocina a hacer una receta con mamá. Lo disfruta mucho y para los peques es una actividad superdivertida la verdad". Olores y sabores que seguramente también recordarán cuando sean mayores y les recordarán a su infancia.