Es la fruta tropical más consumida en nuestro país y en el resto del mundo, pero todavía circulan muchos mitos sobre ella. Que si tiene mucho azúcar, que si engorda, que si no puede formar parte de dietas para la pérdida de peso… Nada más lejos. Con ayuda de la experta en seguridad alimentaria y dietista nutricionista Beatriz Robles te contamos por qué el plátano no engorda y sus azúcares no deberían preocuparte, al igual que ocurre con el resto de las frutas, siempre que te comas la pieza entera.
Una fruta muy dulce… Dependiendo de la variedad
En España el plátano más común es el plátano dulce, que se puede comer en crudo, pero en muchas partes del mundo se consume también el plátano macho o banana. Es mucho más feculento y debemos guisarlo antes de tomarlo; esta variedad contiene más fibra, frente a un mayor contenido de azúcares del plátano dulce, aunque si hablamos de la energía que contienen andan más o menos a la par.
Entonces, si el plátano dulce contiene más azúcares, ¿significa eso que engorda? Esto es todo un mito que tenemos que desmontar ya mismo. Lo pueden comer las personas con obesidad o diabetes: la evidencia científica sostiene que los azúcares de la fruta, siempre que se consuma la pieza entera, no se relacionan con un mayor riesgo de obesidad y sobrepeso, sino todo lo contrario.
Todos los beneficios que nos aporta
Ya sabemos que el plátano no engorda, pero es que además nos aporta muchos beneficios. Cuando están maduros son una gran opción para comer si tenemos mal la tripa: protegen nuestra mucosa intestinal, nos repone los electrolitos que perdemos cuando por ejemplo tenemos diarrea y también nos aportan fructooligosacáridos, una fibra soluble muy interesante que nos ayuda a controlar el nivel del colesterol en sangre y que actúa como prebiótico. Además, el plátano, como todos los vegetales gracias a su fibra y sus fitonutrientes, nos ayudan a reducir el riesgo de padecer cáncer, especialmente el cáncer colorrectal.
Pero es que no solo el plátano no engorda, sino que también es famoso por su aporte de potasio y por ello es una de las primeras opciones a la que recurren los deportistas después de entrenar. Este mineral es imprescindible para el funcionamiento del sistema nervioso y los músculos, y regula la tensión arterial. También podemos encontrarlo en otras fuentes como las espinacas, las patatas, los pistachos, las alubias o sobre todo, la soja.