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'Susana y el sexo'

Susana Estrada, la mujer que abrió mil caminos

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VALERIA VEGAS
3 min.

Es curioso que, siendo declaradamente anti taurina, la mejor expresión para definir a Susana Estrada sea “ponerse el mundo por montera”. Una mujer que con 18 años decide separarse de su marido, con dos hijos a su cargo y todo un sistema social y legislativo en su contra, es lo más parecido que puede existir a la definición de fortaleza. Y después llegó la artista.

Susana supo que había que estar preparada para darle al público, y por ende a todo un país, la recompensa tras una larga siesta de cuarenta años en forma de dictadura. Cuando sonó el pistoletazo de salida, ella estaba la primera. Y estar la primera conlleva muchas consecuencias. Si los años de Transición son considerados como algo febril, podemos decir sin vacilar que Susana fue su termómetro. A través de ella se medían las pasiones, los odios, las carencias y en ocasiones incluso la hipocresía. El escándalo se convertía en un juego donde imperaba la subjetividad, y ella, consciente, se apoderaba de la partida, en un momento en el que no se perdonaba que la mujer tomase las riendas. A fin de cuentas, prácticamente era ayer cuando las novias de España presumían de virginidad y las folclóricas respondían a todo con golpes de pecho.

Hablar de sexo, fuese en un espectáculo, en una canción, o en un consultorio, podía resultar casi estigmatizador. Pero ella lo hacía. Todo el mundo quería ser moderno, aunque consideraban que había que tener un límite, como si los años de censura no hubieran sido suficientes. Ante todo eso, Susana se rebelaba, a medio camino entre lo comercial y lo transgresor. ¿Quién si no lo hubiera hecho? Ella asumió con dignidad ser esa mujer a la que iban a cargar de etiquetas y prejuicios, sin dejar de cantar, de actuar y de bailar durante años por toda la geografía nacional, aunque no se le valorase lo suficiente. Su osadía le trajo de castigo la retirada del pasaporte y el derecho al voto. Su consultorio sexual retaba a las normas, y la Ley de Escándalo Público la convirtió en su víctima más mediática.

Para siempre será la protagonista de la foto que mejor define la llegada de la Transición. Multitud de políticos y en medio una mujer. Una mujer con el pecho fuera, tras acercarse a recoger un galardón. Se puede analizar la imagen de cientos de maneras, pero hay una palabra que la define a la perfección: Libertad. No nos llevemos a engaño, ese retrato, captado en 1978, hubiera sido imposible de plasmar y difundir, tan solo unos años antes. A diferencia de sus contemporáneas, Susana apostó fuerte. A veces la apuesta salió bien, en otras ocasiones pudo salir perjudicada. Pero de todas, solo ella era un fenómeno social. Por encima de ser actriz, vedette o cantante. Susana era verdad, y la verdad no siempre agrada. El paso del tiempo le ha otorgado esa categoría de icono, que no siempre resulta rentable, y ha asumido convertirse en leyenda de un país ingrato. Por lo menos que ese mismo paso del tiempo subsane a Susana, y le reconozca ser la mujer que abrió mil caminos.

Susana Estrada junto a Tierno Galván en la recogida del premio a la 'mujer más popular' en 1978 Marisa Flórez

Valeria Vegas es periodista, autora de la biografía de La Veneno, coguionista de la serie de televisión Veneno y coguionista de Susana y el sexo, el primer documental original de RTVE Play que ya tienes disponible en esta plataforma

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