Ana Obregón ha vuelto a su refugio en Mallorca, al lado de su padre, para terminar de pasar el verano. Apenas sale de casa, más allá de para hacer algo de ejercicio y comprar lo necesario para la vivienda. Una de sus mejores amigas, Susana Uribarri, consiguió convencerla para ir hasta Roma durante una semana y así poder despejar su mente. Pero ni con esas la presentadora de televisión es capaz de quitarse el profundo dolor que la embarga desde que su hijo Aless murió. Ya en Roma le vinieron recuerdos de su hijo en la ciudad, pero al volver a Mallorca, el dolor se ha hecho aún más insoportable y Ana Obregón asegura, una vez más, que su alma está tan muerta como la de su hijo, desde que este murió.
Ana Obregón, de la felicidad al luto negro
La presentadora de televisión ha compartido con todos sus seguidores una reflexión. En este viernes 13, día de mala suerte para los mayores supersticiosos, Ana Obregón ha publicado dos imágenes. En la primera, aparecen ella y su hijo Aless en el que fue su último verano juntos, en 2019, año en el que ya estaba en tratamiento para su cáncer, el sarcoma de Ewing. Los dos se abrazan sonrientes y están felices. Una imagen muy distinta a la que ahora podemos ver de Ana Obregón, que vive cada día rota de dolor, contando los meses, las semanas, los días, los minutos y los segundos que tiene que vivir sin Aless.
La segunda imagen es un cuadrado negro. Es una fotografía tomada hoy mismo, viernes 13 de 2021. Dos años la separan de la anterior, pero esta representa el interior del alma de Ana Obregón en la actualidad. Al lado un mensaje de lo más triste recordando al que siempre será el gran hombre de su vida, su hijo Aless: "Dos almas que han muerto de TRISTEZA llorando la nostalgia de su eterna FELICIDAD", escribe junto a su ya habitual hashtag #alessforever. La presentadora también señala que ya son 15 meses los que han pasado desde que su hijo se alejó de ella, acompañado de un corazón negro.
Los comentarios a la publicación no se han hecho esperar. La primera en escribirle ha sido su amiga Susana Uribarri, con quien ha pasado una semana en Roma, que ha puesto tres corazones rojos y tres, negros. Amigos, compañeros, fans y seguidores de Ana Obregón para que siga luchando por vivir y coja fuerzas.