Enrique Ponce es el protagonista de la polémica de las últimas horas, ¿la razón? La vestimenta que eligió para torear hace unos días en Las Ventas con la efigie de Franco en la botonadura de la chaquetilla. El diestro ha confesado que le gusta utilizar monedas antiguas en sus trajes y que "no tiene nada que ver con el franquismo". "Simplemente -explica Ponce- me gusta utilizar monedas antiguas en mis trajes, y las tengo de Isabel II, Alfonso XIII, el rey emérito, el Monarca actual y también de Franco (...) Me hice esa chaquetilla no por Franco, sino por la moneda en sí".
Según la agencia EFE y las fotografías que se hicieron antes del ruedo, el torero lucía un traje campero compuesto por una chaquetilla de terciopelo gris con una botonadura de plata que imitaba a las monedas de 50 pesetas de la época de Franco, con la efigie del dictador y los lemas correspondientes que se acuñaban en ellas.
El traje ha suscitado un sinfín de reacciones y críticas, aunque, según su apoderado, Juan Ruiz: “Enrique se lo ha puesto ya unas cuantas veces en varias plazas sin que se arme tanto revuelo". Además, ha querido restarle importancia a la botonadura alegando que "no hay mayor historia al respecto", según confirma la agencia EFE.
Carlos Babío, al que podríamos llamar el “enemigo número 1 de la familia Franco”, por la cantidad de frentes que tiene abiertos con ellos, ha mostrado su tremendo descontento: “Nadie se imaginaria a una persona con botones en el traje de Hitler o Mussolini, eso en el espacio normalizado desde el punto de vista democrático no podría existir, porque esto es un ataque contra los valores más básicos de la democracia”, citaba. Y a este último se le ha sumado una oleada de personas que han criticado duramente al torero en las redes sociales:
¿Es normal que los toreros usen ese tipo de insignias?
Un sastre de toreros ha asegurado que “es muy normal que los toreros”: “Es de lo más normal del mundo, no conozco a ningún torero que vaya haciendo apología de nada”, citaba. Ha aclarado que en muchas ocasiones ha cambiado botonaduras de unos para otros, sin querer hacer mención a nada.