Televisión

La nota de esta mujer a un compañero que le robaba comida en la oficina que arrasa en redes

Foodbait   Cocina Bestial!  
  • La historia de este ladrón de huevos es todo un thriller gastronómico

  • Aprende cómo evitar que vuelvan a robarte comida en la oficina

  • Te enseñamos lo más importante para la buena conservación de los huevos

  • Encuentra las mejores recetas con huevos en nuestro buscador de Cocina RTVE

RTVE
4 min.

Todos lo conocemos. Todos hemos vivido o trabajado con él. Ese fantasma, ese compañero en la sombra que, sibilinamente, sisa por sistema comida a los demás sin miramientos. “Un poquito no se nota”, piensa. A lo mejor eres tú, ladrón de galletas ajenas, uno de ellos. A lo mejor me estás leyendo.

Quiero que sepas que lo sabemos. Sospechamos de ti. Te miramos con recelo. Te odiamos. Puede que, en casos extremos hayamos pensado incluso sabotear nuestra propia comida a sabiendas que, en tus hurtajes de tupper y despensa, podríamos devolverte la jugada, “un chorrito de laxante, quizás, para que se espabile”. Nos has llevado al abismo de nuestra propia ética, pero, por suerte, gracias a las maravillas de Internet y a la inmensa sabiduría de las madres hemos encontrado una solución mejor para exponer al chorizo sin mandarlo al hospital.

“Mi madre vio que le faltaban unos huevos en el trabajo, así que dejó esta nota. Más tarde un tipo blanco vino estresadísimo pidiéndole el antídoto pensando que iba a morir. Es una genia”.

¡Atención, atención, atención!

A quién le pueda concernir: Tenía un cartón de huevos en el frigorífico y ha desaparecido. A quien fuera que haya cogido los huevos, por favor, que sepa que no son huevos de gallina y no están destinados al consumo humano. Si no los ha consumido, por favor, tírelos, pero si los ha consumido por favor contácteme para el antídoto. Son huevos de una extraña ave en África. Gracias.

La ocurrencia de la mujer posteada por su hijo acumula casi 210.000 likes en Twitter, así que su hijo, el usuario @_kamoafo, decidió dejar clara la moraleja de la historia para que los amigos de lo ajeno lo tuvieran claro.

“Este tuit lo está petando, así que: moraleja de la historia, ¡no toques lo que no es tuyo!”

Para su desgracia, no fue del todo así.

“No, la moraleja de la historia es ‘lleva encima antídoto para huevos de pájaros’ raros, ¡obvio!”.

“Nah, la moraleja de la historia es ‘asegurate de que lo que robas no es venenoso, o al menos coge el antídoto si lo es’ ”.

Ahora que ya hemos asumido que compañeros de curro y piso mangantes de comida vamos a tener siempre, vamos a centrarnos en el tema de los huevos: ¿qué precauciones tenemos que tomar para consumir huevos con seguridad? ¿Cómo hay que conservarlos? Vamos a ello.

¿Huevos, dentro o fuera de la nevera?

¿Si los huevos en el super están a temperatura ambiente por qué en casa los guardamos en la nevera? ¿Quién tiene razón? Pues mira, salomónicamente esta vez podemos decir que los dos. Puedes tener los huevos a temperatura ambiente en tu casa sin problema o guardarlos en la nevera: el problema son los cambios de temperatura. De temperatura ambiente a frío no hay problema, pero de frío a temperatura ambiente sí.

Cuando los alimentos pasan de estar fríos a calientes suelen condensar agua en su superficie, en el caso de los huevos al ser su superficie porosa podría contaminar internamente el huevo, por eso los huevos no se refrigeran en tienda. Los cambios de temperatura podrían llevarnos a una intoxicación grave. Es decir, una vez los metas en la nevera, no vuelvas a guardarlos fuera.

Cosas que no debes hacer jamás al comprar huevos

Otras cosas importantes a tener en cuenta al comprar huevos: asegurarse de que ninguna cáscara está fisurada, asegurarse de cocinarlos lo suficiente (sobre todo en primavera y verano, cuando la temperatura ambiente es más alta), nada de lavar los huevos y, una mala costumbre muy extendida, no hay que batirlos en el mismo recipiente en el que se abren ni usar la cáscara para separar la yema de la clara: puedes estar llenando tu tortilla de bacterias que no vienen de buen rollito sin darte cuenta.

Así que, ahora sí que sí, moraleja de la historia: procura no ser un ladrón de huevos y, si lo eres, al menos intenta no acabar en el hospital siguiendo las normas que te hemos dejado.

Noticias

Televisión

Radio

Deportes

Infantil

A la Carta

Playz