El mundo sigue llorando la muerte de Kobe Bryant pero hoy es un día para recordar a otro astro del deporte. Vayamos al 27 de enero de 2001. La noticia de la muerte de Pedro Carrasco corre como la pólvora en todas las redacciones, saltando del área de deportes al de sociedad. El boxeador había sido una gloria del boxeo y, ya retirado, un personaje muy querido de la prensa del corazón. En la noticia del Telediario se ve que Raquel Mosquera, su esposa, pierde el conocimiento. La redactora dice que se desvanece por segunda vez y que tiene que abandonar el madrileno cementerio de Carabanchel antes de que termine el entierro. Raquel se hunde en un pozo del que no volverá a salir. Rocío Carrasco, la hija, se derrumba y llora desconsolada sobre el hombro de Fidel Albiac.
Entierro de Pedro Carrasco
Los gritos de ¡Campeón! se mezclan con los llantos de los cientos de admiradores que se agolpan alrededor de la tumba. Sus íntimos, con la mirada escondida tras las gafas de sol, le dicen el último adiós. Entre ellos, Bárbara Rey, Coral Bistuer y Ángel Nieto, uno de los grandes amigos de Pedro Carrasco. Rocío Jurado, en un discreto segundo plano con José Ortega Cano, consuela a su hija. Muy lejos de allí, en Alosno, Huelva, se decretan tres días de luto por la muerte de su hijo predilecto.
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Historia de un mito del boxeo
El hijo de Antonio y Antonia nació en Alosno, Huelva, el 11 de julio de 1943. Solo vivió allí ocho años porque la familia quiso instalarse en Sevilla. Por poco tiempo porque años después la familia se trasladó a São Paulo, en Brasil. Cuando tenía 14 años, todo un hombretón, ayudaba en casa trabajando en una fábrica de materiales para embalar pero el boxeo era su vida y, en contra de la voluntad de su padre, se puso los guantes y se lanzó al ring.
Desde su debut en Italia en 1962 hasta su retirada en 1972 fue una estrella del cuadrilátero. En esa década disputó 111 combates de los que ganó 106. Fue seis veces campeón de Europa de peso ligero, una vez campeón de Europa peso superligero y una vez campeón del Mundo peso ligero. Carrasco hizo historia: fue el único boxeador español que el Consejo Mundial de Boxeo incluyó en la lista de los 40 mejores boxeadores de 1953 a 1993 y el único español quefigura en el Salón de la Fama del Consejo mundial del boxeo.
21/3/1977
La fama, el cine y la televisión
Pedro Carrasco era uno de los hombres más famosos de la España de los 60 y 70. Y por eso el cine llamó a su puerta. Debutó a lo grande, compartiendo protagonismo con Andrés Pajares en El marino de los puños de oro. Fue en 1968. Carrasco se mete en la piel de Pedro Montero, un boxeador que empieza pegando duro en Brasil, luego en Italia y luego en España.... Es decir, una película hecha a su medida.
Pedro era un habitual de los programas de televisión, como entrevistado, como invitado y como concursante. En 1977 participó en el concurso El monstruo de Sanchezstein, que se emitía dentro del espacio Un globo, dos globos, tres globos. Ya había colgado los guantes pero le decía a María Luisa Seco, la mítica presentadora de TVE, que todo lo que tenía se lo debía al boxeo. Pedro estaba esperando la llegada de su primer hijo, todavía no se sabía el sexo del bebé. María Luisa Seco le preguntó si le gustaría que su hijo fuera boxeador. "No, me gustaría que fuera más cantante, como la madre. Pero si fuera boxeador le ayudaría en todo lo que pueda", dijo.
La amistad de Pedro Carrasco y Ángel Nieto
La gran amistad con Angel Nieto
Lo vimos y oimos en 'Lazos de sangre' de RTVE: Pedro Carrasco y Ángel Nieto eran muy amigos. En el archivo de TVE hay muchas imágenes y vídeos de ellos juntos, compartiendo una férrea amistad. Nieto, fallecido en 2017, fue un gran íntimo, casi un hermano, de Carrasco. Su amistad llegó a sus respectivas parejas, ya que Rocío Jurado fue muy amiga de la primera mujer del motorista, Pepa Aguilar: Pedro Carrasco y Rocío Jurado fueron los padrinos de boda de Ángel y Pepa.
Eran dos deportistas que se querían y admiraban. Se apoyaban mutuamente y siempre hablaban maravillas el uno del otro. "Ángel ha formado parte de mi vida, de mi infancia, de mi adolescencia y de mi madurez. Era como hermano de mi padre. Fue un ser increíble y excepcional", dijo Rocío Carrasco en el programa 'Lazos de sangre' que conducía Boris Izaguirre.
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Y llegó el amor, y el desamor
Cuando Pedro Carrasco dejó el boxeo aprovechó su fama y su popularidad para trabajar como relaciones públicas. Empezó en Philip Morris pero luego apostó por su propio negocio y abrió una gestoria. Cuando dejó atrás la entrega total al deporte empezó a dejarse ver en fiestas de la alta sociedad y en saraos. Cuando conoció a Rocío Jurado el flechazo fue total y el 22 de mayo de 1976 se casaron en el Santuario de la Virgen de Regla. De su relación nació Rocío Carrasco, la niña de sus ojos. Tras 17 años de matrimonio, en los que la cantante creció artísticamente hasta convertirse en una estrella internacional, Rocío cantó eso de 'Se nos rompió el amor de tanto usarlo' y el matrimonio se separó en 1993.
Rocío rehizo su vida con el torero José Ortega Cano, un romance de copla que hizo las delicias de la prensa. Pedro Carrasco dejó atónitos a todos al enamorarse de Raquel Mosquera, 'la peluquera de barrio', como la llamó la prensa, que con su desparpajo y naturalidad terminó conquistando también a los periodistas. Durante años fueron la viva imagen del amor pero, de puertas adentro, no todo era rosa: pareceía evidente que a Rocío Carrasco le costaba aceptar a la estilista en su vida. Y menos como madrastra. En agosto de 1996 Raquel y Pedro se casaron en la Iglesia de Nuestra Señora de Gracia de Alosno, Huelva, con Raquel Mosquera. La felicidad se instaló en sus vidas. Hasta que la tragedia llamó a la puerta. Y lo hizo para quedarse.
Pedro Carrasco en el recuerdo
20 años después de su muerte...
Pedro Carrasco murió cinco años después de su boda con Raquel Mosquera. Con su partida se fueron los sueños, ilusiones y planes de la pareja, entre ellos tener un hijo. En estos años hemos visto a la peluquera intentando rehacer su vida y enamorse. Y la hemos visto descender a los infiernos, ingresada en la unidad de psiquiatría del Hospital Puerta de Hierro por un brote psicótico. La imagen de ella asomada a la ventana causó una gran conmoción en la sociedad. En 2008 le diagnosticaron trastorno bipolar.
Dos décadas después de la muerte del boxeador, las dos mujeres más importantes de su vida se mantienen en silencio. Raquel Mosquera apenas se deja ver en las revistas y los platós de televisión. El dolor sigue presente. El luto sigue vistiendo su corazón, aunque luche por volver a tener otros colores en su vida. En 2004 empezó a salir con Toni Anikpe. Se casaron en 2005, tuvieron una hija y se separaron en 2007. En 2014 conoció a Isi y un año más tarde tuvieron un hijo.
Un silecio que también ha hecho suyo Rocío Carrasco. Por diferentes motivos. Mosquera dijo que la hija de Pedro la había denunciado por hablar de ella en programas de televisión. "Tengo cuatro juicios de 90 000 euros cada uno", dijo. Quizá después, tras el martillazo del juez dictando sentencia, Raquel vuelva a hablar. Al menos de su vida, de su amor, de su felicidad y de su tragedia.